Apetito por crecer
El mensaje de que a España “llega dinero de todas partes”, lanzado por Emilio Botín en Nueva York hace dos meses justos, se vio refrendado enseguida por hechos que pusieron sordina a los escépticos. En pocos días se conocieron operaciones como la compra de la murciana Mivisa –un poco conocido gigante en envases– por la estadounidense Crown Holdings, la adquisición de Everis –consultora de TIC– por el grupo japonés NTT, la entrada del mismísimo Bill Gates en el capital de FCC, o la llegada de capital latinoamericano a Sabadell o Popular. Operaciones que se unen a otras que confirman que España ha vuelto a ser un deseado destino inversor. Es probable que la crisis haya dejado buenos precios que el capital internacional sabe aprovechar. Por eso es más destacable el movimiento que paralelamente se está dando a la inversa, de compras en el exterior por parte de empresas españolas. Ayer mismo, Almirall adquirió Aqua Pharmaceuticals, una de las diez primeras de EE UU en dermatología, por unos 240 millones de euros, que pueden llegar a más de 300 en función de objetivos. Fue la compra del día. La víspera, Prosegur adquirió Chubb Security en Australia. Y, poco antes, Cepsa se hizo con la norteamericana Coastal Energy, Grifols con una importante división de Novartis o el mismo Santander de Botín entró en Bank of Shanghai, por citar solo ejemplos de las últimas semanas. Y es que, tras los duros ajustes, muchas empresas españolas están dispuestas a salir de la crisis con gran apetito.