Ono acelera el ‘rally’ en el mercado de deuda ante el posible pacto con Vodafone
El culebrón en torno a Ono se mantiene. Y los inversores están muy pendientes de cualquier decisión. La empresa mantiene su plan de salida a Bolsa, que se votará en la junta de accionistas prevista para el jueves, si bien todos los acontecimientos se podrían precipitar si antes Vodafone presenta una oferta en firme y es aceptada por los accionistas.
De momento, el mercado de deuda parece estar descontando un gran movimiento corporativo en torno a Ono. Y es que la sombra de Vodafone se cierne sobre la operadora española y los inversores apuntan a que habrá una oferta en firme del grupo británico.
Así, los bonos de la empresa española aceleraron su rally durante el día de ayer. Las emisiones de deuda viva de Ono mantuvieron la racha alcista, y su cotización amplió el diferencial con respecto a su valor nominal. Los bonos de la emisión de 260 millones de euros con cupón del 8,5% y vencimiento en marzo de 2020, se cruzaban este lunes por encima de 121,05 puntos básicos, cuando el viernes pasado se movían en el entorno de los 120,17 puntos. Las obligaciones de la emisión de 1.000 millones con vencimiento en enero de 2018 y cupón del 8,875%, se cruzaban ayer en 109.52 puntos, cuanto el viernes estaban en 109,37 puntos.
Los seguros de impago (credit default swap o CDS) sobre la deuda de Ono bajaron casi 28 puntos con respecto a la sesión del viernes, situándose en el entorno de los 88 puntos, cerca del mínimo histórico de 84 puntos alcanzado en febrero. A principios de 2014, los CDS estaban en 200 puntos y en agosto pasado, cuando empezaron los rumores sobre el posible interés de Vodafone por Ono, se movían estaban en 580 puntos (en 2011 superaron los 1.965 puntos).
Ono tiene una deuda neta de 3.330 millones de euros, de los que en torno a un 77%, corresponden a emisiones vivas de bonos. Fuentes del mercado coinciden en que, con una hipotética compra por parte de Vodafone, sería mucho más fácil la refinanciación, además de ser mucho más probable una mejora del rating, hasta situarse en el escalón del grupo británico. Ono tiene un rating corporativo de B2 con Moody’s y de B+ con S&P. De ser adquirida por Vodafone, que tiene un rating superior (A3 con Moody’s) Ono obtendría una mejora en su calificación, según fuentes del mercado.
Lo cierto es que los vientos de cambio mantienen su fuerza en los mercados, y las distintas partes, Vodafone, Ono y sus principales accionistas, mantienen sus posiciones. Según fuentes del mercado, algunos de los grupos estadounidenses presentes en el capital de la operadora española no quieren iniciar el proceso de salida a Bolsa. Su intención pasa por que se alcance antes un acuerdo con Vodafone. Alguno de ellos alcanzó un acuerdo preliminar con Vodafone la pasada semana.
“Algunos inversores no tienen ningún interés en la ampliación de capital que la junta va a votar el jueves para la salida a Bolsa”, indican estas fuentes, que insisten en que algunos estos grupos quieren salir de Ono cuanto antes. En este sentido, recuerdan que Providence Equity Partners, CCMP Capital, Thomas H. Lee Partners y Quadrangle Capita llegaron al grupo español hace casi nueve años al cubrir una ampliación de capital de 1.000 millones de euros destinada a financiar la adquisición de Auna. Actualmente poseen cerca del 54% de forma conjunta.
Claro que también quieren sacar partido del interés industrial de Vodafone por crecer en el mundo de la banda ancha fija y saben que en España no hay otra alternativa a Ono con su red que supera los siete millones de hogares.
La venta directa a Vodafone les proporcionaría una mayor seguridad frente a la salida a Bolsa, aunque la rentabilidad final podría ser menor dada la actual tendencia alcista que viven las compañías del sector ante el incipiente proceso de consolidación que se vive en Europa.
El precio y las sinergias, claves en el proceso
Según señalan fuentes del mercado, la cuestión principal del debate está vinculada al precio. “No es lo mismo que Ono se valore en 7.200 millones de euros, que en 7.300 millones que en 7.500 millones, porque Vodafone también tiene que calcular bien qué sinergias puede obtener con la adquisición”, explican. Ayer, el consejero delegado de Vodafone, Vittorio Colao, al ser preguntado por el interés por Ono, se limitó a contestar “veremos qué sucede”, informa Bloomberg.
En cualquier caso, la pugna está abierta. Ono está manteniendo entre ayer y hoy diferentes encuentros con analistas y posibles candidatos para ser consejeros independientes de la operadora, un requisito para la posible salida a Bolsa. Si la junta de accionistas del jueves aprueba el plan, la empresa descartaría cualquier negociación para su posible venta.
La Bolsa castiga a Vodafone
Las especulaciones y comentarios sobre la posible oferta de Vodafone por Ono no han sentado bien al grupo británico en Bolsa. La compañía, que no había hecho al cierre de esta edición ninguna comunicación oficial ante el regulador bursátil británico, sufrió ayer otro duro castigo en Bolsa al dejarse casi un 3,6%, que se unía al descenso del 3,5% registrado en la sesión del viernes.
En el mercado se teme que Vodafone pague por Ono una cantidad mayor de la esperada. En principio se habla de una valoración por el grupo español de entre 7.000 y 7.500 millones de euros (Ono tiene una deuda neta en la actualidad próxima a 3.300 millones de euros).
En paralelo, la compañía estableció ayer nuevas líneas estratégicas sobre el futuro de Kabel Deutschland, operadora de cable alemana adquirida por Vodafone en 2013 por cerca de 7.500 millones de euros. Vittorio Colao, consejero delegado, dijo ayer que Kabel Deutschland será clave en el negocio de la banda ancha fija en Alemania y potencialmente en otros países, informa Bloomberg. Es decir, la firma parece dispuesta a extender el negocio a otros países. El directivo dijo también que Vodafone va a impulsar nuevos negocios más allá del móvil, entre los que citó el almacenamiento o hosting, la seguridad y el entretenimiento.
Unas estrategias que Vodafone podría también aplicar en España si finalmente cierra la compra de Ono. El grupo británico accedería a unos clientes y a unas infraestructuras con gran cobertura nacional.
Pero, al mismo tiempo, Vodafone tendría acceso a las fórmulas de trabajo de Ono en negocios como la banda ancha y la televisión. Un área, este último, del que Vodafone se retiró a final de 2012 para evitar el pago de la tasa destinada a la financiación de RTVE.
La compra de Ono reforzaría la posición de Vodafone en el segmento de las ofertas convergentes, claves en sus estrategias actuales para hacer frente a la pérdida de clientes por la dura competencia, y así combatir a servicios como WhatsApp.
En el caso de Alemania, principal mercado de Vodafone en términos de ingresos, la operadora busca defender su cartera de clientes y frenar la caída de ingresos. En el cuarto trimestre de 2013, la empresa británica registró una caída del volumen de negocio en el segmento de los servicios móviles hasta 1.560 millones de euros. Por el contrario, su principal rival, Deutsche Telekom, registró una caída del 1% hasta 1.650 millones.