Guía para no perderse en el laberinto de problemas de Argentina
‘Minicorralito’. Argentina impuso fuertes restricciones a la compra de dólares después de que Cristina Fernández de Kirchner fuera reelegida presidenta del país en octubre de 2011. Entre ellas, creó impuestos por utilizar tarjetas de crédito en operaciones en otras divisas y límites a las compras en internet. Su objetivo, fallido, era detener la fuga de capitales.
Reservas. El dinero en divisa extranjera del Banco Central de Argentina se sitúa en mínimos de siete años, con poco más de 29.000 millones de dólares, según los datos recopilados por Bloomberg. La caída desde los 52.600 millones de enero de 2011 asciende al 45%.
Culpables. El ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, acusó el viernes a la petrolera Shell del desplome del peso frente al dólar. “Querían un dólar a 13 pesos, y de esa forma mismo tuvimos ese ataque especulativo muy fuerte”, explicó. Mientras, lo que aseguran los expertos es que el Banco Central del país dejó de apoyar a la divisa, puesto que no puede permitirse dilapidar más reservas.
Autorización. Hasta ahora los argentinos que querían adquirir dólares tenían que ser autorizados por el Banco Central del país, incluidas las empresas que necesitaran el dinero para realizar importaciones. Esto ha impulsado el desarrollo de un mercado negro, en el que el valor del peso es muy inferior a las cotizaciones oficiales. En el mercado negro, el peso llegó a devaluarse hasta las 13 unidades por dólar, frente a los poco más de 8 unidades por cada billete verde (o, lo que es lo mismo, 0,125 dólares por peso), que marca el cambio oficial.
Liberalización. El ministro de Economía del país ha anunciado que se levantarán las restricciones para que los ciudadanos puedan comprar dólares en función de sus ingresos. Esto abre la puerta a mayores descensos en la cotización del peso en el futuro inmediato, según los expertos.
Inflación. La escalada de precios es un problema endémico en Argentina. La subida del IPC en el país se sitúa en el entorno del 11%, según las estadísticas oficiales, pero estudios independientes la elevan hasta el 28%. El previsible aumento de las exportaciones que provocará la depreciación del peso echará más leña al fuego de la inflación, según los economistas.
PIB. El crecimiento de la economía argentina se ralentizó en el tercer trimestre de 2013 al 5,5% desde el 8,3% registrado entre abril y junio. Los expertos calculan que en 2014 se quedará en el 2,8%.