Estados Unidos y China marcan el camino
Estados Unidos y China determinarán el ritmo de crecimiento mundial en 2014. Se espera que la economía mundial crezca un 3% el año que viene, según las previsiones del Banco Mundial. Pero las tasas de crecimiento varían ampliamente en todo el mundo, y también lo hacen las contribuciones de los distintos países. La recuperación de América del Norte significa que casi un 25% del crecimiento total del PIB mundial será suyo, según los cálculos de Breakingviews. Aunque la economía china es mucho más pequeña, si logra la tasa de crecimiento prevista de cerca de 8% hará una contribución similar.
La dependencia del mundo de estas dos dinamos es en parte un reflejo del débil crecimiento en otros lugares. La participación de Europa en la producción global es la misma que la de Norteamérica, pero se espera que el continente se expanda poco más de un 1% el próximo año. La economía de Japón, por su parte, es solo un poco menor que la de China. Sin embargo, incluso con la ayuda del renacimiento de las Abenomics [políticas económicas del primer ministro nipón] se espera que crezca un 1,4%, lo que significa que su participación en el crecimiento global será solo del 4%.
Los cálculos también muestran lo sensibles que son las previsiones a los cambios en las tasas de crecimiento. Cualquier aceleración o desaceleración en Estados Unidos se notará en el resto del mundo –a través del comercio y la inversión, y de los cambios en la política de impresión de dinero de la Reserva Federal–. Si la economía de China creciera un decepcionante 6%, rebajaría unos 20 puntos básicos el crecimiento mundial. Una aceleración relativamente pequeña en la tasa europea, hasta el 1,8%, impulsaría el crecimiento global en la misma cantidad.
Las fortunas de los mercados emergentes como India y Brasil atraerán un gran interés, sobre todo si la Fed comienza a cerrar el grifo de dólares baratos. Pero para establecer la dirección general de la economía mundial, estos países apenas aparecen. Según las previsiones actuales, el crecimiento global es en gran medida una carrera de dos caballos.