Los contras de GoPro
El fabricante de cámaras de alta definición portátiles GoPro se presenta como una marca emergente de cara a su salida a bolsa. Es un truco inteligente dada la duración limitada del hardware de este tipo de fotografía, pero podría llevarle fácilmente a una estrepitosa caída.
Sus cámaras se fueron haciendo más fiables y el crecimiento de los medios sociales hizo que fuera más fácil para los aficionados publicar videos de emociones saltos o percances en bicicleta. GoPro convenció a personalidades como el snowboarder Shaun White para usar su herramienta y el resultado fue una publicidad viral y un crecimiento del 87% el año pasado hasta casi lograr mil millones de dólares en ventas con una rentabilidad consistente.
Pero los rivales podrían convertirse fácilmente en un problema. GoPro tendrá que lidiar en el futuro con la reducción de componentes electrónicos y precios que supondrá la incorporación de esta tecnología a gafas y otros equipos como teléfonos móviles.
La creación de marca, por lo tanto, tiene mucho sentido. Por ahora, el nombre GoPro es es sinónimo de cámaras para cascos, lo que le da la ventaja del primer movimiento. A más largo plazo, quiere ampliar su red. Aunque sus 1,8 millones de suscriptores de YouTube y sus 2 millones de seguidores Instagram no generaron ningún ingreso el año pasado, es fácil ver a los vendedores queriendo llegar a estos adictos a la adrenalina. El nombre GoPro también podría funcionar en otros productos y servicios.
El fabricante de cámaras fue valorado en más de 2.000 millones de dólares hace dos años. Apple, por su parte, pagó cerca de dos veces y media los ingresos de Beats, otra empresa con aspiraciones más allá del hardware de marca. Aunque GoPro no tiene un comprador rico en este momento, el mismo múltiplo dejaría su valor en alrededor de 2.500 millones de dólares. Eso sugiere que GoPro tendrá que abrazar sus raíces en el hardware para evitar una valoración a la baja.