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Columna
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L’Oreal, un grupo más familiar

Nestle ha vendido una participación del 8% en L’Oreal al propio grupo de cosméticos francés, lo que marca un reajuste fundamental en las relaciones del dúo. Los galos consiguen más libertad, los suizos, dinero en efectivo y algunos activos. Nestlé puede describir su participación reducida como estratégica, sin embargo, parece que, a largo plazo, venderá más. Pero mantener una inversión del 23% le da la opción de cambiar de idea si así lo desea.

El acuerdo, de 6.000 millones de euros, acaba con la incertidumbre que se desató cuando Nestle dijo que no renovaría el pacto con la familia Bettencourt Meyers, principales dueños de L’Oreal, que expirará en abril. Casi la mitad de la cantidad acordada será financiada por la entrega de la participación del 50% de Nestle en Galderma, empresa conjunta de dermatología que ambas compañías poseen. El resto se pagará en efectivo.

El nuevo estado, reducido pero estratégico de la participación de Nestlé en el fabricante de perfume y champú es desconcertante. Con una participación más pequeña, y dos directores en lugar de tres, Nestlé tendrá poca influencia sobre el futuro de L’Oreal. Se ha entregado el control a los Bettencourt, cuyo holding, previa anulación de las acciones adquiridas, se acercará al umbral del 33,33% que requeriría una oferta pública de adquisición.

El gigante suizo parecía ansioso por vender, teniendo en cuenta el alto precio acordado por la empresa conjunta Galderma, valorado en cerca de 23 veces el Ebitda del año pasado, según Nomura.

L’Oreal se convierte en un grupo más familiar justo cuando una nueva generación se hace cargo de los asuntos de los Bettencourt. Su capacidad para conseguir más recompras se verá limitada por el umbral de la oferta. Asociación entre Nestlé y L’Oreal, que comenzó hace 40 años, ha entrado en el comienzo de su fin. A menos que la estrategia de la compañís suiza vuelva a cambiar.

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