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Empresas y particulares deben adaptarse antes de febrero

Recta final para la llegada de la zona única de pagos europea

Sede del Banco Central Europeo en Fráncfort, Alemania.
Sede del Banco Central Europeo en Fráncfort, Alemania. EFE

Falta menos de un mes para que entre en vigor la SEPA, siglas en inglés de Zona Única de Pagos en Euros.Desde el 1 de febrero, los pagos a través de transferencias bancarias, adeudos directos o tarjetas se regirán con una regulación común en 33 países: los 28 Estados miembros de la UniónEuropea más Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega y Suiza.

La entrada en vigor de SEPA supone un paso más en la integración monetaria entre los países miembros de la UE tras la implantación de la moneda única en 2002. El objetivo de SEPA es eliminar las diferencias entre los pagos dentro del territorio nacional y los pagos a otros países europeos. Desde una sola cuenta se podrán gestionar pagos en cualquiera de estos 33 países con un sistema común y las mismas características que dentro del mercado nacional. Así, las comisiones cobradas por la entidad bancaria sobre pagos transfronterizos deberán ser iguales a las que cobra por operaciones nacionales. Los gastos asociados a la operación de pago se liquidarán al margen del importe de la operación.

Los instrumentos de pago que entran a formar parte de la zona única SEPA son las transferencias, los adeudos directos (en sustitución de las actuales domiciliaciones de recibos) y las tarjetas bancarias de pago. En el caso de adeudos directos SEPA, habrá dos modalidades posibles: el esquema básico, destinado a empresas y particulares, con pocos cambios respecto al modelo actual, y el esquema B2B (business to business), pensando para empresas y autónomos, cuyos plazos de devolución se reducen.

En lo que respecta a las tarjetas, la adaptación a SEPA se basa en la implantación del sistema EMV, que introduce un chip en lugar de utilizar la banda magnética y sustituye la firma en las operaciones por un PIN.

Al compartir estándares comunes, la aplicación de esta nueva regulación provoca un cambio en la identificación de las cuentas bancarias. El actual Código Cuenta Cliente (CCC) será sustituido por el IBAN (Código Internacional de Cuenta Bancaria, según sus siglas en inglés). El nuevo código tendrá 24 y no 20 dígitos como hasta ahora, al añadir dos letras para identificar al país de la cuenta (ES, en el caso de España) y dos números. Además, las entidades bancarias también se identificarán con un nuevo código, el BIC. El IBAN de la cuenta podrá consultarse en el extracto de cuenta y otras comunicaciones de los bancos, así como en las aplicaciones de banca electrónica de las distintas entidades.

El Reglamento UE 260/ 2012, encargado de regular la entrada en vigor de la iniciativa SEPA, obliga a realizar la transición antes del 1 de febrero.Es decir, todas las empresas o particulares que efectúan pagos a través de cuentas en entidades bancarias (sueldos de sus empleados, domiciliaciones bancarias, pago a proveedores, etc.) tendrán que adaptarse a SEPA antes de esa fecha. A pesar de que se trata de un proyecto de largo recorrido que comenzó en 2008, la transición al nuevo sistema no está ni mucho menos terminado y numerosas empresas tendrán que trabajar contrarreloj para evitar problemas con el pago de nóminas, por ejemplo. El BCE alertó en octubre de que solo un 6% de las empresas europeas había adoptado el sistema de domiciliaciones a los criterios de SEPA.

Según datos del EPC (Consejo de Pagos Europeo, por sus siglas en inglés), un 59,9% de las transferencias de crédito en la zona euro ya han acometido la migración a los nuevos requisitos y solo un 11,5% de los adeudos domiciliados en la zona euro han hecho lo propio.En España, el porcentaje de adeudos domiciliados que se han adaptado aSEPA es tan solo del 0,24%, mientras que un 55,3% de las transferencias de crédito ya están adaptadas.

Excepciones en la aplicación

La fecha límite para adaptarse a la zona única europea de pagos, SEPA, es el 1 de febrero de este año. No obstante, existen dos productos nicho que tendrán más tiempo para adaptarse a la nueva regulación. Los productos nicho son instrumentos de pago nacionales con características específicas y con un uso minoritario cuya fecha de migración a SEPA es el 1 de febrero de 2016.En el caso de España, los anticipos de crédito y los recibos han sido admitidos como productos nicho.

También será el 1 de febrero de 2016 la fecha tope para utilizar los formatos de mensaje ISO20022 XML para comunicarse con los proveedores de servicios de pago para aquellos usuarios que emitan o reciban transferencias o adeudos domiciliados individuales agrupados para su transmisión. Así mismo, según se desprende del “Plan de Acción para la migración a los adeudos directos y las transferencias SEPA en España”, el 1 de febrero de 2016 será la fecha límite para requerir a los clientes la comunicación del BIC (el nuevo código que identifica a cada entidad bancaria) en las operaciones nacionales) y para que los proveedores de servicios de pago faciliten servicios de conversión gratuitos del código de cuenta cliente (CCC) al nuevo identificador de la cuenta IBAN, siempre solo para las exenciones autorizadas: los anticipos de crédito y los recibos.

Los bancos ofrecerán un servicio para aquellas empresas que no lleguen a tiempo de adaptarse a SEPA antes del 1 de febrero de 2014 para la mayoría de los instrumentos de pago que no están exentos.

La Comisión de Seguimiento de la Migración a la SEPA, formada por representantes del sector bancario y el Banco de España, ha puesto en marcha un plan de comunicación para informar de estas novedades.

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