Cataluña acompaña a Rajoy a Washington
Recientemente (22 de noviembre) se cumplió el cincuenta aniversario del trágico asesinato de John F. Kennedy, magnicidio que entre muchas consecuencias impidió que el presidente que había invitado a Pau Casals a protagonizar un concierto en la Casa Blanca el 13 de noviembre 1961 pudiera concederle la Medalla de la Libertad. Pero Kennedy pudo decir de Casals que “El trabajo de los artistas permanece como símbolo de la libertad humana, y nadie ha enriquecido más notablemente esta libertad que Pau Casals”.
Casals ya había tocado en la Casa Blanca para Franklin Roosevelt. Por supuesto, la presencia catalana en Washington es ya considerable. Desde las obras de Tàpies y Miró en los museos de Washington a los monumentos, plazas y paradas de metro que recuerdan a los militares de origen catalán que contribuyeron a la guerra de independencia de EEUU (Jordi/George Farragut) y a la victoria de la Unión sobre la Confederación, el almirante David Farragut.
En 1990, el presidente Jordi Pujol tuvo la oportunidad de explicar esta tradición a otro Jorge, el presidente George Bush padre, en la Casa Blanca. Pujol comentó en una reunión con Bush "la contribución prestada por Cataluña y España" a la estabilidad europea, al llevar a cabo una transición modélica a la democracia, que puede servir de ejemplo para los países del Este de Europa”. Añadió con ingenio que "el Departamento de Estado debería pagar royalties para poder el modelo español de transición". Además de empresarios catalanes como Joan Rosell, Isidré Fainé y Antoni Brufau, acompañará a la cita con Obama en la Casa Blanca otro Jorge, Jorge Moragas, mano derecha de Rajoy. Entre todos, y además de promover oportunidades de inversión y comercio, se transmitirá que la economía española se recupera y que Cataluña y España estrechan sus lazos con EE.UU.