Democracia y globalización en el Mundial
Democracia y globalización en el Mundial de Brasil
En las próximas semanas sabremos si España es capaz de mantenerse en la cumbre futbolística mundial. En cualquier caso, nadie puede discutir que “La Roja” se encuentra entre la élite mundial. Países europeos o de América del Sur han ganado todos los Mundiales hasta la fecha. Seguramente no se quebrará dicha racha en Brasil debido a que es bastante improbable que un país africano, asiático, de América del Norte o Central u Oceanía se alce con la victoria.
Aunque se mantenga el dominio europeo y latinoamericano, los 32 equipos que compiten en Brasil son un fiel reflejo del avance de la democracia, la economía de mercado y la consolidación de las economías emergentes. Siempre he detestado los regímenes dictatoriales (comunistas o fascistas) que mediante una mezcla de dopaje, reclutamiento forzoso de jóvenes con potencial deportivo e inversiones desproporcionadas en deporte utilizan sus éxitos con fines propagandísticos. Podemos celebrar que 28 de los 32 países con selecciones en Brasil son democracias (siendo Rusia, Irán, Argelia y Camerún las excepciones).
España tiene difícil repetir la hazaña de 2010. Pero nos podemos consolar examinando el altísimo nivel económico, geopolítico y demográfico de nuestros rivales. Todos los integrantes del G7/G8 (exceptuando Canadá) están presentes en Brasil. Las cuatro primeras potencias económicas de la UE por volumen de PIB (Alemania, Francia, Reino Unido/Inglaterra, Italia) y las tres primeras de la eurozona (Alemania, Francia e Italia) han conseguido asimismo llegar a la fase final. Son diez los estados o naciones (Inglaterra) pertenecientes a la UE presentes en Brasil, con un buen equilibrio entre septentrionales (Alemania, Inglaterra, Países Bajos, Bélgica) y mediterráneos (Francia, España, Portugal, Grecia y Croacia). Siete integrantes de la eurozona se han clasificado para la fase final.
Asia aporta al Mundial la tercera potencia económica mundial (Japón) y un país – Corea – que en 1950 era más pobre que Brasil pero hoy la dobla en PIB per cápita. África concurre al mayor espectáculo futbolístico mundial con su primera potencia económica por volumen de PIB (Nigeria), una democracia consolidada con un nivel de desarrollo destacado (Ghana, séptima en África en PIB en paridad de poder adquisitivo), una dictadura estable situada entre las diez primeras economías subsaharianas en PIB por paridad de poder adquisitivo (Camerún) y Costa de Marfil.
América del Sur está representada por sus tres mayores potencias económicas (Brasil, Argentina, Colombia) y seis de sus nueve mayores economías por volumen de PIB (las anteriores más Chile, Ecuador y Uruguay).
China e India -- países sin tradición futbolística -- son las grandes potencias ausentes en Brasil. Sin embargo, trece de los veinte miembros del G20 sí compiten por proclamarse campeones del mundo el 13 de julio en Rio de Janeiro. España -- con un PIB de 1,3 billones de dólares -- es la decimotercera mayor potencia económica mundial. De los doce países que nos superan, únicamente China, India y Canadá no están presentes en Brasil. Entre los veinte países con un mayor volumen de PIB según datos del FMI de 2013, catorce se han clasificado para el Mundial.
Son muchos los factores que determinan el éxito de los países en distintos deportes: riqueza, desarrollo económico e institucional, demografía, clima y tradición. Los países escandinavos y Canadá, por ejemplo, ocupan lugares destacados en el medallero de los juegos olímpicos de invierno pero no son competitivos en fútbol.
La economía de la posguerra fría se caracteriza por sus múltiples polos de crecimiento. Pero la globalización del fútbol no se ha traducido en un mayor número de países con posibilidades reales de ganar un Mundial. Solamente ocho países han ganado los diecinueve Mundiales disputados desde 1930. Pase lo que pase, España ya es miembro vitalicio de dicho ilustre club.