La banca se afana en recuperar la confianza de los clientes
Si hubiese que hacer un ranking de las palabras que más pronuncian en sus discursos los directivos del sector financiero saldría la primera confianza. Las principales entidades españolas coincidieron el viernes en que recuperar la confianza del mercado y de sus clientes es el principal reto al que se enfrentan una vez que han superado la crisis económica y han pasado por un drástico proceso de saneamiento, que en el caso de los bancos tradicionales les ha supuesto una inyección de fondos propios en seis años de 60.000 millones.
La vicepresidenta del consejo de supervisión del Mecanismo Único y miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Sabine Lautenschläger, aseguró el viernes en Madrid que las nuevas pruebas de solvencia a los que se someterá la banca europea en octubre “necesitan ser un éxito” para que los bancos recuperen la confianza de mercados, inversores y clientes. Es por esta razón por lo que estas pruebas serán más rigurosas y exhaustivas que las anteriores. Lautenschlägerl, que el viernes por la tarde se reunió con los consejeros delegados de los bancos españoles en el Banco de España, explicó que estos test de estrés deben ayudar a que la banca pueda reducir sus costes de financiación para volver a centrarse en su actividad principal, que es dar créditos.
Lautenschlaeger, que participó en unas jornadas organizadas por Expansión y KPMG, añadió que sería “de suma importancia responder rápidamente, rigurosamente y de forma consistente cuando haya faltas significativas de capital” en una entidad financiera una vez se conozcan los resultados de las pruebas a finales de octubre. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, por su parte, se mostró “confiado” en que los bancos españoles “están preparados” para encarar la revisión de activos y las pruebas de estrés del BCE.
El nuevo presidente de la AEB, José María Roldán, también centró su primera comparecencia pública en lanzar mensajes positivos del papel jugado por los bancos durante la crisis económica y la nefasta gestión de una gran parte de las cajas de ahorros, a las que, como todos los banqueros, culpó de una gran parte de la mala reputación del sector financiero. Aseguró que entre las “dificultades a las que se enfrentan los bancos, se encuentra el daño que la crisis ha ocasionado a las franquicias bancarias (...). Pero debemos pedir, con humildad y también con insistencia, que no se realicen simplificaciones y generalizaciones de la actuación de las entidades bancarias durante la crisis”, subrayó. Añadió que “no hay una sola economía pujante que no tenga detrás un sistema financiero sólido y rentable”, y si los bancos “no tienen beneficios, la economía sucumbe. En su defensa de los socios de la AEB, Roldán fue más lejos: “los bancos españoles han sido en España un elemento de estabilidad durante la crisis”.
Los representantes de la gran banca también reconocieron que su principal reto es devolver la confianza al sector.