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“¿Qué diablos es el agua? (I)

"Hay dos peces jóvenes nadando y sucede que se encuentran con un pez más viejo que viene en sentido contrario y que les saluda con la cabeza y dice “Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?” Y los dos peces jóvenes nadan un poco más y entonces uno de ellos se vuelve hacia el otro y dice “¿Qué diablos es el agua?”.

David Foster Wallace

Discurso de Graduación de la promoción de 2005 del Kenyon College (Gambier, Ohio).

Jacques Lacan (1901-1981), fue un controvertido psicoanalista francés que rechazó siempre de plano la hipótesis de que la realidad puede reflejarse en el lenguaje. Lacan analizó uno de los relatos más conocidos de Edgar Allan Poe: “La carta robada” (The Purloined Letter).

La historia del relato se desarrolla en París, donde el protagonista, el detective Auguste Dupin, a petición del prefecto de policía de la ciudad, logra encontrar una carta comprometedora para la reputación de la reina que el ministro D****, después de habérsela sustraído para hacerle chantaje, mantiene oculta.

No obstante la carta era visible para quien quisiera verla, pues se encontraba a la vista de todos sobre la chimenea del despacho del ministro D****, pero la policía, inmersa en la esfera de lo real y empírico busca denodadamente en los sitios más inverosímiles sin éxito.

Auguste Dupin actuó de manera totalmente distinta y tras solicitar una audiencia al ministro, mientras éste le hablaba, observó la estancia y ubicó la carta, entonces la sustrajo sin que el ladrón lo advirtiera en el transcurso de la conversación y aprovechando un despiste del ministro, la reemplazó por otra idéntica y de contenido inocuo para la reina.

Poe desvela al lector la técnica usada por el detective para encontrar la carta, que consistía básicamente en colocarse en la mente del autor de los hechos, no en interpretar los hechos desde una posición mental que incluye la creencia de que para ocultarla debía de haber pensado en diferentes sitios fuera de la vista.

Una vez resuelto el enigma. La situación de poder entre las dos partes enfrentadas en el cuento varía notablemente.

Lacan en el seminario que en 1956 realizó sobre “La carta robada” distingue tres miradas:

  1. Miradas que no ven nada: el Rey y la policía.
  2. Miradas que ven lo que otros no ven: La reina y el ministro D****.
  3. Miradas que dejan al descubierto lo que hay que ocultar: El ministro D**** y Dupin.

La mirada sobre la realidad es clave en la resolución de problemas. Miradas novedosas (y acertadas) no solo logran resolver los problemas que se nos presentan sino que también dan una fuerte ventaja a los que las practican.

Parte de los problemas que nos afectan (económicos sociales y políticos) están sin resolver porque, al igual que la prefectura de Paris en el cuento, nuestra mirada continúa perteneciendo a otro tiempo.

Solo los que se han atrevido a realizar una mirada distinta sobre la realidad están logrando encontrar soluciones y, con ello, cambiar la correlación de fuerzas en el mundo.

Al igual que en el cuento el "mundo del pasado" continua pensando que controla la realidad y atribuye a agentes exógenos y temporales (por ejemplo la climatología) que ésta no se muestre como ellos anticipaban. O peor, piensan que leves cambios en "su realidad" pueden alterar la "nueva realidad" que se nos abre delante. No se han dado cuenta de que la carta ha sido sustituida por otra.

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