El fraude al seguro se duplica durante la crisis: así son los engaños más comunes
Desde una persona que simula un atropello para reclamar al seguro por una lesión que en realidad se produjo antes en una reyerta con arma blanca hasta quien busca renovar su televisión por una aparente alteración de la corriente eléctrica. El fraude, la gran pesadilla para las compañías aseguradoras, adopta múltiples formas y sigue creciendo. Desde que empezó la crisis, los casos de fraude se han multiplicado por dos, según el I Mapa Axa del fraude en España. Este estudio está basado en 44.000 siniestros susceptibles de constituir un intento de fraude de un total de 1,5 millones de siniestros.
Uno de los casos detectados por la aseguradora es el de una persona que sufrió un accidente de tráfico y aseguró padecer un esguince de clavícula (en el vídeo adjunto). El accidentado reclamaba a la compañía más de 26.000 euros por las secuelas del siniestro. Axa descubrió a través de las publicaciones de esa persona en las redes sociales que trabajaba como monitor en un gimnasio y jugaba al vóley. La aseguradora encargó una investigación y se comprobó que el accidentado cargaba todo tipo de pesas del gimnasio y se desmintió su falta de movilidad e incapacidad. O personas que argumentaban tener que desplazarse con silla de ruedas que son descubiertas andando.
Arturo López Linares, responsable de gestión del fraude y recobros de Axa, ha explicado en una rueda de prensa celebrada hoy en Madrid que el número de casos de fraude evitados por la compañía creció un 11,3% en 2013 tras registrar una subida del 7% el año anterior. La detección de estos intentos de fraude evitó el año pasado a Axa el pago de 63 millones de euros. En 2007, esa cifra no llegaba a los 30 millones. Según López Linares, “estos datos son el resultado de la confluencia de dos hechos: los cada vez mayores esfuerzos en la detección del fraude al seguro y la crisis económica, que hace que algunas personas se planteen defraudar al seguro por importes relativamente pequeños". Axa invirtió 5 millones de euros en este ámbito en 2013 ysu equipo de gestión del fraude está formado por 28 personas, un 17% más que hace un año.
Los fraudes de baja intensidad, los que son menores de 600 euros, aumentaron un 21% el año pasado, mientras que los fraudes por encima de esa cantidad crecieron en un 6%. Dentro de la categoría de fraudes de baja intensidad son muy habituales los de daños eléctricos, que buscan renovar los electrodomésticos del hogar por una subida de la corriente eléctrica, o los robos, a través de denuncias falsas.
Los fraudes de empresas crecieron un 28% y los de particulares, un 10%, según el citado estudio. Dentro de la primera categoría, los supuestos más usados son la simulación del robo de maquinarias o de incendios. Por líneas de negocio, la cobertura a los automóviles es la principal diana de los intentos de fraude. Un 61% corresponde al área de auto, un 28,2% al sector de seguros diversos (que incluye responsabilidad civil, industriales, accidentes, vida o salud) y el 10,5% restante procede del área multirriesgos (hogar, comercio, comunidades y oficinas).
Axa detecta cuatro tipos de defraudadores. El oportunista, el ocasional, el que forma parte de una trama organizada y el fraude digital. Por ejemplo, una persona que intentó pasar al seguro la factura de una operación estética argumentando que había tenido un accidente en el coche… pero que compartió su engaño a través de las redes sociales. O el caso de un hombre que denunció el robo de su vehículo. Poco después de descubrió que había desguazado el coche y estaba vendiendo las piezas más valiosas. En el caso de las tramas organizadas, Axa ha encontrado desde grupos de profesionales que se reúnen para defraudar al seguro de forma masiva hasta bandas criminales que denuncian el robo falso de coches de gama alta.
La tasa de fraude detectada por Axa en 2013 fue del 1,12%, un 0,17% más que el año anterior. Las regiones con mayores tasas de fraude son Ceuta (1,94%), Andalucía (1,7%), Melilla (1,55%), Asturias (1,37%) y Murcia (1,34%). Las Comunidades con menos casos de fraude son País Vasco (0,76%), Aragón (0,81%) y La Rioja (0,85%). Desde la aseguradora explican que estos datos demuestran que es una minoría de la población la que intenta defraudar, pero que es imprescindible la concienciación de los ciudadanos ante el fraude. “No es picaresca, es un delito de estafa sancionado con penas de entre seis meses y tres años”, ha afirmado Josep Alonso, director de comunicación, responsabilidad corporativa y relaciones institucionales de Axa.
La compañía también ha señalado que el fraude afecta a todos los asegurados porque la siniestralidad es una de las variables que se tiene en cuenta a la hora de subir el coste de las primas de las pólizas. Con los intentos de fraude detectados, el ahorro en la prima ha sido del 27,7% en los seguros por responsabilidad civil, del 15% en accidentes y 12,6% en incendios.