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El mercado de materias primas, en alerta por la crisis

¿Cuáles serían las consecuencias económicas de un conflicto en Ucrania?

Soldados en un vehículo de combate de infantería toman posiciones en las afueras de la ciudad de Kramatorsk (región de Donetsk), Ucrania.
Soldados en un vehículo de combate de infantería toman posiciones en las afueras de la ciudad de Kramatorsk (región de Donetsk), Ucrania.ANASTASIA VLASOVA (EFE)

El inicio de las operaciones militares del ejército ucraniano en el este del país y la toma de nuevos edificios oficiales por parte de activistas prorrusos como la del Ayuntamiento de Donetsk han elevado la incertidumbre en el país. Mañana jueves se celebrará en Ginebra una reunión entre representantes de Rusia, Ucrania,Estados Unidos y la Unión Europea. La posibilidad de alcanzar una solución diplomática al conflicto depende en gran medida del éxito de este encuentro. La canciller alemana,Angela Merkel, dijo ayer que esta cumbre es un “paso en la dirección correcta” para la distensión del conflicto ucraniano.

Los analistas de Barclays Capital afirman en un reciente informe que la última escalada de tensión en el sureste de Ucrania aumenta las posibilidades de futuras sanciones contra Rusia, mientras que la presencia de un número significativo de tropas rusas en la frontera con Ucrania mantiene el riesgo de una intervención armada. Las posibles sanciones de Occidente a Rusia y las hipotéticas represalias de Moscú, afirman los expertos, podrían dañar las relaciones comerciales con aquel país, especialmente destacadas en países europeos como Alemania.

“Aunque este riesgo ha aumentado en los últimos días, seguimos creyendo que hay poca justificación para una intervención militar”, aseguran desde el departamento de análisis de la entidad británica. Los ciudadanos de etnia rusa representan solo el 30% o el 40% de la población del este de Ucrania, así que la situación es diferente que en Crimea, donde la población rusa era del 70%.

Hoy, blindados y vehículos de combate ucranianos tomaron posiciones en la ciudad de Kramatorsk, situada en la región de Donetsk, donde el martes se registraron los primeros enfrentamientos entre fuerzas ucranianas y las milicias prorrusas. Además, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció que reforzará de forma inmediata la defensa colectiva de los miembros de la Alianza con el despliegue de recursos por “tierra, mar y aire” en los países del este de Europa, ante la crisis entre Rusia y Ucrania.

Una encuesta del instituto de Sociología de Kiev indica que el 68% de la población del este de Ucrania está en contra de que las fuerzas militares rusas entren en el país. Sin embargo, Rusia está claramente presionando hacia el federalismo en Ucrania y una significativa autonomía para las regiones del este para tener más control sobre el país y complicar cualquier futura negociación con la UE y la OTAN.

Desde Barclays recuerdan que Estados Unidos ha amenazado con sanciones a sectores concretos de la economía rusa en el caso de una intervención militar en el este. Esto perjudicará a la débil economía rusa, así como a bancos y compañías de aquel país.

La mera amenaza de nuevas sanciones ralentiza su economía. Ha habido muy poca actividad en los mercados de capital de Rusia desde que empezó el conflicto con Ucrania, mientras que las salidas de fondos del sector privado ascendieron a los 52.000 millones de dólares en el primer trimestre del año, casi el doble de los 27.000 millones del trimestre anterior.

La escalada de tensión en la zona llega en un momento delicado para las economías de Rusia y Ucrania. Este país se vio forzado a solicitar al FMI, EEUU y a la UE una asistencia financiera que podría alcanzar los 27.000 millones de dólares (19.500 millones de euros) en los dos próximos años. Su precaria situación financiera también afecta a la deuda que mantiene con Rusia por el gas que importa del país vecino y que las autoridades rusas cifran en 2.000 millones de dólares, tras suspender las autoridades rusas la rebaja que aplicaban al precio de este hidrocarburo. Mientras, la economía rusa se enfrenta a una desaceleración. La semana pasada, el FMI revisó a la baja sus previsiones. En concreto, prevé que crezca un 1,3% este año (seis décimas menos que su anterior estimación) y un 2,3% en 2015 (dos décimas menos).

Materias primas

El conflicto en Ucrania mantiene en alerta al mercado de las materias primas. El oro, tradicional valor refugio, aumentó su precio el lunes tras conocer las revueltas en regiones del sureste del país, donde fuerzas prorrusas se han hecho con el control de sedes oficiales, aunque después ha corregido.

Pero el efecto de estas tensiones sobre las materias primas va más allá de los metales preciosos y su rol como activo seguro en momentos de tensión. Así, el equipo de analistas de ETF Securities ha elaborado un estudio sobre las posibles repercusiones de un recrudecimiento del conflicto en distintas materias primas.

Por ejemplo, el 43% de la oferta de paladio proviene de Rusia y “la escalada del conflicto podría reducir este porcentaje significativamente”, lo que podría generar un déficit entre la oferta y la demanda, ya que esta última se mantiene alta por la fuerte demanda del sector automovilístico. Por otro lado, el trigo también podría verse perjudicado por el aumento de la tensión. Los expertos de ETF Securities destacan que Rusia y Ucrania producen el 10% de la oferta global de trigo y el 17% de las exportaciones mundiales.

“La previsión actual del Departamento de Agricultura de EE UU (USDA) de un crecimiento de un 49% interanual de las exportaciones de Rusia y Ucrania, parece optimista si finalmente se imponen las sanciones agresivas”, aseguran. Ucrania es el sexto mayor exportador mundial de trigo y el tercero de maíz. Además, Rusia es uno de los tres mayores exportadores de petróleo y un 30% del gas que consume Europa procede de Rusia. La mitad de ese porcentaje pasa por Ucrania.

 

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