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El Ibex cede un 0,66% hasta los 10.606,2 puntos

Las claves que impiden al Ibex seguir con la escalada y atacar el 10.700

Personas disfrazadas de comida recorren el parqué de la Bolsa de Nueva York con motivo de la salida a Bolsa de GrubHub Inc.
Personas disfrazadas de comida recorren el parqué de la Bolsa de Nueva York con motivo de la salida a Bolsa de GrubHub Inc.LUCAS JACKSON (REUTERS)

Vuelven las tensiones geopolíticas que sacudieron a las Bolsas hace un mes. El regreso al primer plano del conflicto entre Ucrania y Rusia es uno de los factores que propició que los mercados empezaran ayer con caídas la semana después del festín de los últimos días. A la crisis ucraniana se suman la corrección en compañías tecnológicas estadounidenses, las declaraciones de varios dirigentes del BCE rebajando las expectativas sobre un posible programa de compra de activos y la lógica toma de beneficios tras las fuertes subidas de los últimos días. El Ibex, que llegó a ceder más de un 1%, se dejó finalmente un 0,66%, hasta los 10.606,20 puntos. También caen el resto de principales índices de la región. El mayor descenso del día fue el del Dax alemán, que se dejó un 1,91%, penalizado por su exposición a Rusia.

En el selectivo español, Gas Natural se anotó la mayor subida al avanzar un 1,48%, por delante de Red Eléctrica, que subió un 1,23% y FCC, que se revalorizó un 1,16% tras la entrada indirecta en el capital de la constructora de CaixaBank. En el lado de las caídas, destacan los descensos de IAG (-3,18%), Popular el día de su junta general de accionistas (-2,25%) y Jazztel (-1,98%).

Complicó el comienzo de semana en las Bolsas el recrudecimiento del conflicto entre Rusia y Ucrania, que los mercados habían olvidado. A la muerte de un oficial ucraniano por el disparo de un soldado ruso en Crimea se suman las crecientes tensiones en el este del país. Manifestantes prorrusos declararon ayer la independencia de Donetsk y reclamaron un referéndum sobre la anexión a Rusia para el 11 de mayo. En la ciudad de Lugansk, activistas prorrusos también se hicieron con el control de la sede del Gobierno. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, denunció que Rusia prepara una intervención en el este del país. La Bolsa rusa acusó el aumento de la tensión. El índice Micex, denominado en rublos, se dejó un 2,36% y el RTS, en dólares, un 3,25%. En el mercado de divisas, el rublo se depreció algo más de un 1% en su cambio con el dólar.

La tensión continúa en aumento. El Ministerio de Medio Ambiente de Ucrania estimó ayer que el país ha perdido recursos naturales por valor de 127.000 grivnas (10.800 millones de dólares) por la anexión de Crimea.El país anunció que acudirá a los tribunales para intentar recuperar el dinero.

Un 30% del gas natural que consume Europa procede de Rusia y de él un 50% pasa por Ucrania. De ahí, la importancia estratégica de este país.El Gobierno ucraniano anunció que no pagará la subida del gas anunciada por el gigante Gazprom.Rusia suministraba este recurso a su país vecino a un precio reducido, pero tras las últimas tensiones anuló ese privilegio. Ucrania se encuentra en una delicada situación financiera que la ha llevado a acordar un rescate de 18.000 millones de euros con el FMI.

La vuelta de las tensiones en Ucrania centró la sesión, aunque también aparecieron más piedras en la senda de los mercados.El principal estímulo bursátil de la pasada semana en Europa, la expectativa de medidas no convencionales del BCE, se enfrió algo tras escuchar las declaraciones de dos miembros destacados del consejo de gobierno del organismo, el luxemburgués Yves Mersch y Jens Weidmann, presidente del Bundesbank. Mersch dijo que “la flexibilización cuantitativa es un concepto teórico y hay un largo camino que recorrer para cualquier paso en la práctica”. Por su parte, Weidmann afirmó en otro acto que “sobrecargar la política monetaria es, por supuesto, anatema para el Bundesbank”.

Más amable para los mercados fueron las palabras de Vítor Constancio, vicepresidente del BCE, quien compareció ayer ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. Constancio destacó que el Banco Central estudiará el dato de inflación de abril y analizará su efecto sobre las proyecciones del organismo porque “cualquier shock puede llevar la inflación a terreno negativo” y reconoció que existe inquietud por el bajo nivel de los precios. La posible adopción de medidas extraordinarias del BCE es un gran apoyo, en forma de red de protección, para las Bolsas. Así lo piensa Miguel Ángel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, quien afirma que “los inversores no verán los posibles recortes como un giro del mercado, sino como una oportunidad de aumentar riesgo, por lo que se debería mantener la tendencia alcista”.

La sesión comenzó a la baja en las Bolsas del Viejo Continente por el contagio de las caídas del viernes en Wall Street, que se reprodujeron ayer. Preocupa en especial la debilidad mostrada las dos últimas semanas por las compañías de internet, redes sociales y biotecnológicas. “La mayoría de ellas tenían unas valoraciones difícilmente justificables desde un punto de vista fundamental, a pesar de las fuertes expectativas de crecimiento que presentan sus resultados”, explican desde Link Securities.

Por otro lado, entre las escasas referencias macroeconómicas del día se encontraban los datos de producción industrial en febrero de España y Alemania. En España, la producción industrial creció un 3,1% el segundo mes del año en tasa interanual y en Alemania aumentó un 0,4% respecto al mes anterior.

Resultados en EE UU

Desde el departamento de análisis de Bankinter creen “que esta es una semana propicia para que las Bolsas consoliden niveles y se estabilicen tras el rally de las dos últimas semanas”. Una de las claves bursátiles de la semana será el comienzo de la presentación de los resultados empresariales en Estados Unidos, que hoy estrena Alcoa. El viernes se conocerán las cuentas de los bancos Wells Fargo y JPMorgan. Mientras, el mercado secundario de deuda sigue mostrando un escenario apacible para España y el resto de países de la periferia europea. El interés del bono español a diez años repunta hasta el 3,21%, aunque sigue en niveles mínimos desde 2005, con la prima de riesgo en los 166 puntos básicos, frente a los 159 con los que terminó la semana pasada.

En el mercado de divisas, poco ha durado la depreciación del euro frente al dólar. La moneda única se cambia a 1,374 dólares. Desde Saxo Bank creen que “el par euro frente al dólar estadounidense va a tocar techo en torno a 1,40 para después bajar hasta 1,25 porque el BCE debería actuar en materia de deflación durante el verano”, según explican en su informe de perspectivas para el tercer trimestre.

La deuda española en manos extranjeras roza récord

Los grandes inversores extranjeros volvieron a confiar en la deuda soberana de España en el mes de febrero, cuando adquirieron 1.915 millones, hasta los 295.282 millones en total, según los datos de cartera registrada publicados ayer. La cartera registrada es la cartera a vencimiento ajustada de operaciones temporales, como las repos. La cifra roza los máximos absolutos marcados el pasado diciembre, cuando alcanzaron los 298.139 millones. El análisis en términos relativos no es, sin embargo, tan favorable, puesto que ahora los inversores extranjeros controlan el 42,4% del total de la deuda estatal, cuando en 2010 el porcentaje superaba el 50%. Los bancos españoles, mientras, mantuvieron en febrero su inversión en deuda soberana con una leve variación al alza de 140 millones. La rentabilidad de la deuda a corto plazo, como los bonos a 2 y 5 años, se sitúan en entorno de mínimos históricos. El 10 años está en niveles de octubre de 2005 y muy cerca del récord –por lo bajo– del 3% de septiembre de ese año. La rentabilidad del bono a 10 años concluyó febrero en el 3,5%, y marzo en el 3,2%. Las compras que han motivado esa caída de la rentabilidad se han debido principalmente a las adquisiciones por parte de extranjeros, según fuentes financieras. Desde agosto de 2012, los inversores foráneos han comprado deuda soberana española por más de 103.000 millones, según las estadísticas publicadas ayer por el organismo de financiación del Estado. El mercado espera además que el Tesoro estrene en breve un nuevo bono a 50 años, como anunció el secretario general del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa, el pasado lunes 31 de marzo en una entrevista publicada por CincoDías.

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