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Columna
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Deutsche Bank desperdicia las crisis

En septiembre de 2012, los recién nombrados consejeros delegados de Deutsche Bank, Jürgen Fitschen y Anshu Jain, aseguraron que el prestamista alemán estaría a la vanguardia del cambio cultural en el sector bancario. Ese objetivo se sigue alejando de ellos.

El dúo comenzó su proyecto mediante la creación de un grupo especial para mantener los sueldos más cerca de la ética. También asignaron 1.000 millones de euros para impulsar los controles. Pero su respuesta al caso Libor y a otros escándalos pesan más.

Mientras Deutsche recibía una multa de 720 millones de euros de la Comisión Europea por formar parte de un cártel del Libor, la muestra de responsabilidad ha sido torpe. Siete personas han salido de la firma, pero cuatro fueron reintegrados por motivos de despido improcedente. Ninguna figura principal ha caído bajo esa espada.

Deutsche también ha luchado para demostrar que su investigación propia interna sobre el Libor, que todavía está en marcha, ha sido lo suficientemente fuerte. El regulador alemán BaFin criticó las indagaciones en una carta enviada en agosto y filtrada recientemente a los medios de comunicación.

Siete personas salieron de la firma por el escándalo del Libor, pero cuatro fueron reintegradas

Deutsche no ha hecho comentarios sobre sus relaciones con el BaFin. Afirma que está cooperando plenamente con los reguladores.

La capacidad de Fitschen y Jain para dirigir una revisión cultural convincente se ve limitada porque formaban parte del antiguo régimen. Pero probablemente no estaría en el interés de los accionistas deshacerse de la pareja ahora. El dúo ha hecho progresos operativos; es una época arriesgada para cambiar la dirección de un banco importante en los mercados de capital que debe desapalancarse. Tampoco ellos mismos han sido vinculados a los escándalos.

Aun así, Deutsche necesita ir más allá si quiere ser visto como un líder de la industria en la renovación cultural. Y necesita mejorar las relaciones con el BaFin. La continua investigación en las divisas ofrece una nueva oportunidad para que Deutsche sea duro con sigo mismo. Estas oportunidades no se deben malgastar.

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