Un acuerdo que no cuadra
Facebook se compromete a gastar 19.000 millones de dólares en WhatsApp, la empresa de mensajería instantánea sin publicidad de 55 empleados y 450 millones de usuarios. La red social de Mark Zuckerberg asegura el objetivo es el crecimiento, no ganar dinero. Es el tipo de pensamiento mágico al que se apuntaron los accionistas cuando se rindieron al fundador.
Facebook afirma que la valoración se justifica por la rubicunda salud de la red que WhatsApp ha creado. La compañía suma un millón de nuevos usuarios al día. Con esa base, Facebook está pagando alrededor de 40 dólares por cada uno de ellos. Utilizando esa aritmética de otro planeta, el acuerdo parece favorable en comparación con los 3.000 dólares aproximadamente que Comcast aporta por los clientes de Time Warner Cable, que pagan algo así como 80 dólares al mes por sus servicios.
Pero el tamaño es lo que importa en la visión del mundo de Zuckerberg. Y WhatsApp, cuyo cofundador –siguiendo la moda de Silicon Valley– es hijo de inmigrantes, se acerca a los mil millones de usuarios. Las redes de ese tamaño tienen un gran valor inherente. El de Twitter y LinkedIn es de 20.000 millones de dólares. La china Tencent vale 140.000 millones y Facebook, 173.000 millones de dólares. Estas valoraciones se basan en un crecimiento extraordinario.
Zuckerberg toma un punto de vista similar a largo plazo sobre la rentabilidad de WhatsApp. Y un control indiscutible sobre la empresa, a pesar de la dilución que este acuerdo infligirá a los accionistas, es su privilegio. Facebook piensa que la adquisición dará sus frutos en la próxima década. Eso es mucho tiempo para cualquier compañía construida sobre las tendencias sociales.
Pero diez años es la edad a la que el propio Facebook se enfrenta ahora. Y es evidente que no envejece con gracia. Los acuerdos crecen en tamaño, y parecen desesperados, ya que el de 1.000 millones de dólares por Instragram es una señal preocupante de que Facebook parece andar retrasado, jugando a la defensiva, en lugar de innovando por sí mismo.