Una inversión de futuro
La internacionalización de las empresas españolas es un fenómeno que va en aumento, en buena parte como consecuencia de la necesidad de buscar nuevos mercados y de escapar de una demanda interna que continúa sin despegar. Un reflejo de ese fenómeno son los datos que ha hecho públicos el Instituto de Crédito Oficial (ICO) sobre los fondos que ha movilizado la Línea Exportadora: 1.500 millones de euros hasta mayo. Esta línea de crédito, dedicada a ayudar a la internacionalización del tejido empresarial, es la que más ha crecido en los últimos tiempos en el ICO, hasta el punto de que el organismo tiene previsto impulsar este año una nueva línea de financiación a la exportación a medio y corto plazo. Según datos del ICO, el 20% de la financiación otorgada este año se ha dirigido a operaciones exportadoras, más de 7.500 millones en total. No es ningún secreto, sino una realidad evidente, que el sector exterior ha sido uno de los pilares que ha sostenido la economía española durante esta crisis y que más ha contribuido a sacarla de la recesión. Se trata de una fortaleza estratégica clave para la recuperación plena de la actividad económica. Por ello, facilitar financiación a un sector con ese potencial es una inversión de presente y futuro.