La oferta de Unicaja por Ceiss expira hoy despejando el futuro de la fusión
Llegó la hora de la verdad. Después de tres años en el aire, la fusión de Unicaja y Banco Ceiss (entidad que formaron Caja España y Caja Duero) entrará en su momento decisivo hoy a las 15:30 de la tarde, cuando expira el plazo dado por la entidad malagueña para que los accionistas y bonistas de las cajas castellanas acepten su oferta de adquisición. Aunque el apoyo en bloque de los grandes inversores, titulares de las acciones, deja a Ceiss virtualmente en manos de la entidad malagueña, ésta tendrá la última palabra si no queda convencida por el grado de aceptación de los antiguos preferentistas de las castellanas, actuales bonistas, reacios a las condiciones de Unicaja. Final de infarto, por tanto, para la fusión más postergada de la banca española y el último cabo suelto que tiene por resolver España para el cierre en firme del programa de rescate europeo.
El plazo para aceptar la oferta de Unicaja se abrió el pasado 27 de noviembre. En apenas dos semanas, la entidad informó de que contaba ya con la firma favorable del 87%_del capital de Ceiss, del que forman parte los inversores institucionales de Caja España y Caja Duero que recibieron acciones de manos del FROB_a cambio de sus preferentes y deuda subordinada. La propuesta que hay sobre la mesa les ofrece un canje de sus títulos por nuevas acciones de Unicaja con una quita del 3,1%. Hace 10 días, su grado de aceptación llegaba ya al 97%.
Caso distinto es el de los 33.000 particulares que adquirieron híbridos de las cajas castellanas y a los que el FROB_entregó bonos de Ceiss. La oferta inicial de Unicaja les proponía un canje por bonos de la nueva entidad, sin liquidez hasta su salida a Bolsa para 2016, y bajo una quita de hasta el 71% (que se terminaría reduciendo al 46% por los intereses prometidos). La obligación, además, de renunciar a cualquier tipo de reclamación judicial o extrajudicial, terminó por posicionar a las plataformas de preferentistas en contra de la oferta.
El consejo de administración de Unicaja dispensó entonces a la entidad de la necesidad de lograr la aceptación conjunta del 75% del capital y los bonos de Ceiss, dejando como única exigencia para la fusión el apoyo del 75% del accionariado. En paralelo, sin embargo, tanto el FROB_como Unicaja han tratado de convencer también a los particulares, con cuyo apoyo mayoritario la fusión sería automática. Así, el organismo que dirige Antonio Carrascosa anunció un mecanismo de compensación para los que acepten la oferta, al estilo de los arbitrajes facilitados en las entidades nacionalizadas, pero en el que será la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC) y no una autoridad pública quien dictamine quién sufrió una mala comercialización y debe ser resarcido. Los beneficiarios recibirían de manos del FROB la diferencia entre el valor de sus nuevos bonos de Unicaja y su desembolso inicial, para que recuperen el 100%_de sus ahorros.
Unicaja, a su vez, ha ampliado el plazo de aceptación en dos ocasiones (inicialmente acababa el 20 de diciembre y luego el 10 de enero) para terminar proponiendo un mecanismo de acompañamiento que compensará en efectivo a los particulares que no se beneficien del arbitraje, para que entre dinero y bonos recuperen del 38% al 53% de su dinero.
Con todo, los tribunales siguen fallando mayoritariamente a favor de los preferentistas que han ido a juicio (acumulan 53 sentencias a favor frente a cinco en contra) y el porcentaje de bonistas que habían aceptado la oferta de Unicaja era solo de un 20% hace 10 días.
El FROB, que de salir adelante la fusión pagará el arbitraje y hasta 1.250 millones por los juicios, si su pago merma el capital de Unicaja, apoya con fuerza la solución de la fusión, que le saldría más barata y evitaría la subasta o liquidación de Ceiss. Fuentes del organismo aseveran que en la última semana es cuando más firmas se suman. Si la cifra no da un vuelco, no obstante, la decisión final quedará en manos de Braulio Medel, presidente de Unicaja, que si bien ha ido viendo como se cumplían las diferentes exigencias que ha planteado en estos tres años de negociaciones también es cierto que si lo ha logrado ha sido presionando con abortar la operación.