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Crecen por cuarto mes consecutivo tras ocho trimestres de caída ininterrumpida

Las compras de bienes de equipo anticipan una recuperación sólida

Importaciones de bienes de equipo y PIB
Alejandro Meraviglia

El ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzó la semana pasada que el principal indicador adelantado que maneja para constatar la recuperación económica es el crecimiento de las importaciones de bienes de equipo (aquellos que se producen para posteriormente ser utilizados en la fabricación de otros bienes o máquinas). En esta partida entran motores, buques, equipos de telecomunicaciones, aeronaves o maquinaria para la industria, entre otros. Las compras de estos bienes han crecido ininterrumpidamente cuatro meses (de agosto a noviembre), algo que no sucedía desde marzo de 2011 (desde esa fecha hasta julio de 2013 había descendido 25 de los 28 meses transcurridos) y que suele ser la antesala de un período de crecimiento económico.

Así se puede comprobar en la serie histórica de las importaciones de bienes de equipo, que muestra una correlación casi simétrica con la evolución del PIB. En mayo de 2008 (ver gráfico), las importaciones empezaron a caer en tasa anual tras crecer de forma ininterrumpida desde 2002 y un mes después, el PIB se anotó su primera bajada. Esa fase se prolongó hasta enero de 2010, fecha en la que las compras volvieron a tasas positivas. Tres meses después, el PIB creció un 0,1% tras haber encadenado siete trimestres de descenso. Ese período de crecimiento entre las recesiones de 2008 y 2011 finalizó en abril de 2011, cuando las importaciones retrocedieron un 0,6%; dos meses después, el PIB retornó a tasas negativas y encadenó nueve trimestres consecutivos de recesión. Finalmente, las compras volvieron a crecer en agosto de 2013 y el PIB retornó a tasas positivas en septiembre.

Lo que queda por dilucidar ahora es si este nuevo período de crecimiento será efímero como el anterior o si será la antesala de la vuelta a un período expansivo. Antonio Garciapons, director general de la patronal de bienes de equipo Sercobe, considera que el hecho de que las importaciones hayan crecido cuatro meses consecutivos es una buena noticia de por sí “porque muestra que hay una reactivación de la actividad y la economía se está industrializando”. No obstante, matiza que serán necesarios otros tres meses para constatar si el crecimiento se consolida en el primer trimestre. Las previsiones que maneja la patronal apuntan a que finalmente sí se producirá: hasta octubre, las compras al exterior habrían subido un 3% hasta los 32.500 millones y podrían cerrar el ejercicio por encima de los 43.500 millones. Se trataría del primer crecimiento desde 2010 y un síntoma de que la demanda interna empieza a moverse.

Un argumento que choca con lo defendido hasta ahora por la Secretaría de Estado de Comercio, que había achacado al “efecto sustitución” la caída generalizada de las importaciones desde que se inició la crisis. Este efecto se traduce en que el ajuste de salarios y precios habría hecho ganar mucha competitividad a las empresas españolas para poder ofrecer unos costes similares a las extranjeras, por lo que muchos habrían optado por comprar aquí en lugar de hacerlo en el extranjero. El servicio de estudios del BBVA calcula que ese proceso habría afectado hasta al 42% de las importaciones. Sin embargo, no parece que sea el caso de los bienes de equipo, en el que el material que se demanda muchas veces no está disponible en España y tiene que ser adquirido en el extranjero.

El crecimiento económico no llega al empleo

El sector de bienes de equipo ha ido adquiriendo con la crisis un mayor protagonismo dentro de las estadísticas de comercio exterior. Supone un 20,7% de las exportaciones (es el sector más vendedor, con casi seis puntos de diferencia sobre los productos químicos, el segundo en la clasificación) y un 16,9% de las importaciones, lo que le sitúa en el segundo puesto entre los sectores más compradores, tan solo por detrás de la energía. Los últimos datos de comercio exterior, correspondientes a noviembre, constatan que las exportaciones han crecido un 12,1% (más del doble que la media) y que las importaciones se han mantenido, frente a un promedio de caída del 1,8%.

Unos datos positivos que, sin embargo, no se han transmitido al mercado laboral. “No esperamos un descenso del paro a corto plazo”, apunta Antonio Garciapons, director general de la patronal Sercobe. Dicho de otra manera, que el fuerte repunte de la actividad económica en este sector no se habría traducido en 2013 en nuevas contrataciones y que no hay perspectivas positivas para los próximos meses. Esta situación de estancamiento, sin embargo, es mejor que la de 2011 y 2012, en las que el empleo retrocedió un 0,1% y un 0,5% anual, respectivamente.

Garcíapons resalta el considerable esfuerzo de las empresas, pese al fuerte retroceso de la demanda interna, por destruir el menor número de puestos de trabajo, cuya cualificación y nivel tecnológico hace difícil y costosa su recuperación. De este modo, apunta que el ajuste de personal se habría efectuado en los puestos menos cualificados, en un intento por evitar la pérdida de tecnificación de la producción y esquivar la subida de impuestos.

Las dudas sobre Francia pueden frenar el avance exportador

Francia es uno de los principales socios comerciales de España, ya que absorbe el 16,1% de las ventas al exterior de las empresas. Por lo tanto, la evolución de la economía gala es fundamental para el futuro del comercio exterior de España. Y los presagios, por ahora, no son positivos. El PIB de Francia experimentará entre enero y marzo un avance intertrimestral del 0,2%, según las estimaciones hechas públicas ayer por el Banco de Francia.

De este modo, la institución presidida por Christian Noyer anticipa una profunda desaceleración de la economía francesa respecto a los tres últimos meses de 2013, para cuando había estimado un avance trimestral del 0,5%. La evolución de la segunda economía de la zona euro ha experimentado un comportamiento muy errático en los cuatro trimestres del pasado ejercicio: cayó un 0,1% entre enero y marzo, subió medio punto entre abril y junio, bajó otra décima entre julio y septiembre y habría subido medio punto entre octubre y diciembre.

Las dudas sobre la evolución de la economía francesa, que deberá afrontar un fuerte ajuste del gasto para cumplir la senda de consolidación fiscal, pueden suponer un freno para el avance exportador de España. Las previsiones que maneja el Ejecutivo apuntan a que cerraron 2013 con una subida del 5,7% y con un 5,5% este año. Unas cifras vitales para que se cumpla el crecimiento del PIB, ya que la demanda externa aportará 1,2 puntos de crecimiento.

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