British Petroleum (¿y gas?)
La compañía británica de gas y petróleo BG tiene todas las características para convertirse en objetivo de una oferta. La especulación ha girado en torno a las grandes compañías petrolíferas como Exxon Mobil o Shell. Pero BP podría ser la más tentada.
En realidad, BG es el tema perenne en las conversaciones sobre adquisiciones. Una serie de recientes bajadas de producción ha asustado, sin embargo, a los inversores. Ahora están apareciendo nuevas quinielas de OPA después de que el consejero delegado de BG renunciara inesperadamente a principios de esta semana. BG aseguró que quiere “acelerar la creación y entrega de valor a largo plazo”. Eso podría incluir la venta de activos en Brasil, joya de la corona de la compañía, o tal vez su propia venta.
BG, con un valor en mercado de 69.000 millones de dolares, cotiza al mayor descuento de sus competidores respecto a su valor en libros, según estimaciones de Deustche Bank. Exxon, Shell y Chevron tienen capacidad de pagar en efectivo. Pero ahora están más enfocados en mejorar la rentabilidad para el inversor.
El tamaño de BP es más del doble del de BG, y un acuerdo podría catapultar a la empresa más grande a un valor de mercado cercano al de Shell de 186.000 millones de euros. También diluiría la dependencia de BP en Rusia, que representa casi un tercio de la producción, y le daría una mayor presencia en el gas natural líquido. Una compran con acciones –BG y BP tienen inversores similares– sería más simple que una transacción transfronteriza.
Hay obstáculos. BP está ocupado con la venta de activos, y todavía tiene un riesgo legal significativo en Estados Unidos a raíz del derrame de petróleo de Macondo hace 4 años. El ahorro parece limitado: un gestor de fondos bromeó con que la única sinergia se encuentra en la letra B. Sin embargo, que BP pueda ser considerado un depredador muestra su recuperación desde el 2010.