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El impacto será "inexistente "a corto plazo en las cuentas públicas, según Guindos

El Gobierno avala hoy 30.000 millones de créditos fiscales de la banca

Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad
Luis de Guindos, ministro de Economía y CompetitividadEFE

El Ministro de Economía, Luis de Guindos, ha explicado hoy en rueda de prensa que el Gobierno avalará un importe de 30.000 millones de euros de activos fiscales diferidos de la banca española, lo que supone 'salvar' el 60% de unos activos que la banca se ha venido apuntando como capital a efectos del cálculo de sus ratios de solvencia.

Guindos ha explicado que esta decisión supone una modificación normativa contable del impuesto de sociedades y ha argumentado que en su mayoría corresponde a las provisiones genéricas que ha tenido que ir dotando la banca española desde hace casi dos décadas y a las dotaciones por fondos de pensiones de la plantilla. A ello se unen las bases imponibles negativas a las cuales han dado lugar la aplicación de estos activos fiscales diferidos. Y ha afirmado que "el impacto en las cuentas públicas a corto plazo será prácticamente inexistente".

Es una medida muy trascendente para el sector porque, de no haberse tomado, la banca española habría quedado en desventaja cuando entre en vigor la normativa para el sector de Basilea III, en enero de 2014. La nueva regulación prohibe computar como capital los DTA, y daba un plazo de 10 años para su desaparición progresiva, aunque permite excepciones nacionales.

Basilea III obliga a los bancos a dejar de computar como capital los créditos fiscales porque considera que si fuera necesario rescatar una entidad, la parte de los DTA que cuenta como capital no estaría disponible de inmediato (al ser derechos de cobro del banco frente a Hacienda), por lo que la ayuda financiera terminaría corriendo a cargo del contribuyente. Aun así, la normativa europea acepta incluir modificaciones en cada país siempre que el Gobierno avale esos activos. Finalmente, el Gobierno español, como ha ocurrido en otros países europeos como Italia, ha decidido dar ese paso y avalar parte de los créditos fiscales de la banca.

La medida supone un impulso al sector que le permite despejar una de las principales incertidumbres que pesaba sobre él en el mercado, en un momento en que también hay inquietud por el test de estrés que la autoridad bancaria Europea (EBA, según sus siglas en inglés) y el BCE realizarán a las principales entidades de la UE el próximo año.

Primera reacción del mercado

En un informe, Goldman Sachs prevé que este cambio de tratamiento de los créditos fiscales irá más lejos de lo inicialmente previsto. Asegura que Sabadell será la entidad más beneficiada y que Popular reduciría su necesidad de capital para cumplir con Basilea III desde los 5.100 millones de euros sin reforma de los DTA hasta los 3.200 millones.

La entidad estadounidense saluda esta reforma con una subida generalizada de los precios objetivos a la gran banca.Así, eleva el precio objetivo de Santander un 11% hasta los 11,95 euros, el de Sabadell un 7% (2,35 euros) o el de BBVA un 4%(11,95 euros). Esta última entidad es la única que Goldman Sachs recomienda comprar. Mantiene la visión neutral del sector y aconseja vender Popular.

Como consecuencia de esta reforma, la entidad estadounidense estima que la decisión del Gobierno será respetar como capital de primera categoría de la banca 27.000 millones de euros (10.000 más que en su anterior previsión). Por entidades, Santander mantendrá 11.300 millones de capital de primer nivel (con un porcentaje de capital de Tier 1 del 9%) y BBVA conservará 6.200 millones en esta categoría (con un 10,8%). El capital ‘salvado’ en el resto de entidades oscilaría entre los 1.900 millones de euros de Banco Popular, los 3.200 de Sabadell y los 4.400 millones de CaixaBank.

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