Rajoy defiende la mejora económica como argumento para la espiral electoral
Cataluña, la inmigración y el aborto serán otros puntos clave de la cita entre Rajoy y Rubalcaba.
Sin querer entrar en la euforia, el discurso que pronunciará hoy el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a partir de las 12 de la mañana defenderá que España está empezando a salir no solo de la recesión, sino incluso de la crisis. En este sentido, el jefe del Ejecutivo tratará de demostrar con cifras que la mejora de la situación comienza a llegar a la ciudadanía y todo gracias a las reformas emprendidas desde que llegó al poder, a finales de 2011.
Pero es que el debate de este año brinda una doble oportunidad. Por un lado, la de hacer balance justo cuando se cumple el ecuador de la legislatura, con un resultado ciertamente más favorable del que era de esperar hace dos años y, por otra, la de dar el pistoletazo de salida a la segunda parte de su mandato, que estará marcado por las sucesivas citas electorales.
Crecimiento económico. Después de que los principales servicios de estudios de los grandes institutos de análisis se estén planteando revisar al alza su previsión de crecimiento en España para este año, el presidente del Gobierno recordará todos los indicadores de actividad que están dando muestras de mejora, como es la buena marcha del sector exterior o la mejora de las ventas minoristas. De hecho, algunas fuentes consultadas no descartan que el jefe del Ejecutivo anuncie la inminente revisión del cuadro macroeconómico y eleve al menos al 1% el crecimiento previsto para el PIB este ejercicio, desde el 0,7% inicialmente estimado.
Mercado laboral. Consciente de que el elevado dato de paro es por lo que todos los organismos nacionales e internacionales siguen recordando al Gobierno que España no debe bajar la guardia de las reformas estructurales, Rajoy volverá a recordar que se ha frenado en seco la destrucción de empleo. Además, irá más lejos, ya que confirmará que en estos momentos ya hay más ocupados que hace un año, según las cifras de afiliación a la Seguridad Social. Es poco probable que anuncie la cifra exacta de afiliados, ya que restan cuatro días para el cierre del mes, pero sí puede que avance en cuánto se ha incrementado el empleo.
Finanzas públicas. Otra de las cifras sobre las que existe gran expectación acerca de si será o no el presidente del Gobierno el primero en desvelarla es la correspondiente al déficit de 2013. Desde el Ministerio de Hacienda se ha insistido durante las últimas semanas que el objetivo (del 6,5% del PIB) se ha cumplido. Sin embargo, los analistas no son en este aspecto tan benévolos y dan por hecho que el desequilibrio entre ingresos y gastos públicos cerró el pasado ejercicio más cerca del 7%. El Departamento que dirige Cristóbal Montoro no sabe, no contesta sobre qué hará el jefe del Gobierno, pero las apuestas apuntan a que simplemente insistirá en el esfuerzo realizado por reconducir el déficit galopante heredado en 2011 y cómo los inversores han entendido el cambio de rumbo adoptado gracias a los durísimos planes de ajuste acordados y las reformas estructurales emprendidas; de ahí la rebaja de la prima de riesgo por debajo de los 200 puntos básicos.
Empleo, cuentas públicas y crecimiento son las tres variables que Rajoy citará como ejemplo de mejora
Reforma fiscal. Hasta aquí el discurso más previsible, porque no hará sino abordar lo que ya se ha hecho y el resultado que, en opinión del Gobierno, están teniendo sus políticas. La expectación crece cuando se pregunta qué nuevas actuaciones puede anunciar Rajoy. Pese a la mejora de la economía, no lo tiene fácil, ya que el déficit y la deuda muestran todavía volúmenes preocupantes. Y, sin embargo, la cercanía de tres procesos electorales en apenas año y medio (comicios europeos en mayo de este año, locales y autonómicas en mayo de 2015 y generales en noviembre de ese mismo año) condicionará la política que se lleve a partir de ahora.
Durante la presentación de los presupuestos para este año, el Ejecutivo ya anunció que el grueso del ajuste estaba realizado y que ahora solo restaba que las medidas puestas en marcha comenzaran a dar sus frutos, tales como la reforma de las administraciones públicas o la reforma local, entre otras, a la espera de acometer la única gran reforma que queda: la fiscal. Fue una de las principales bazas del PP en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones en 2011 y, por ahora, constituye el gran fiasco de su política económica, no solo porque no ha cumplido con su promesa de bajar impuestos, sino porque ha decretado la mayor subida tributaria de la democracia.
Todo indica, por lo tanto, que Mariano Rajoy tratará hoy de recomponer la desilusión de su electorado anunciando las líneas maestras de la próxima reforma fiscal que debe empezar a entrar en vigor en 2015, pese a que los expertos han anunciado que apurarán el plazo otorgado por Hacienda para finalizar su informe, que concluye este viernes. Menos impuestos para todos será la máxima que quiere cumplir el Ejecutivo, con especial énfasis en las familias con hijos. Ya ha confirmado que habrá nuevas deducciones en el IRPF por la contratación de actividades como el servicio doméstico, encaminadas a frenar la economía sumergida y nuevos mínimos personales y familiares; además de los cambios previstos en otros impuestos. En definitiva, todo un revolcón al sistema tributario actual.
Cataluña. Y sin dejar el ámbito económico, pero entrando también en el político, el tema estrella, sin duda, será el órdago soberanista catalán. Además, será el único debate en el que Rajoy obtenga cierta complicidad del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. El presidente insistirá en que no tiene poder para hablar de la soberanía nacional y, a cambio, ofrecerá la negociación de la nueva financiación autonómica y local.
Seis autonomías piden más financiación
Seis comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia, Castilla-La Mancha y Castilla y León) reclamaron al Gobierno “una nueva ponderación de las variables de densidad, dispersión, envejecimiento y población protegida en la revisión del sistema de financiación autonómica”. Ese fue uno de los compromisos alcanzados en el II Encuentro Interterritorial por el Cambio Demográfico celebrado ayer en Zaragoza.
A la reunión asistieron el consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez; la consejera de Trabajo y Bienestar Social de la Xunta de Galicia, Beatriz Mato; el consejero de Presidencia de Asturias, Guillermo Martínez; la consejera de Empleo y Economía de Castilla-La Mancha, Carmen Casero; el consejero de Administración Pública de Extremadura, Pedro Tomás Nevado-Batalla, y el consejero de Presidencia de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez.
En la rueda de prensa posterior a la reunión, los consejeros subrayaron que el coste de la prestación de los servicios públicos básicos se encarece ante variables, como la dispersión y el envejecimiento de la población, a pesar de lo cual el modelo de financiación autonómica actual “potencia mucho la población, casi en exclusiva” y esos otros aspectos “se tienen poco en cuenta”, según explicó el consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez.