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El supervisor reclama al sector europeo valoraciones posteriores al 1 de enero de 2013

La banca deberá retasar su cartera inmobiliaria de cara a los test de estrés

BORIS ROESSLER (EFE)

Los bancos españoles deberán reevaluar su exposición inmobiliaria que forme parte de la muestra de entre el 1% al 20% de las carteras de riesgo sometidas al examen del Banco Central Europeo (BCE) en caso de que la antigüedad de su tasación se remonte más allá de enero de 2013, en línea con las instrucciones incluídas en el manual del proceso de revisión de la calidad de los activos (AQR) que afectará a los bancos de la zona euro.

“La banca española ha estado negociando para que se pudieran reutilizar las valoraciones con ajustes del ejercicio (del estrés test español de 2012) de Oliver Wyman, pero el BCE ha pedido expresamente que se hicieran nuevas tasaciones sobre un muestreo representativo de adjudicados y de las garantías”, dijo una fuente bancaria con conocimiento de las negociaciones.

Hasta ahora, los bancos se habían resistido al proceso, argumentando que las estimaciones anteriores podrían actualizarse ante el temor a un costoso y prolongado reajuste que pudiera desembocar en nuevas provisiones adicionales a las ya asumidas en los últimos años.

Sin embargo, las fuentes consultadas señalan que los reguladores del banco central involucrados en el examen de la calidad de los activos (AQR por sus siglas en inglés) de la banca europea han rechazado tales argumentos y reclaman una revisión actualizada de las carteras inmobiliarias sometidas a análisis.

“Un aspecto clave del AQR en el área de la valoración de colaterales es contar con valoraciones independientes de un tercero y no se aceptan valoraciones anteriores a enero de 2013”, indicó el BCE, que declinó comentar la situación específica de España.

No sólo los bancos españoles se verán afectados y, de hecho, según las fuentes consultadas, las entidades de Alemania habrían presionado en busca de un cierto margen respecto a determinadas cuestiones del examen, al considerar que consumirá demasiado tiempo y podría dañar innecesariamente al sector. POSTURA ESPAÑOLA.

Por su parte, cuatro fuentes del sector bancario e inmobiliario apuntaron que los bancos españoles esperaban que el BCE les permitiera limitar las nuevas valoraciones a propiedades utilizadas como colateral y a viviendas objeto de una ejecución hipotecaria con el fin de reducir costes y tiempo.

En este sentido, el Banco de España habría defendido en sus comunicaciones con el BCE que se dejara a los bancos apoyarse en gran parte en las valoraciones realizadas en 2012 en el marco de los test de estrés realizados en colaboración con Oliver Wyman, que revelaron un 'agujero' de 60.000 millones de euros en el sector, y que serían actualizadas.

Sin embargo, el BCE ha solicitado nuevas valoraciones sobre los activos inmobiliarios que no hayan sido objetivo de una tasación independiente en 2013 y que formen parte de la muestra examinada.

Un de las tres fuentes bancarias consultadas dijo que el BCE había rechazado las peticiones de los bancos españoles, mientras que otros admitieron que las entidades probablemente contraten consultores para analizar parte de sus carteras. Oliver Wyman cobró 10 millones de euros por el examen de la totalidad del sector bancario español en 2012.

“Si seguimos la metodología (del manual del BCE) debería haber nuevas tasaciones y será necesario una especie de taskforce para proporcionar valoraciones externas”, dijo el responsable de riesgos de un banco cotizado.

Por su parte, un portavoz del Banco de España declinó realizar comentarios sobre si se había discutido la cuestión con el BCE, aunque señaló que “el manual del BCE está ahí y debe seguirse”.

Según las reglas del AQR que deberá estar completado para el próximo mes de octubre, se analizarán entre un 1% y un 20% de las carteras de mayor riesgo de las entidades sometidas a examen.

Las fuentes bancarias consultadas explicaron además que del análisis aleatorio de las muestras analizadas de las carteras se hará una extrapolación al resto de la cartera.

En este sentido, representantes del sector bancario expresaron su confianza en que no habrá sorpresas graves, tanto del AQR como de las valoraciones, ya que “la mayoría de las carteras están bien cubiertas con provisiones”.

“Con todo lo que se ha transferido a la Sareb y revisado en los últimos 12 meses existen muchas referencias frescas para cada ciudad y tipo de activos”, señaló otra fuente.

De hecho, uno de los factores más problemáticos para afrontar las reevaluaciones es simplemente la cantidad de trabajo a realizar en un corto periodo de tiempo y algunos bancos sostienen que no podría llevarse a cabo una valoración exhaustiva. “Para nosotros esto va a suponer más tiempo y más gasto”, indicó otra fuente del sector bancario.

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