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Columna
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Google hace subir la temperatura

Google ha hecho subir la temperatura en el llamado internet de las cosas. La decisión del buscador de pagar 3.200 millones de dólares por Nest Labs, un fabricante de termostatos inteligentes, señala un cambio en Silicon Valley. Mandar datos a la gente parece bastante aburrido en comparación con un futuro en el que los consumidores se comunican con, y controlan, sus productos de forma remota.

Se han barajado elevadas cifras sobre del tamaño aproximado de este incipiente mercado. Gartner afirma que 26.000 millones de cosas tendrán conexión a internet hacia 2020. Cisco ha afirmado que los dispositivos electrónicos representan una oportunidad de 19 billones de dólares (unos 13,8 billones de euros) a medida que aparatos simples, como electrodomésticos, se puedan utilizar de manera más eficiente, las tareas se puedan automatizar y se creen mercados totalmente nuevos.

Aunque Cisco y Gartner son conocidos por su apasionante despliegue publicitario, hay algo de cierto en ello, como demuestra Nest. Una máquina expendedora que dice a sus dueños de forma precisa lo que hay que rellenar, y cuándo, se traduce en menos llamadas de servicio y clientes más realizados. Imagine cómo esta información adicional y la automatización pueden afectar a toda la cadena de suministro de la economía.

Cisco afirma que los dispositivos electrónicos representan una oportunidad de unos 13,8 billones de euros

Nest fue puesta en marcha en 2010 por dos chicos de Apple (financiados en parte por capital propio de Google). El gigante tecnológico no proporcionó mediciones en base a las que juzgar la racionalidad del precio. Pero tal vez es eso lo que se esconde tras la cuestión. Los modernos termostatos de Nest y sus detectores de humo han creado una enorme expectación y se han convertido en el objetivo de todos aquellos emocionados con este concepto de chismes de internet. La venta de la empresa a Google por 3.200 millones de dólares solo alimentará ese entusiasmo.

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