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Tribuna
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Se alquilan oficinas, llega la recuperación

Muchos analistas coinciden en señalar que 2014 puede pasar a la historia como el año en el que el ciclo económico, por fin, empezó a invertir su tendencia. Y si hay un indicador que supone un magnífico termómetro de la recuperación económica es el del comportamiento del sector inmobiliario de oficinas, cuya dinamización de los últimos meses nos invita a pensar en positivo.

La consolidación en la dinamización de este sector se producirá cuando las empresas, que son quienes venden los productos y servicios a los ciudadanos, eliminen su excedente y necesiten ampliar la capacidad productiva. Y parece que este escenario está muy cercano, como demuestran los índices de confianza del consumidor, que está aumentando en los últimos meses después de varios años de caída en picado.

Se trata de una espiral de confianza que se empieza a reactivar. Si los consumidores están dispuestos a consumir más, las empresas aumentarán su producción y las expectativas de crecimiento de la demanda plantearán una ampliación de su capacidad productiva para satisfacer la nueva demanda. Y el incremento de capacidad productiva implica contratar más empleados, que necesitan espacio para trabajar.

El frenesí inversor al que estamos empezando a asistir denota una incipiente reactivación del mercado y es un fiel reflejo de que estamos en el momento del cambio de ciclo económico. ¿Por qué quieren comprar los inversores? Simplemente, porque estamos muy cerca de tocar fondo en términos de reajuste de rentas y tratan de aprovechar la próxima tendencia creciente del ciclo y mejorar el retorno de su inversión a través del alza en las rentas y una consecuente revalorización de su activo.

Por el lado del inquilino también se está produciendo un cambio. Todo nos indica que estamos ante una buena oportunidad para cambiar de oficina, siempre y cuando no tengamos obligados cumplimientos u otro tipo de cláusulas que puedan lastrar nuestra relocalización. Para las empresas usuarias de oficinas es el momento de buscar mejores ubicaciones a un mejor precio, y los inquilinos lo saben. El mercado de arrendamiento se está reactivando en los últimos meses, pero aún nos queda la consolidación. En 2013, el precio de demanda de oficinas ya empezó a recuperarse en Madrid, donde repuntó un 7%, mientras que en Barcelona, aunque el precio todavía siguió cayendo el año pasado (en el entorno del 4%), parece que el cambio de tendencia también se hará realidad en los próximos meses.

Como decíamos, las empresas se están moviendo para ocupar oficinas de calidad y bien ubicadas. De momento, las que cambian lo hacen por motivos únicamente pecuniarios, bien por la reducción de costes generales o por el coste de oportunidad que supone estar en zonas mejores por un coste similar. Ahora se está produciendo la migración empresarial desde puntos peor ubicados a otros en mejores zonas. Pero para que se constate el cambio de ciclo en el sector inmobiliario tiene que llegar lo que llamamos absorción neta positiva. Esto es, que las empresas se reubiquen en un punto con más espacio del que tenían. Bien porque lo necesitan, o porque tienen expectativas de ampliar su plantilla en el corto plazo. Y ese momento parece que está cada vez más cerca.

De momento, la mejora en la productividad de las empresas españolas (aunque aún lejos de la media europea y por supuesto estadounidense) implica que el primer tirón de la demanda de productos se podrá cubrir con la producción de las plantillas actuales. Pero llegará un momento, y esperemos que se produzca más pronto que tarde, en que será necesario contratar.

Ya hemos dejado atrás la recesión, pero nuestra economía necesita crecer por encima del 1% del PIB para empezar a generar empleo neto. Esperamos llegar a éste punto cuanto antes y que, poco a poco, las aguas vuelvan al cauce del crecimiento sostenido, y sostenible, que todos deseamos desde hace demasiado tiempo.

Carlos Gorostizaga es Director Comercial de misoficinas.es

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