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La afiliación crece en 64.000 personas y el paro baja en 107.000

Diciembre récord para el empleo

La ministra de Empleo, Fátima Báñez.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez. EFE

El Ejecutivo ha recibido con un par de días de antelación un regalo de Reyes que ni en sus mejores sueños se lo habría imaginado. Las cifras de paro, la estadística que emborronaba todos los cuadros macroeconómicos y los planes de ajuste que ha tenido que presentar a Bruselas desde el inicio de la crisis, parecen empezar a mostrar signos positivos. En diciembre, el número de desempleados inscritos en los servicios públicos de empleo fue de 4,7 millones de personas, lo que supone un descenso de 107.570 personas, la mayor de la serie histórica que mide el Ministerio de Empleo. Con esta cifra, Rajoy cumple uno de los compromisos que ha ofrecido en las últimas semanas: cerrar este año con menos desempleados con los que acabó en 2012. Tras el ajuste de diciembre, la mejora en el año ha sido de 147.385 personas, lo que propiciará, tal y como avanzó el ministro de Economía, Luis de Guindos, una creación de empleo “significativa” y que la tasa de paro en 2014 sea mejor a la prevista en los Presupuestos (25,9% de la población activa).

Ese descenso del paro, que se ha producido durante siete meses en 2013, no se había visto acompañado hasta ahora por creación de empleo, lo que había servido a sindicatos y oposición para justificar la bajada por el descenso de la población activa, desanimada ante las múltiples dificultades para encontrar trabajo y por la escasa eficacia de los servicios públicos de empleo, que solo colocan a un 7% de los desempleados.

Esa tendencia se ha corregido en diciembre, en el que la afiliación a la Seguridad Social subió en 64.097 personas, lo que supone la mejor cifra de la serie histórica iniciada en 2001. Con este último dato, el pasado ejercicio se cerró con una destrucción de empleo de 85.041 trabajadores, la cifra más baja de los seis años de crisis en los que se han perdido 3,015 millones de empleos. Un dato que ilustra la mejoría del mercado laboral es que el número de empleos destruidos el pasado ejercicio supone apenas un 10,8% de los eliminados un año antes, lo que sirvió para que el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, avanzara que la economía española empezará a crear empleo en tasas interanuales “en las próximas semanas”. En la rueda de prensa para presentar los datos de paro y afiliación, Burgos subrayó que las cifras del mes de diciembre muestran un “vigor renovado” por parte de la Seguridad Social que “apuntan a una firmeza destacable” en la recuperación. “No son un hecho casual, sino un cúmulo de circunstancias que mueven a la confianza”. Así, defendió que la mejora de esta tasa “es tan rápida hacia valores positivos que es de esperar que esa creación se alcance en las próximas semanas, en un mes o dos, como máximo”.

Algunos responsables autonómicos, como el secretario general de Empleo de la Generalitat, Ramón Bonastre, se unieron a ese optimismo al augurar que en el primer trimestre se empezará a generar empleo de forma neta en Cataluña, “tras un 2013 en el que el paro cayó un 3,41% y se crearon casi dos millones de contratos”. Desde Asempleo, la patronal que aglutina a las agencias privadas de empleo, se aseguró que son “buenos datos sin paliativos y más que suficientes para confirmar la inminente estabilización del mercado de trabajo español”. Pese a ello, la organización subrayó en un comunicado “que está por confirmar que la recuperación tenga un pulso firme y sostenido y no se puede pasar por alto el hecho de que España cuenta con 4,7 millones de personas registradas en los servicios públicos de empleo. Sólo con una coordinación eficaz de esfuerzos, el diseño de unas políticas y estrategias de empleo eficaces, y la colaboración entre todos los agentes de empleo, podremos asegurar que los desempleados puedan, no solo, aumentar sus probabilidades de encontrar un empleo, sino afianzarse en el mismo sin temor a volver a caer en la rueda del desempleo”.

Otro dato que apuntala el optimismo del Ejecutivo es la evolución de las altas y las bajas en el sector público, especialmente castigado por la suspensión de la oferta de empleo público y la limitación de la tasa de reposición al 10% (solo se cubre una de cada diez plazas) solo para determinados colectivos como sanidad, justicia o fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En diciembre se produjeron 8.462 nuevas contrataciones en la Administración Pública y 31.897 en Educación, algo que no se producía desde finales de 2011. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), el sindicato más representativo de la función pública, valoró de forma muy positiva ese cambio de tendencia, aunque quiso poner algo de sordina al optimismo generalizado. “Las Administraciones Públicas están parcheando las necesidades de personal con contratos temporales de baja calidad, ya que no se han producido ofertas públicas de empleo”, apuntó el sindicato en un comunicado. Así, prosigue la nota, las nuevas altas de las Administraciones Públicas corresponden a personal laboral temporal, mientras que en el ámbito de la educación se deben a bajas por enfermedad y a contratos por horas. Por ello, el sindicato reclamó un plan de recursos humanos en profundidad para determinar las necesidades de plantillas.

Menos contratos indefinidos

La denuncia de este sindicato, a la que también se unieron UGT y CC OO, pone de relieve, el que quizá sin duda, es el punto más negro de los datos de empleo: la precarización de las contrataciones, con un mayor protagonismo de los temporales frente a los indefinidos. Los datos de Empleo así lo avalan. En diciembre de 2013 se registraron 1,29 millones de contratos, de los que tan solo 83.792 fueron indefinidos (un 6,4% del total). De estos últimos, tan solo el 58% lo fueron a tiempo completo, “haciéndose ya crónico un mercado laboral precario”, tal y como denunció la Unión Sindical Obrera (USO). En el conjunto de 2013, las cifras no son mucho mejores: de los 14,79 millones de contratos que se registraron, tan solo 1,13 millones fueron indefinidos, un 7,6% del total. Y de estos últimos, tan solo el 55% fue a tiempo completo. Nada más conocerse estas cifras, Álvaro Anchuelo, diputado de UP y D, registró una pregunta en el Congreso en la que exhorta al Ejecutivo a desvelar si realmente baraja cambios en los modelos de contratación tal y como se ha propuesto desde algunos servicios de estudios privados. “¿Contempla la posibilidad de implantar un contrato indefinido único que favorezca verdaderamente la estabilidad en el empleo y elimine la dualidad?”, señala la pregunta.

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