La UE da luz verde a la candidata alemana para el BCE
Los 28 países de la UE aceptaron ayer la candidatura presentada por Berlín para sustituir a Jörg Asmussen, que el pasado 16 de diciembre renunció por sorpresa a su puesto en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo para asumir en la capital alemana la Secretaría de Estado de Empleo.
El nombramiento, que debe ser confirmado por mayoría cualificada del Consejo de la UE tras escuchar la opinión del BCE y del Parlamento Europeo, recaerá en Sabine Lautenschläger (Stuttgart, 1949), actual número dos del Bundesbank, el banco central alemán.
Jurista de formación, la ejecutiva alemana ha sido la mano derecha del presidente del Bundesbank, Jens Wiedmann, en las reuniones del BCE. Y mantiene su misma dureza en asuntos como la penalización de la deuda soberana, desde el punto de vista de provisiones, para evitar que las entidades financieras acumulen demasiados bonos de un solo país.
En condiciones normales, la preciada vacante en la cúpula del BCE (donde solo hay seis puestos) debería haber sido objeto de un reñido concurso para cubrirla. Pero el Gobierno de Angela Merkel ha reaccionado con rapidez para garantizar que Alemania mantenga su presencia en el poderoso comité, que no ha abandonado nunca desde la creación del BCE en 1998. Un privilegio solo compartido por Italia y que ni siquiera Francia ha disfrutado. España está ausente del directorio desde junio de 2012. Y Holanda, quinta economía de la zona euro, desde 2003.
Aun así, ningún país ha objetado a la candidatura alemana, respaldada ayer por procedimiento escrito en el Consejo. La semana que viene, Lautenschläger deberá someterse a una audiencia pública en la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. Pero tampoco se prevén objeciones.
En cualquier caso, el voto del Parlamento no es vinculante. En 2012, los parlamentarios se resistieron sin éxito al nombramiento del luxemburgués Yves Mersch, por razones de equilibrio de género (los seis miembro del comité ejecutivo son varones).