BNP Paribas, en el ojo del huracán
BNP Paribas, el mayor banco francés por capitalización bursátil, se encuentra en el ojo del huracán. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) anunció ayer que ha puesto bajo vigilancia a este gigante financiero, con la posibilidad de bajarle la nota, en espera de la decisión de la justicia estadounidense, que estudia imponer al banco francés una sanción de 10.000 millones de dólares (7.300 millones de euros).
S&P indicó en un comunicado que en un plazo máximo de 90 días decidirá si mantiene la calificación de “A+” para la deuda a largo plazo de BNP Paribas o si la reduce en un escalón a “A”.
La agencia de rating hizo notar que por ahora se desconocen tanto la naturaleza como la cuantía de las eventuales sanciones a la entidad financiera francesa por haber realizado operaciones en dólares con países objeto de embargo internacional, como Irán, Sudán o Cuba. Sin embargo, varios medios estadounidenses han apuntado que podría llegar a 10.000 millones de dólares.
La firma de rating recordó ayer que aunque BNP insiste en que su operativa no infringió la normativa de los países donde se efectuó sí ha reconocido que podría ser considerada irregular en Estados Unidos.
Tanto la multa que le puede acarrear como otro tipo de medidas –se habla de restricciones a sus negocios en Estados Unidos– podrían afectar a su solvencia y a su capacidad crediticia. Por eso, S&P tomará una decisión cuando se conozca el resultado de la investigación.
La posible sanción récord a BNP Paribas (la mayor impuesta a un banco en Estados Unidos se aplicó en 2013 a JPMorgan, y ascendió a 13.000 millones de dólares) se ha convertido en un contencioso político entre París y Washington del que el presidente de Francia, François Hollande, tiene intención de hablar hoy con su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el encuentro que mantendrá en la capital francesa la víspera de las conmemoraciones del 70 aniversario del desembarco de Normandía.
El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, advirtió de que “si todas las autoridades estadounidenses no tratan a BNP Paribas de forma justa, Francia reaccionaría firmemente para proteger sus intereses fundamentales”.
Sapin considera que una multa de 10.000 millones de dólares sería injusta, y que los hechos que están en el objetivo de la justicia estadounidense no eran considerados ilegales en Francia o en Europa.