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La banca felicita la modificación

Basilea suaviza el criterio de endeudamiento de los bancos

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo

Buena noticia para las entidades financieras, sobre todo para aquellas que centran su actividad en la banca de inversión. El Comité de Basilea decidió este fin de semana suavizar parte de sus exigencias de capital. Relajó el ratio de capital que se exige a la banca en materia de endeudamiento al introducir modificaciones en el cálculo de la tasa de apalancamiento permitido a las entidades.

Los responsables del Comité de Basilea han optado por mantener un umbral mínimo del 3% de capital básico en relación con el endeudamiento del banco, aunque han aceptado dar un mayor margen para alcanzarlo.

Este coeficiente de apalancamiento mínimo, que se espera que entre en vigor para 2018, se calculará sobre el valor neto del endeudamiento, ya que a partir de ahora se permite su compensación limitada con la misma contraparte para reducir la medida de exposición, siempre y cuando se cumplan determinadas condiciones. Esto afecta a operaciones de financiación con valores.

Varios expertos consultados explican que tras la modificación, los bancos que tienen más productos derivados, relaciones con contrapartes y activos fuera de balance –bancos de inversión como Barclays, UBS o Credit Suisse, por ejemplo– tendrán una fórmula de cálculo más simplificada y comparable con el estándar americano. Esto supone una buena noticia y recuerdan como el regulador británico forzó el verano pasado a Barclays a emitir capital solo para cumplir con este ratio. “La finalización de una regla internacionalmente consistente sobre el apalancamiento bancario representa un significativo paso adelante en la implementación completa de Basilea III”, destacó Mario Draghi, presidente del BCE y máximo representante del grupo de banqueros centrales y supervisores del Comité de Basilea.

A los bancos españoles esta modificación les afecta en mucha menor medida ya que tienen balances que están constituidos por activos de crédito y deuda pública más sencillos. Pese a ello, estos expertos explican que los bancos españoles están en un punto en que no prestan porque se les requiere demasiado capital y no pueden generar suficiente rentabilidad sobre esos créditos para justificarlos ante los inversores. Por ello, creen que si los ratios de capital empiezan a bajar, necesitarán generar menos dinero para conceder el mismo crédito. Por tanto, aseguran que desde el punto de vista de salida de la crisis y “del principio del fin del pánico del regulador es una excelente noticia”.

El coeficiente de apalancamiento está diseñado para alentar a los bancos a adoptar estructuras prudentes de financiación y evitar la excesiva dependencia de financiación mayorista a corto plazo.

Además, ha sido diseñado como medida sencilla no basada en el nivel de riesgo que actúa de “contrafuerte” a los requerimientos de capital basados en el riesgo.

Ha sido difícil superar las diferencias en los marcos de contabilidad nacionales que han impedido en el pasado comparar fácilmente los coeficientes de apalancamiento bancario entre países.

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