La UE minimiza el impacto del voto en Suiza contra la inmigración
La Comisión Europea lamentó ayer el resultado del referéndum en Suiza que el domingo aprobó una “iniciativa popular contra la inmigración masiva”, propuesta que incluye la imposición de un techo al número de inmigrantes que pueden llegar a la Confederación cada año.
Fuentes europeas, sin embargo, matizaron que “el referéndum por sí solo no cambia nada en las relaciones entre la UE y Suiza”. Y añadieron que “todo dependerá del seguimiento que el Gobierno helvético decida hacer de la iniciativa”.
El Gobierno de Berna tiene previsto reunirse mañana para deliberar sobre las consecuencias legales y políticas de una consulta en la que participó el 55,8% de los votantes y en el que la iniciativa popular se impuso por 19.526 votos o el 0,67% de los 2,9 millones de papeletas depositadas.
La iniciativa concede tres años a la administración suiza para desarrollar legalmente la propuesta, por lo que Bruselas espera que Berna no denuncie de manera inmediata el acuerdo de libre circulación suscrito en 1999, por el que en 2007 se suprimieron los límites al número de inmigrantes procedentes de la Unión.
La consecuencia más inmediata de ese referéndum podría ser que Suiza no extienda los beneficios de ese acuerdo a Croacia, país que ingresó en la UE el pasado 1 de julio. En respuesta, Bruselas paralizaría las negociaciones sobre programas de investigación y de becas Erasmus +.
Pero ahí se pararía la escalada, al menos, por parte de Bruselas. Fuentes europeas minimizaban ayer la posibilidad de que se produzca un escenario de ruptura. Y confiaban en que los políticos suizos busquen una salida y que, mientras tanto, mantengan los acuerdos actuales.
Esos acuerdos permiten el establecimiento de cuotas, en ciertas condiciones. Suiza ha utilizado esa vía y en 2012 limitó el número de inmigrantes de los países de Europa del Este y en 2013 de los de resto de la UE, incluida España.
A partir de mayo, sin embargo, esos límites expiran. De ahí que, curiosamente, dentro de tres meses, en contra de lo sugerido por el referéndum, la circulación será completamente libre si Suiza no opta por la ruptura.
Bruselas advirtió ayer que esa alternativa conllevaría la anulación de otros cinco acuerdos sobre reconocimiento de estándares para la libre circulación de productos, acceso mutuo a mercados públicos, supresión parcial de aranceles agrícolas, y apertura de los mercados ferroviarios y del de aviación. Ambas partes, sobre todo Suiza, sufriría la abolición de esos acuerdos.