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El Banco de España pide sacrificar beneficios en favor de las provisiones

La banca perfila con Linde el cierre de 2013 pensando en el examen del BCE

El reto es pasar con nota la revisión de activos de la autoridad europea

Luis María Linde, gobernador del Banco de España
Luis María Linde, gobernador del Banco de EspañaReuters

El Banco de España ultima con las entidades financieras el cierre de 2013, ejercicio para el que está recomendando que se baje el beneficio en favor de un aumento de las provisiones. Pretende que toda la banca pase con nota la revisión de la cartera de activos que realizará la autoridad supervisora europea. Este examen, previo a los test de estrés, es clave ya que si el BCE detecta déficit de capital en algún banco este deberá cubrirlo inmediatamente.

L a banca española parece que comienza a enterrar la crisis por la que ha atravesado durante los últimos cinco años, y que ha llevado a un complejo y traumático cambio del mapa financiero, en el que una gran parte de las entidades han desaparecido, y que en gran parte coinciden con el sector de las cajas de ahorros.

Pese a ello, los bancos españoles, como el resto de los de la zona euro deberán pasar durante este año por dos controles realizados por el BCE y por la Autoridad Bancaria Europea (EBA en sus siglas en inglés). El primero de ellos se realizará en los primeros meses del año y corresponden a la revisión de activos (Asset Quality Review).

Para llevar a cabo este control se tomarán como referencia los datos correspondientes al cierre del ejercicio que acaba de finalizar. De ahí que las entidades financieras hayan estado la semana pasada perfilando con el Banco de España el cierre del ejercicio de 2013.

Todo el sector acude de forma individual todos los años ante el supervisor para revisar y ajustar la cuenta de resultados, capital y balance de los respectivos ejercicios, aunque en esta ocasión estas reuniones y las recomendaciones de la autoridad supervisora tienen mayor relevancia.

El objetivo es que las entidades financieras refuercen sus balances con más provisiones, aunque sea a costa de sacrificar beneficios. El reto de fondo del organismo que encabeza Luis María Linde es que ningún banco español tenga que pasar por una nueva recapitalización como consecuencia de un déficit de provisiones ante un elevado nivel de riesgos asumido.

Este será, además, el último ejercicio en el que el Banco de España conserve su autonomía para hacer recomendaciones al sector y supervisar a todas las entidades financieras del país, ya que a partir de noviembre será el nuevo mecanismo único de supervisión del BCE el que realizará esta labor para la gran parte de la banca del continente.

Varias fuentes consultadas aseguran que la principal recomendación del equipo que dirige Linde ha sido el que se dedique la mayor parte de los beneficios a provisiones.

En estas reuniones el Banco de España también ha pedido a todas las firmas que expliquen cómo van a distribuir las provisiones genéricas (aquellas excedentarias que no tienen destino concreto) una vez que no pueden dedicarlas a engordar los beneficios ni a repartir dividendo. Las fuentes bancarias consultadas aseguran que el supervisor ha optado por que sea la entidad la que proponga el destino de estas provisiones genéricas, aunque la última palabra la tendrá el Banco de España. Las entidades tienen hasta el 23 de febrero para dar destino a estas provisiones excedentes. Ese mes Linde aprobará el texto de la circular sobre la asignación de estas dotaciones, que fue remitido a consulta pública el pasado 29 de noviembre.

Un ejercicio clave para olvidar la crisis

Las entidades financieras y el Banco de España reconocen que el ejercicio de 2013 es clave para disipar definitivamente las dudas que han ensombrecido al sector en el último lustro. Por ello, consideran que los resultados de la revisión de la AQR y el posterior test de estrés pueden acabar con cualquier resquicio de sombra sobre el sector, más cuando el mercado ha comenzado a recuperar la confianza en los bancos, según demuestran las celebradas emisiones de dos entidades nacionalizadas, Bankia y BMN. Una de las sombras que ven aún los analistas se centra precisamente en la incertidumbre regulatoria que llevarán consigo los próximos Asset Quality Review y los test de estrés. Por ello, los expertos consideran que ningún banco “bajará la guardia”. Pese a ello, los inversores y analistas comienzan a descontar escenarios de normalización, que se concretarán definitivamente a partir de 2015.

Los grupos financieros españoles, al igual que el resto de los europeos, ya remitieron al Banco de España, y este al BCE, datos de su cartera de activos. En este caso, sin embargo, la información correspondía al pasado mes de septiembre y servirá para la fase de clasificación de las entidades en grupos de riesgo.

Para reforzar aún más los balances del sector, el Banco de España ya limitó el reparto de dividendo para 2013, y ha dejado la puerta abierta para repetir una limitación similar durante el presente ejercicio.

De cualquier forma, el hecho de recomendar minimizar el beneficio del ejercicio 2013 también es otra forma de limitar la cantidad destinada a la remuneración del accionista. Los analistas consideran que será en 2015 cuando retorne la rentabilidad a la banca.

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