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Europa quiere aplicar una nueva caída del precio del 30%en los test de estrés de la banca

El 'road show' de José María Roldán por los grandes bancos

El ya ex director general de regulación del Banco de España, José María Roldán, se estrenará en estos días en el delicado juego del lobby bancario europeo. Su primer objetivo: intentar que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) flexibilice su intención de imponer a España un escenario macroeconómico de crisis para los test de estrés que realizará en otoño. El segundo reto: que la voz de la banca española gane peso en la supervisión única europea que a partir de noviembre realizará el BCE.

Roldán tomará el próximo 22 de abril las riendas de la patronal de la banca, la AEB. Sustituirá ese día a Miguel Martín, que dejará el cargo tras haber sido ocho años el portavoz de la banca española ante las instituciones gubernamentales, supervisoras y empresariales españolas e internacionales. Ese día la AEB celebrará su asamblea general, acto en el que está previsto el relevo, tras lograr que el Ministro de Economía, Luis de Guindos, aceptará este nombramiento una vez resueltas las diferencias con la banca.

Guindos criticó la candidatura de Roldán como presidente de la AEB al considerar que un exdirector general del Banco de España no podía pasar en solo seis meses de regulador a representar y defender los intereses del sector al que había supervisado durante 13 años.

Pero la posición del ministro no contó con el apoyo del resto del Gobierno. Incluso el presidente, Mariano Rajoy, consideró que había otros problemas más importantes en España que el nombramiento del presidente de la AEB.

El ministro, así, enterró sus recelos, que según comentan en los círculos financieros, tienen su origen en un descuido de la banca, que no cuido el protocolo, y más en concreto, del presidente de Santander, Emilio Botín. Al parecer, el protocolo no escrito establece que sea el número uno del principal banco quien tenía que haber comunicado a Guindos el nombre del candidato elegido por el sector para sustituir a Miguel Martín. Pero en este caso, fue Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente segundo de Santander, el encargado de transmitirle la noticia. Y de ahí viene todo el malentendido, ya, de hecho, olvidado, algo que ha agradecido la banca.

De momento, Roldán ha aprovechado estos días desde que la banca reiteró que su candidato era el exdirector general del Banco de España en marzo, hasta ahora para visitar uno a uno a los presidentes y consejeros delegados de los bancos asociados a la AEB. En estas reuniones Roldán ha explicado a sus ya colegas sus inquietudes sobre el futuro del sector. Entre ellos, están las próximas pruebas de resistencia a los que se someterán las entidades europeas previsiblemente en octubre o noviembre.

Y es que parece que la EBA quiere imponer un escenario macroeconómico de crisis para estas pruebas. Las entidades financieras españolas se rebelan contra la pretensión del supervisor europeo. Aunque en público le restan importancia.

En estos próximos test de estrés la EBA escenificará dos escenarios: el real y el adverso o estresado para los tres próximos años (2014 a 2016). Para realizar el primero la EBA y el Banco Central Europeo (BCE) tendrán en cuenta las previsiones macroeconómicas de cada país y, sobre todo, las de la Comisión Europea. Otra cosa es el escenario estresado. En cada país se impondrán unos hipotéticos datos macroeconómicos diferentes. El problema es que serán muy distintos, según la visión que tengan de cada Estado.

Para España la EBA pretende imponer una tasa de paro del 32% en 2016 en el escenario adverso, algo cuyas probabilidades de cumplirse son ínfimas, ya que antes el país estaría en quiebra. Otra dura exigencia que quiere imponer es una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 6% en el escenario adverso en 2016. Y el tercer escenario que reclama es que la banca estrese su capital hasta reflejar una nueva caída del precio de la vivienda del 30% en los tres próximos años, o lo que es lo mismo, un desplome del 70% desde el inicio de la crisis de la economía española.

Hace algo más de una semana, el 4 de abril, el sustituto de Roldán en el Banco de España, Julio Durán, tranquilizó a los bancos y les explicó que parecía que las negociaciones con la EBA y el BCE iban por buen camino y al final suavizarían estos escenarios extremos. El Gobierno y el Banco de España, además del propio sector, mantienen contactos con la EBA para suavizar estos escenarios. A finales de mes se conocerán los resultados.

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