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Multa de 1.700 millones por manipular el euríbor

Bruselas da el primer escarmiento al sector financiero desde el comienzo de la crisis

La banca, con una sanción de 1.710 millones de euros por manipular las referencias de los tipos de interés, encabeza desde hoy el listado de multas por cártel de la Comisión Europea, un ránking de violadores de las normas de Competencia en el que ninguna entidad financiera ocupaba un lugar destacado.

Hasta ahora, Bruselas se había ensañado siempre con la economía real, persiguiendo carteles tan especializados como los de los tubos catódicos de los televisores (1.400 millones de euros de multa en 2012) o los fabricantes de parabrisas para automóviles (1.350 millones en 2008).

Pero la crisis financiera abrió los ojos del organismo comunitario sobre las prácticas de algunas entidades financieras. Y además del expediente de hoy, la CE mantiene abiertas otras investigaciones que afectan a la presunta manipulación en los CDS, en los mercados de divisas o en productos denominados en francos suizos.

Esta misma semana, además, los reguladores europeos acusaban a las principales agencias de calificación (S&P, Moodys y Fitch) de sospechosos conflictos de interés, de falta de rigor y de filtraciones interesadas de sus ratings de la deuda soberana. Una acusación que también podría traducirse en sanciones.

“Debo confesar, y no soy el único, que mi opinión sobre cómo funciona el sector financiero ha cambiado en los últimos años”, ha señalado el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, tras anunciar la sanción por cartel a cinco bancos (Deutsche Bank, Société Générale, Royal Bank of Scotland, JP Morgan y Citigroup) y un bróker (JP Martina). Almunia ha descrito como “vergonzosos” los correos electrónicos que se intercambiaron esas entidades para pactar durante varios años el Euribor y el Tibor, la referencia del tipo de interés aplicado en el mercado interbancario a numerosos productos financieros. “En este caso, los afectados son miles y miles de clientes, y millones y millones de personas cuya hipoteca está vinculada a esas referencias”, señaló el comisario.

Otras dos entidades, Barclays y USB, participaron en la manipulación, pero se han librado de la multa al acogerse al programa de clemencia que la CE ofrece a las compañías que denuncian una práctica anticompetitiva o colaboran en la investigación.

Las pesquisas de la CE han concluido que el cartel del Euribor actuó entre septiembre de 2005 y mayo de 2008, hasta solo cuatro meses antes de que la caída del banco estadounidense Lehman Brothers desencadenase una crisis financiera mundial de la que la zona euro todavía no se ha recuperado. El cartel Tibor se prolongó desde 2007 a 2010.

En ambos casos, según la Comisión, el objetivo era distorsionar la formación de las referencias utilizadas para la negociación de los derivados financieros, un instrumento esencial en los mercados bancarios. Esas referencias, calculadas sobre estimaciones de los propios bancos, intentan reflejar el coste del crédito interbancario.

Casi todas las entidades investigadas han aceptado un acuerdo con la Comisión Europea para cerrar el caso, lo cual no les ha librado de unas multas de hasta 465,8 millones de euros en el caso de Deutsche bank, 445,8 millones en el de Société General y 131 millones en el de Royal Bank of Scotland (RBS), todas ellas por la manipulación del euríbor. Además, por la manipulación del Tibor, RBS pagará 260 millones de euros; DB, 259,4 millones; JP Morgan, 79,8 millones; Citigroup, 70 millones; y RP Martin, 247.000 euros.

“Nuestras multas”, ha explicado Almunia, “pretenden castigar y disuadir. La palabra escarmiento”, añadió el comisario, “me suena más a catecismo”.

Con las sanciones, sin embargo, las entidades financieras se encaraman a la lista de las 10 mayores multas por cártel, en la que hasta ahora no figuraban. El DB pasa a ser la cuarta empresa con una multa mayor, por detrás de otras más “tradicionales”, como Saint Gobain, Philips o LG Electronics. Y si se suman la dos multas de hoy, el DB aparece en segundo lugar. Escarmiento o no, la dureza de la CE contra la banca parece indicar que Bruselas se toma la revancha contra el sector.

Un sector cuya crisis ha obligado a la Comisión a autorizar en cuestión de horas cientos de millones de euros en ayudas de estado que en cualquier o industria no se hubieran aceptado o se hubieran sometido a una investigación previa durante años. Bruselas quiere reestablecer la normalidad y castigar, ahora que ha pasado el momento más crítico de la crisis, los excesos pasados. El giro comenzó el pasado verano, cuando el departamento de Almunia publicó unas directrices sobre ayudas de estado que supeditarán cualquier ayuda a la banca a la imposición de pérdidas a sus accionistas y acreedores, una condición que apenas se ha cumplido durante la crisis, salvo en el caso de España.

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