El primer 'drone' civil matriculado en Europa tiene sello español
Ha sido certificado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA)
La empresa española Flightech Systems presentó ayer en Madrid el primer avión no tripulado (drone) de uso civil matriculado en Europa. Un vehículo aéreo que, según explicó el presidente de la compañía, Francisco Gayá, podrá usarse entre otras cosas para servicios de extinción de incendios o vigilancia de fronteras, y ello con un coste inferior al de los sistemas tradicionales. La aeronave, de seis metros de envergadura y 80 kilos de peso, ha sido certificada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), cuya directora, Isabel Maestre, presidió el acto de presentación.
La compañía ha tardado siete años en desarrollar el drone, que ya está listo para su comercialización. “Arrancamos el proyecto en 2006, pero hay dos cosas que nos han salido mal”, señaló Gayá. “Pensamos que tendríamos la aeronave en dos años y que invertiríamos en su desarrollo dos millones de euros, pero al final han sido siete años y nueve millones de euros”. El resultado ha sido drone que tiene un radio de acción de 500 kilómetros, una velocidad máxima de 150 kilómetros a la hora, una autonomía de 4,5 horas de vuelo y la posibilidad de alcanzar una altitud de 6.096 metros.
El directivo resaltó que el diseño del avión ha sido realizado íntegramente por Flightech Systems y lo ha construido Aernnova con materiales de última generación, más ligeros y eficientes como la fibra de carbono. Pese a haber obtenido la certificación y poder comercializarlo, Gayá explicó que este tipo de aviones no tripulados tiene todavía que superar algunos obstáculos legales para poder volar. Concretamente, la directora de la AESA aclaró que espera poder presentar en los próximos meses el borrador de normativa que permite “operar a estos aparatos” para iniciar su tramitación.
Maestre puntualizó que el pasado mayo presentaron a la industria un primer borrador. “Ya hemos recibido 180 comentarios y los estamos analizando. Además, hemos creado varios grupos de trabajo, porque queremos que el sector participe activamente”.
Tal y como explicaron los responsables de Flightech, este tipo de vehículos aéreos permite aterrizar y despegar en espacios muy reducidos. Y podrán destinarse a la prevención y control de incendios, al cuidado del medio ambiente terrestre y marino, usos agrícolas, vigilancia de fronteras y costas o supervisión de grandes infraestructuras como tendido eléctrico o embalses.
“Esto es posible porque la aeronave puede contar con multitud de sistemas de captación de datos que permiten hacer un seguimiento real desde una estación en tierra”, añadió Gayá, que destacó que con la obtención de esta primera matrícula para un avión no tripulado de uso civil, “la compañía podrá abordar el desarrollo de nuevos proyectos destinados a lograr que este tipo de aviones consiga su despegue definitivo en el mercado civil”.
Precio del sistema
Preguntado por el precio, el directivo señaló que “lo va a marcar el mercado” y añadió que lo importante para entender el precio de este drone es saber “que es más seguro, eficaz y barato que sus equivalentes tripulados para las mismas tareas de vigilancia o control de fuegos, por ejemplo”. No obstante, Gayá dio un precio estimado: 2,7 millones de euros por un sistema que incluye tres aviones, la estación terrestre y el mantenimiento y garantía durante cinco años.
La compañía, que no cuenta actualmente con ningún comercial –“somos todos ingenieros”– no tiene todavía ningún cliente, pero Gayá no dudó en señalar a las comunidades de Madrid y de Galicia como los clientes “deseados”. “Todos los son, pero la Comunidad de Madrid nos orientó desde el principio para entender sus necesidades, y Galicia es una de las regiones que más incendios forestales sufre”.
Para impulsar la comercialización de la aeronave, Flightech Systems no descarta cerrar alianzas con terceras empresas, nacionales o internacionales. “Sería una buena solución, porque nosotros somos una empresa pequeña de ingeniería, donde lo que sabemos hacer son aviones”, admite su presidente.
Eduardo Punset, uno de los consejeros de Flightech Systems, manifestó ayer su entusiasmo por el proyecto. “No hay nada parecido en Europa”, aseguró el popular divulgador científico durante la rueda de prensa. “El recorrido desde que arrancamos el proyecto en 2006 ha sido muy duro, hemos tenido que romper muchos prototipos hasta tener el modelo actual, Altea-Eko, pero lo hemos logrado y estoy convencido de que esto es el principio”, insistió Gayá.
Lo que parece claro es que los drones tienen un gran futuro por delante en el ámbito civil y militar. Muchas empresas trabajan ya en este tipo de aeronaves, que hace unas semanas Amazon lanzó al estrellato al anunciar que planea repartir sus paquetes con aviones no tripulados.