La CE certifica la mejoría de España y dispara la alerta sobre Italia y Francia
El comisario europeo de Economía, Olli Rehn, ha presentado hoy las conclusiones de la revisión en profundidad que su departamento ha llevado a cabo sobre los desequilibrios macroeconómicos en 17 países de la UE, en aplicación del marco europeo de vigilancia económica.
El informe, que se realiza por tercera vez, constata que en España “el ajuste de los desequilibrios identificados el año pasado como excesivos ha avanzado claramente y el retorno a un crecimiento positivo ha reducido los riegos”. Aun así, Bruselas mantendrá la vigilancia, en particular, sobre el nivel de deuda; la tasa de paro, que sigue “en niveles alarmantes” y podría requerir una nueva reforma laboral; Y los objetivos de déficit, que “tal vez se hayan incumplido en 2013”.
El balance, en general, es muy positivo para España, que sale del pelotón de países con mayores desequilibrios. En ese grupo cae este año Italia, que será sometida a una vigilancia más estrecha . Además de la deuda pública, que supera el 125% del PIB, Bruselas detecta en el país de Mateo Renzi una peligrosa caída de la competitividad internacional. “La necesidad de medidas decisivas para reducir los efectos adversos en el funcionamiento de la economía italiana y de la zona euro es particularmente importante dado el tamaño de la economía italiana”, advierte el informe de Rehn. "España ha tomado medidas decisivas para recuperar la confianza. Retos: paro y deuda pública", ha asegurado Olli Rehn, en la rueda de prensa.
Tarjeta amarilla a Hollande
Con todo la mayor novedad de hoy es la advertencia a Francia por el previsible incumplimiento de sus objetivos de déficit, tanto nominales como estructurales, a lo largo de los próximos ejercicios. Bruselas invoca el nuevo Reglamento, que entró en vigor en mayo de 2013, para exigirle a París recortes presupuestarios “específicos” dado su “elevado nivel de gasto público”.
La advertencia es el paso previo a la posibilidad de sanciones, que pueden empezar con la imposición de una multa equivalente al 0,2% del PIB francés (que es de dos billones de euros). En 2003, con las antiguas normas, el entonces comisario europeo, Pedro Sobles, también abrió un procedimiento contra Francia que hizo saltar por los aires el Pacto de Estabilidad.
Pero las nuevas normas son más estrictas. Y ahora, a diferencia de entonces, París no parece contar con el apoyo de Berlín, al menos de momento, para rebelarse contra Bruselas.
Alemania incluso se ha resignado a que a partir de hoy se le someta a una vigilancia más estrecha por su superávit comercial, hasta ahora considerado símbolo de la competitividad de la industria alemana y que pasa a ser calificado por la Comisión como “desequilibrio macroeconómico”. El superávit persistentemente alto “refleja que los recursos económicos no se están distribuyendo de manera eficiente”, acusa la CE. Bruselas alerta sobre el bajo nivel de inversión pública y privada en el país de Angela Merkel y su creciente dependencia de la demanda externa. Por primera vez, la CE vigilará estrechamente esa aparente anomalía.