Bluemove cierra una alianza con Kia para triplicar su flota
Bluemove es una empresa de alquiler de coches para los que no quieren tener coche. Su idea es que el usuario utilice el vehículo solo el tiempo que lo necesita y pague por horas y kilómetros realizados. “Nuestro ideal es que haya menos coches en el centro de las ciudades, que se utilice más el transporte público o la bicicleta para los desplazamientos urbanos y que, para cuestiones puntuales, como ir a una reunión a un municipio fuera de la capital, se utilice un coche de carsharing como el nuestro”, explica Gabriel Herrero, presidente y cofundador de Bluemove.
Así, es posible que varios clientes utilicen el mismo automóvil el mismo día y de ahí el apelativo de coche compartido (carsharing) aunque la propiedad del auto solo sea de Bluemove. En el coste final, van incluidos los costes de gasolina, mantenimiento, seguro y parking con lo que el conductor se despreocupa. “Y lo que paga es mucho menos de lo que supondría prorratear los gastos de un coche propio”, señala Herrero. La única pega es que, aunque hay bastantes puntos de Bluemove en Madrid y Sevilla (las ciudades en las que está implantado el servicio), el coche hay que devolverlo allí donde se cogió. “Si no, incentivamos el uso intensivo del vehículo, para ir a trabajar, por ejemplo, y ese no es el objetivo”, explica Herrero.
Herrero y sus socios Jorge González Iglesias y Alejandro de León montaron Bluemove hace cuatro años con el apoyo del fondo Creas, que financia proyectos de impacto social y ambiental y de varios business angels. “Es un negocio muy intensivo en capital, sobre todo al principio, cuando hay que comprar los coches e instalar toda la tecnología”, dicen.
Bluemove acaba de cerrar una alianza estratégica con Kia para la adquisición favorable de 140 coches del fabricante, que permitirán una capilaridad mayor de la empresa por Madrid y Sevilla. Pasarán de tener 60 coches en flota a unos 170 vehículos (porque algunos se sustituirán) y su objetivo es alcanzar los 200 a finales de año, lo que les permitirá duplicar también su facturación, hasta superar el millón de euros. Sus ingresos han crecido en un año un 350%, hasta los 500.000 euros.
En la misma línea quieren hacer crecer su base de clientes, pasando de los 7.000 actuales hasta unos 15.000 usuarios de carsharing. Con este impulso, estudian entrar en “una tercera ciudad española este año”, apunta Herrero sin precisar más, con el interés de llegar en un futuro a todas las principales ciudades de España como Barcelona, Valencia o Málaga.
La empresa lanza esta semana además un nuevo sistema de afiliación nuevo en el mundo en el que busca “conectores” de su servicio en los barrios. La idea es que una persona pueda adquirir un vehículo Kia a través de Bluemove con un contrato de renting por unos 50 euros al mes, con la condición de que el propietario comparta este vehículo con sus vecinos registrados en Bluemove. La gasolina, el mantenimiento, la limpieza y el seguro del vehículo también están incluidos en el pago mensual a Bluemove. El usuario se encarga del estacionamiento del vehículo.