Los piratas bajistas nunca mueren
Hay una bandera negra en los mercados con una calavera blanca. Un peligro oculto que llega desde el bastión alcista de Wall Street. Puede poner el riesgo todo el gran avance de los toros en Europa.
Finalizamos hoy con Wall Street esta serie de tres análisis sobre lo acontecido en los últimos 30 días, junto a las perspectivas para meses vista. Mucho se ha escrito en lo que va de año sobre la probabilidad de una gran corrección en los selectivos americanos. La inagotable y kilométrica tendencia alcista de más de cinco años de duración, ha venido siendo objeto de no pocas advertencias por parte de gran número de analistas y prestigiosos inversores. Pero lo cierto es que hasta el momento, mirando sus gráficos, tan sólo la tecnología es la única que puede inquietar temporalmente la vigorosa ascensión que llevan a sus espaldas.
Si uno utiliza las velas a la hora de tomar decisiones de inversión, lo primero que debe aprende es no llevar la contraria a los mercados. La tendencia es tu amiga dicen en este complicado mundo. Es un principio tan simple que hasta los más brillantes lo acaban olvidando. Dada la extensa longitud de los gráficos de Wall Street, muchos empiezan a especular a cada nuevo máximo con la idea un techo y una gran corrección. ¿Por qué? Verá tantos razonamientos como colores. Pero el chartismo se basa en un solo argumento, los movimientos y pautas del precio o cotización sobre el gráfico. Este no les apoya de momento al otro lado del Atlántico y sus turbios escenarios correctivos fracasan una y otra vez en el tiempo. El mercado corrige las alzas como es natural y sano, dibujando mínimos crecientes y volviendo a marcar nuevos máximos posteriormente.
Una tendencia tan poderosa como la que llevan desarrollada los índices americanos, necesita un gran figura de vuelta para hacer creíble su término, ya sea temporalmente o definitivamente. Además deben trazarse más de dos mínimos y máximos decrecientes relativos en un gráfico de medio plazo (velas semanales). Entonces usted dirá; cuando eso ocurra será muy tarde y ya habrá descendido más de un -20%. Ese el gran problema de invertir en tendencia y porqué es tan importante entrar cuando se dan las primeras señales de su inicio o se retoma la propia tendencia. ¿Cree usted que a los inversores que entraron en los 1.250 puntos del S&P 500 les preocupan estas serias advertencia de corrección? Probablemente de momento no. Tan sólo estarán vigilando al Nasdaq y ahora veremos porqué.
El único riesgo para la renta variable, el Nasdaq.
Antes de entrar en el gráfico del Nasdaq Composite vamos a señalar una cuestión que ya hemos comentado en alguna ocasión. Una extraordinaria tendencia como la trazada en la tecnología, con un extenso y vertical canal alcista, sin grandes correcciones ni estridencias, es una gran señal de fortaleza y salud de la misma. Si usted ve un corredor de maratón que en los primeros 10 kilómetros va con lengua fuera y dando trompicones, piensa claramente que no tiene fondo ninguno para ese tipo de prueba, Sin embargo, si ve a otro tras 40 kilómetros, fresco y manteniendo su buen ritmo, piensa todo lo contrario. ¡Qué fuerte está este atleta! En los gráficos sucede algo similar.
Desde finales de 2012 que se inicia el último gran impulso en el Nasdaq y una vez testeados en dos ocasiones los máximos de los años 2007/11, ha ascendido desde los 2.810 a los 4.373 puntos. Es sencillamente espectacular. Ya en marzo inició una corrección que en principio no parecía muy seria. Dos soportes horizontales clave teníamos para el corto plazo. Los 4.200/180 puntos en primera instancia. Y el más importante en los 4.000/3.968 puntos que coincidía con la importante media móvil de las 200 sesiones de gráfico diario.
El primero se perdió en marzo como así citamos en su momento. Tras un intento de reestructurarse al alza, la corrección de abril le llevó al segundo soporte el día 15. Alcanzó mínimos en los 3.946 puntos para terminar cerrando sesión ese día en los 4.034 puntos. Dejó trazado un esbelto doji en pleno soporte horizontal y junto a la media móvil de 200 sesiones. Esa figura potencialmente alcista señala un zona clave. Si el Nasdaq pierde estos niveles, dará el primer serio aviso de posible agotamiento a su gran tendencia. Trazaría el primer mínimo decreciente relativo y perdería definitivamente la directriz acelerada del medio plazo.
Sería sólo un aviso para la tendencia, pero trae un grave problema añadido. Hay una posible y peligrosa figura que puede estar desarrollando en el corto plazo desde finales del pasado año. La más letal por su efectividad e incierta profundidad, un HCH cuya clavicular marca los 3.968 puntos. Se la muestro en el gráfico de hoy. Podría terminar también siendo una extensa bandera de consolidación, pero eso de momento no lo sabemos. Atentos por tanto a las próximas semanas en la tecnología. Si pierde los últimos mínimos, confirmaría esa figura. Tiene una proyección mínima a la baja de 400 puntos. Le mandaría hacia los 3.500 puntos, por debajo de la parte inferior del canal alcista del medio/largo plazo. Pueden ser muchos más si estamos ante un gran techo temporal en la gran tendencia. Se sabe como empieza un HCH pero no como termina. Este escenario marcaría una comprometida divergencia, incompatible con más subidas en el resto de renta variable. Ya sabemos que la tecnología suele adelantarse en los grandes movimientos.
El extenso doji en soporte clave de mediados de abril, provocó una parada en seco de los descensos. El posterior ataque alcista no pudo superar el antiguo soporte de los 4.200/180 puntos. Hizo de resistencia por el principio de polaridad. Detuvo al Nasdaq Composite en los 4.185 puntos. Desde entonces, intenta superar la directriz bajista desde máximos que le viene frenado. No habrá señal de fortaleza de los toros hasta superar los citados 4.200 puntos. Ayer cerró en los 4.051 puntos con un descenso del -0,40%.
Dow Jones y S&P 500 no secundan a la tecnología
Este comprometido escenario bajista que plantea el Nasdaq no encuentra apoyo de momento en sus dos homólogas de parqué. La corrección de mediados de abril provocó que tanto el Sargento de Hierro como el General Custer visitaran los primeros soportes relevantes del corto plazo. A diferencia de la tecnología, resistieron con solvencia y ambos selectivos volvieron a zona de máximos históricos para intentar proseguir con la subida libre absoluta.
El Dow Jones tiene su soporte clave del corto plazo sobre los 16.000 puntos. En abril, el contraataque bajista se detuvo en los 16.015 puntos. Marca la parte alta del canal lateral alcista que a finales del año pasado fue superado tras un prolongado combate entre alcistas y bajistas en 2013. Por tanto, mientras el selectivo de las grandes empresas americanas no pierda ese nivel, no habrá mayor problema en su gráfico. Ayer cerró sobre los 16.550 puntos con un ascenso del +0,20%, tras rozar de nuevo los máximos históricos.
Por su parte, el S&P 500 hizo lo propio en su primer soporte relevante del corto plazo en los 1.800/20 puntos que coincide con su directriz acelerada. Mientras lo mantenga, el General Custer no dará ninguna señal que ponga en duda su gran tendencia, ni la visita al siguiente soporte sobre los 1.740 puntos. En las últimas sesiones, como su homóloga, intenta batir los últimos máximos históricos sobre los 1.897 puntos. Ayer cerró en los 1.875 puntos con un descenso del -0,14%.
Hasta aquí estos tres breves resúmenes junto a las perspectivas de la renta variable global de cara al verano. Volvemos el próximo martes, retomando ya el pulso diario a los mercados. Les deseo un feliz fin de semana y un buen cierre semanal.