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Columna
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Wall Street, a la caza de un villano

Los críticos de Wall Street necesitan un nuevo villano. Goldman Sachs destila encanto desde que los legisladores llevaron al consejero delegado Lloyd Blankfein al Capitolio. El caso contra del directivo de JPMorgan, Jamie Dimon, lucha por afianzarse. Steve Cohen, el mago de Oz de los hedge funds, se está curando las heridas jurídicas. Sin embargo, la cultura de la codicia en las finanzas no decepcionará por mucho tiempo.

Bernie Madoff, otro gran malo de la película, está entre rejas, pero casi cualquier otro financiero ha estado a punto de ir a la cárcel en la crisis de 2008. Con el gobierno de Estados Unidos aún persiguiendo a los malhechores, todavía podría pasar, pero parece cada vez más improbable.

La renovada presión podría acosar a Dimon y hay una posibilidad de que reaparezca en escena un sinvergüenza relativamente menor como Jon Corzine, ex jefe de Goldman y gobernador de Nueva Jersey, quien presidió el fracaso de la firma MF Global.

Es como si la agitada lucha antifinanzas no tuviera más remedio que dispersarse por la falta de objetivos

Pero en general, es como si la agitada lucha antifinanzas, no tuviera más remedio que dispersarse por falta de objetivos. Sin embargo, ni el primer borrador de la historia de la crisis está escrito en su totalidad.

Por otra parte, existe de nuevo el peligro de que los inversores y los lumbreras de Wall Street estiren tanto las estructuras de inversión como la credulidad en una búsqueda renovada para vencer las rentabilidades cercanas a cero disponibles en la actualidad para los préstamos a corto plazo.

Con las acciones en racha este año, el próximo escándalo ya podría estar desarrollándose en el ámbito empresarial. Eso podría proporcionar nuevos pícaros con la vena de los ex jefes de Enron y de la talla de Dennis Kozlowski, que fue a prisión en 2005 por saquear Tyco International y podría ser puesto en libertad condicional en enero.

El próximo villano de las finanzas es tan difícil de predecir como la próxima crisis. Lo único seguro es que habrá uno.

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