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Los hospitales envejecen

La falta de inversiones hace que el 28% de los equipos tecnológicos supere los diez años de vida, mientras Europa recomienda una cifra del 10%. La patronal pide un plan de choque. La situación se puede agravar por la subida del IVA

Alfonso Simón Ruiz

El control del déficit en las comunidades autónomas tiene un efecto directo en el envejecimiento de los hospitales. Así se recoge en un estudio de Fenin, la patronal de tecnología sanitaria, en el que se asegura que el 28% del equipamiento tecnológico de los hospitales tiene una antigüedad superior a los 10 años y choca con la normativa europea. Pero la patronal va más allá: “Esta situación puede comprometer la seguridad de los profesionales y pacientes”, indica en un comunicado.

Las golden rules de Cocir (comité de coordinación europeo del sector) solo permiten, como recomendación, que un máximo del 10% de los equipos superen los 10 años de uso, al menos el 60% debe tener menos de cinco años y el 30% entre seis y diez años. Algo que no se cumple en el caso español.

La reducción significativa de la inversión (el capítulo seis) en los hospitales ha afectado directamente al parque. Si se descuentan las inversiones en nuevos hospitales, como La Fe, Son Espases, Cartagena o Burgos, que se abrieron antes de 2011 y que concentró el 45% de la inversión, según Fenin, la caída del gasto en renovación tecnológica se sitúa entre el 60% y el 75%. En diagnóstico por imagen se ha pasado de 255 millones de euros en 2007 a 87 en 2012. El sector, en total, perdió el pasado año un 6% de negocio, hasta caer a los 7.200 millones.

Un mantenimiento deficiente por ahorrar costes

Desde la patronal muestran su preocupación porque el mantenimiento de los equipos instalados, en algunos casos, no responde a unos estándares de calidad. Incluso hablan de que se dejan de cumplir las obligaciones más básicas, por ejemplo la de verificación de dosis de radiación o dejar la comprobación a agentes no preparados.

Precisamente en ese punto es donde más alerta existe, porque advierten que algunas empresas que realizan el mantenimiento no tienen la preparación ni utilizan piezas originales. Por eso, desde Fenin se ha impulsado un grupo de discusión, junto al Ministerio de Sanidad, que trabaja en un protocolo de comunicación de incidencias que recoja todos los lances que se producen en los hospitales.

“El mantenimiento preventivo y correctivo en base a las recomendaciones del fabricante no siempre se lleva a cabo con la rigurosidad exigida”, advierten.

La patronal acaba de presentar un informe sobre la obsolescencia por comunidades autónomas y equipamientos. En el caso de equipos de monitorización (electrocardiograma, presión arterial...), el 26% cuenta con más de 10 años, siendo Canarias y Asturias los que presentan la peor situación, con más del 40% por encima de la década.

En las salas de intervencionismo, el 19% supera las recomendaciones de envejecimiento, el 28% en el caso de la Comunidad Valenciana, la que peor situación presenta. En tomografía computerizada, el porcentaje llega al 17%, con Aragón (35%) y Castilla-La Mancha (33%) con el mayor suspenso. En resonancias magnéticas, el dato sube hasta el 26%, de nuevo con Castilla-La Mancha (39%) y Castilla y León (36%) sobrepasando lo aconsejado.

Por eso, la patronal pide a la Administración “un plan de choque para la actualización tecnológica” y recomienda la reposición urgente de los equipos más antiguos. Carlos Sisternas, director de Fenin en Cataluña, recuerda que los gestores públicos disponen de fórmulas para la modernización, como el leasing u otras fórmulas de colaboración con el sector privado, que no computan como inversiones, sino como gasto, algo más fácil de asumir por los hospitales.

Además, la situación se puede agravar porque el Gobierno debe subir el IVA sanitario, del 10% al 21%, una decisión que Hacienda ya prepara debido a una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que dictó que España incumplía una directiva comunitaria al aplicar un tipo de gravamen reducido. “Nos preocupa mucho. La capacidad de compra se verá mermada”, asegura Sisternas.

La subida “puede volver a retraer la inversión un 10% en los equipos de diagnóstico, pues afecta directamente a la cuenta de resultados de los hospitales privados y a los presupuestos de los públicos”, advierte Luis Cortina, director general de Siemens Healthcare. Este directivo reconoce que, sin tener en cuenta la medida del IVA, “parece que de cara a 2014 habrá una cierta estabilización de los presupuestos de los hospitales, no decayendo como lo han hecho en ejercicios precedentes”.

“En 2013 se frenó la caída en inversión que comenzó en 2011. Para el 2014 esperamos un escenario muy similar”, coincide Luis Campo, presidente de GE Healthcare. Respecto a la subida del gravamen, cree que empeorará la situación: “Añade una vuelta de tuerca más en el peor momento posible. Afectará a la industria, a los proveedores de salud y finalmente al paciente”.

Aunque respecto a la seguridad de usuarios y profesionales, los expertos mitigan las consecuencias. Ángel Morales, representante de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), explica que los radiólogos tienen por obligación legal medir las dosis recibidas por los pacientes y un control de los equipamientos. En su hospital, en San Sebastián, por ejemplo, solo uno de seis aparatos de diagnóstico por imagen supera los 10 años. “Si los equipos están fuera del rango permitido, inmediatamente dejan de usarse”.

Pero recuerda que sí pueden quedarse antiguos respecto a las prestaciones de los más nuevos. “Está la obsolescencia física, por la que el equipo puede dejar de funcionar Y está la tecnológica, por la que es superado por otros en el diagnóstico, o no se pueden utilizar para nuevas pruebas”, explica. “Si en dos años no se arregla con un plan de reposición, vamos a tener problemas”, opina.

En lo que afecta al paciente, las empresas del sector insisten en que las máquinas más viejas presentan varios inconvenientes: alargan el tiempo de las pruebas, ofrecen un peor diagnóstico de imagen y emiten más radiación.

Luis Cuevas (Philips): “La situación es crítica y no prorrogable”

Ingeniero de telecomunicaciones, Luis Cuevas (Madrid, 1978) se incorporó a Philips en 2002. Desde hace tres meses dirige el área de diagnóstico por imagen de Philips Cuidado de la Salud. Alerta del impacto negativo que la subida del IVA pendiente, del 10% al 21% en producto sanitarios, puede tener en el envejecimiento del parque tecnológico en las clínicas.

Pregunta. ¿Cuál es la situación de la renovación tecnológica hospitalaria?

respuesta. La reducción de inversiones en los últimos cinco años ha ralentizado el ritmo de renovación de los equipos, algo que se ha traducido en un envejecimiento general de la base instalada. Ante esta situación, algunos centros hospitalarios están buscando fórmulas de renovación basadas en la financiación a largo plazo, el renting o el pago por actividad.

P. ¿Por qué han caído las compras?

r. En sanidad se antoja más fácil posponer la renovación tecnológica que reducir en otras partidas, y eso es lo que está sucediendo. Sin embargo, necesitamos transformar la forma en que se trabaja para conseguir una mayor eficiencia, algo que solamente se puede llevar a cabo por medio de la tecnología. La inventariable supone en su conjunto menos del 2% del gasto en sanidad. Extremar el ajuste en esta partida no va a ser la solución.

P. ¿Qué previsiones tienen para 2014?

r. En 2013 la situación ha sido crítica y no es ya prorrogable. Necesariamente habrá que abordar de una manera estratégica la actualización o renovación de los equipos más antiguos. De cara a 2014 entendemos que las comunidades autónomas tendrán que dedicar más recursos para asegurar un nivel de asistencia adecuado.

P. ¿En qué puede afectar la obsolescencia a la seguridad de pacientes y profesionales?

r. No es lo mismo un equipo de 10 años mantenido por un servicio técnico oficial que por empresas generalistas sin acreditación. Ese es el principal factor de seguridad, tanto para el paciente como para el profesional. Junto a ello, la evolución tecnológica hace que los nuevos procedimientos sean más seguros. Los TAC vendidos en los últimos años reducen al 20% la radiación respecto a los que se vendían hace 10 años.

P. ¿Cómo prevé que afecte la subida del IVA sanitario al 21% a las inversiones en tecnología?

r. Es una reducción neta del 11 puntos en la capacidad de renovación en los presupuestos. En una situación de obsolescencia como la actual, es una muy mala noticia. Nos preocupan especialmente las clínicas privadas, cuyo impacto irá directamente a sus cuentas de resultados.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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