_
_
_
_
_
Advierten al Gobierno del riesgo de caer en la complacencia

¿Qué piensa de España la banca internacional?

Thinkstock
Nuria Salobral

Las decisiones del Banco Central Europeo y de los Gobiernos de la periferia han buscado de forma inequívoca su favor. Sus opiniones son guía indiscutible para la toma de decisiones de los inversores y, a la vuelta del verano, han reflejado de forma generalizada un cambio de percepción hacia la economía española, que empieza a recuperar la confianza del capital internacional.

Las firmas de análisis de los grandes bancos de inversión anglosajones y europeos han publicado en los últimos meses informes en los que se reflejan los mensajes que, tras la aplicación de duros ajustes y reformas estructurales, el Gobierno estaba deseando oir y en los que alimenta su discurso de que la economía española ha pasado ya lo peor. Y su valoración es unánime: España ha iniciado un camino de recuperación económica, aún tímida y frágil, que proseguirá en 2014 y en la que ha tenido mucho que ver el despegue de las exportaciones, propiciado a su vez por una devaluación interna que ha mejorado la competitividad.

En definitiva, avalan las reformas puestas en marcha por el Ejecutivo y que han contribuido a rebajar los costes de producción y a despejar la mayor de las dudas que pesaba sobre la economía del país: la magnitud del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y su impacto en el balance de los bancos que la alimentaron. El saneamiento y recapitalización de la banca española hizo necesaria la petición de rescate europeo en junio de 2012 y poco más de un año después, Bruselas lo ha dado por concluido, señal de que España ya puede ser un mercado por el que volver a apostar a ojos de los inversores.

Aun así, la Comisión Europea sigue marcando la hoja de ruta para la economía española y ha instado al Gobierno a realizar un ajuste de hasta 5.000 millones en 2014, y de unos 35.000 millones hasta 2016. Una advertencia en la que coincide con las firmas de análisis de la banca internacional: España no debe caer en la complacencia por lo conseguido hasta ahora. Y si bien es hoy por hoy uno de los alumnos aventajados de la periferia europea, no debe perder de vista el elevado desempleo y que las previsiones de crecimiento para 2014 son débiles. Oscilan entre el mínimo 0,1% de HSBC al 0,9% de Barclays, pasando por el 0,8% de Morgan Stanley y BNP Paribas o el 0,4% de Goldman Sachs. Y si los títulos de sus informes sugieren a menudo triunfalismo, la letra pequeña no esconde que siguen muy atentos el compromiso español con el ajuste fiscal, su máxima prioridad.

BNP Paribas: apuesta por el crecimiento, del 0,8% en 2014

El banco francés ha sido el último en emplear titulares eufóricos en su diagnóstico para la economía española. En un informe publicado esta semana bajo el título “Spain: Viva growth”, la firma destaca que el país continuará una senda de crecimiento trimestral al tiempo que confía en el cumplimiento del objetivo de déficit para este año, del 6,5% del PIB. La mejoría no será suficiente para evitar una caída del PIB en 2013 del 1,2%, que se recuperará con un alza del 0,8% el año próximo, apenas una décima por encima del pronóstico avanzado por el Gobierno y que el FMI en cambio desinfla al 0,2%. Para 2015, BNP Paribas estima un crecimiento idéntico, del 0,8%, en convivencia con una tasa de desempleo que aún estará entonces en el 25,7%, solo una décima por debajo de lo que estima para 2014.

La entidad destaca cómo el crecimiento se apoya en la balanza comercial y las exportaciones, después de que la caída en los costes laborales unitarios haya mejorado la competitividad. Añade que, mientras se estabiliza el deterioro del mercado laboral, se ralentizará la contracción de la demanda interna, lo que contribuirá a impulsar el crecimiento. Aun así, recuerda que los desafíos persisten, como es la falta de crédito. Prevé un escenario de inflación a la baja y que el Gobierno se embarque en nuevas reformas estructurales para cumplir con el ajuste fiscal. “Cualquier demora significativa entraña el riesgo de activar un deterioro del sentimiento”, advierte.

RBS: Recuperación pero cuidado con el aumento de la deuda

“La recuperación de España continuará con toda probabilidad en 2014. Todavía hay riesgo bajista en el mercado de la vivienda y la demanda doméstica seguirá débil. Pero el progreso en la consolidación de la banca y en el gasto de las autonomías continuará favoreciendo el regreso de los inversores y la mejora del perfil del rating de España”. Es el diagnóstico que hace de la economía española Royal Bank of Scotland, que prevé que 2014 sea el año de la recuperación de la zona euro, con Alemania liderando la Europa central y con España al frente de la periférica. 

Coincide con el conjunto de firmas de análisis en resaltar la mejora de la competitividad, que compensa así en más del 80% el impacto de la caída de la demanda interna, explica la entidad escocesa. Un fenómeno al que ha ayudado el descenso de los costes laborales. Pero en el lado de las advertencias, RBS apunta que la deflación es un riesgo ante la persistencia de la debilidad de la demanda interna. Augura un descenso del precio de la vivienda de otro 7% el próximo año, con la perspectiva de que el regreso de los compradores extranjeros contribuya a la recuperación del mercado en el medio plazo. Pero su advertencia más clara es sobre la elevada deuda pública, que puede alcanzar el 142% en 2016 en un escenario base con un déficit público del 4% al cierre de ese año y un crecimiento muy débil hasta entonces: alza del PIB del 0,2% en 2014; del 0,5% en 2015 y del 0,7% en 2016, dos años después de lo que prevé el Gobierno para 2014.

Goldman Sachs: Reconocimiento tardío aunque débil pronóstico para 2014

El pronóstico para la economía española de la firma estadounidense aparece entre los más prudentes, augura un crecimiento del PIB para 2014 del 0,4%, por debajo de la estimación del Gobierno y también del 0,5% que prevé la Comisión Europea. Y todo ello después del ejercicio de rectificación que ha realizado el banco, que esta semana publicaba un informe bajo el explícito título de “Mea culpa or mea maxima culpa”, en el que reconocía haber infravalorado el riesgo de deflación en la zona euro y la rapidez y compromiso de las instituciones europeas y de los gobiernos de la periferia en adoptar reformas estructurales. En concreto, reconoce su error de cálculo sobre España, después de que otras tantas firmas de análisis ya hubieran valorado la mejoría del país. “El compromiso español con las reformas ha sido impresionante y empezamos a ver algunos de esos frutos”, señala Goldman Sachs.

La firma recuerda que hace un año manejaba un escenario base en el que España solicitaba un rescate completo, no solo para su banca, con el que habría sido el primer país en activar el programa de compras de deuda prometido por el BCE. Pero esas mismas palabras mágicas con las que Mario Draghi aseguró que haría todo lo necesario para proteger el euro sirvieron para alejar a España del centro de la tormenta, al tiempo que “las autoridades españolas demostraron un impresionante compromiso con las reformas, incluso en ausencia de las condiciones que habría impuesto un rescate completo”, añade.

JP Morgan: Riesgo real de deflación y de caer en la complacencia

“La economía española está mostrando señales adicionales de estabilización en el segundo semestre de 2013, auspiciadas por costes de financiación más baratos, la reestructuración bancaria y la mejora de los mercados. La tendencia de trasfondo, sin embargo, aún parece débil, las medidas de austeridad están retrasando la recuperación del consumo, el desempleo es un problema –es aún el “elefante en la habitación”–y las presiones deflacionistas han vuelto. Una limpieza final de los bancos ayudaría a reabrir el crédito y a propiciar una recuperación económica más rápida”. Este es el diagnóstico que dibujaba para la economía española JP Morgan a mediados de noviembre, en un informe titulado “El camino hacia la recuperación continúa mientras las presiones deflacionistas han vuelto”. Y en él, y a pesar de los claros signos de mejoría que se aprecian en la economía española desde el verano, la firma estadounidense advierte que el Gobierno de Mariano Rajoy no debe caer en la complacencia, “un riesgo que los inversores están ya destacando”. La firma estadounidense defiende que “es necesario un entorno legal más estable para los inversores en los sectores regulados, donde los bancos y las eléctricas pueden ser probablemente los más afectados”. Su previsión de alza del PIB para 2014, del 0,7%, coincide con la del Gobierno, que “tendrá que trabajar duro para lograr el objetivo de déficit del 6,5%” este año. Sería la primera vez que lo cumple desde 2008, advierte, si no se consideran las treguas concedidas por Bruselas. Y el reto para 2014 será igualmente difícil.

Deutsche Bank: Cambio hacia un modelo económico 'a la alemana'

Pese a la inmensa brecha que separa a España y Alemania en parámetros como desempleo o equilibrio presupuestario, Deutsche Bank ha tenido la osadía de apuntar que la economía española se está “germanizando”. Reconociendo el riesgo de simplificar demasiado la profundidad de la crisis, el banco alemán alude directamente al cambio de modelo económico que ha abordado España para deshacerse del patrón anterior, basado en un “crecimiento extensivo”, para sustituirlo por uno más intensivo, a la alemana, basado en la productividad y la mejora de la competitividad. Deutsche Bank afirma que el salto observado desde 2008 por España en términos de competitividad es “impresionante”, de modo que se la brecha comparativa acumulada frente a Alemania y Francia entre 1998 y 2008 se ha cerrado en solo cuatro años. La firma señala que España ha evolucionado hacia un modelo de crecimiento de austeridad, bajo el sello alemán, y augura que deberá permanecer en él durante largo tiempo. Prevé un alza del PIB del 0,5% en 2014 y del 1,3% en 2015 y advierte que la política de ajuste fiscal continuará siendo un obstáculo para el gasto doméstico. Confía en que España cumpla el objetivo de recorte de déficit al 6,5% este año pero advierte que serán necesarios al menos tres años de ajuste fiscal para reducir ese nivel al 3%. Y añade que el desempleo seguirá a un nivel elevado, por encima del 25%, al tiempo que no se puede esperar de forma razonable durante largo tiempo un alza significativa de los salarios reales.

Morgan Stanley: Capacidad para destacar entre la periferia

Es una de las firmas internacionales que más expresamente ha mostrado su preferencia por España frente a otras economías de la periferia europea. Y los títulos de sus informes no dejan lugar a dudas: “La nueva España” para analizar la situación de la economía del país y “Viva España” para explicar su estrategia de inversión en deuda europea, donde apuntó su predilección por los bonos españoles frente a los italianos. “Queda mucho por hacer pero somos más constructivos que el conjunto del mercado sobre la capacidad de España para desmarcarse del resto de la periferia en el medio plazo”, argumenta la firma estadounidense, que defiende que la economía española es la que más ha progresado en reformas estructurales del grupo de países de la Europa periférica. Su estimación de crecimiento para 2014 es un alza del 0,8% y del 1,1% para 2015. Pero la fortaleza y sostenibilidad de esa recuperación aún depende de los avances en procesos cruciales. Morgan Stanley señala tres: el desapalancamiento o proceso de reducción de la deuda, tanto del sector público como privado; el reequilibrio del modelo económico hacia un mayor peso de la exportaciones frente a la demanda interna y la reforma del mercado laboral y de productos y servicios con la que facilitar el ajuste de precios. Y ante estas exigencias, la creación de empleo tendrá que esperar. “Un cambio radical de la economía y la reanudación de la creación de empleo parecen improbables” mientras los citados procesos de cambio sigan en curso.

HSBC: Incumplimiento del déficit y crecimiento plano en 2014

Sus previsiones sobre la economía española figuran entre las más duras: un alza del PIB de tan solo el 0,1% para 2014 –inferior incluso al 0,2% del FMI, lejos a su vez del 0,7% que pronostica el Gobierno– y el probable incumplimiento del objetivo de déficit comprometido con Bruselas para este año, de reducirlo al 6,5% del PIB. HSBC calcula que quedará por encima del 7% y podría aproximarse incluso al 7,5%. La firma recuerda que no están previstas nuevas subidas de impuestos para lo que queda de año –Mariano Rajoy incluso avanzó esta semana que no se contemplan alzas del IVA para el año próximo, pese a las presiones de Bruselas– y duda que el objetivo de ajuste pueda alcanzarse incluso asumiendo una mejora en los ingresos, derivada de la incipiente recuperación económica. “Con los niveles de deuda pública aproximándose al 95% del PIB, el control del déficit se convierte en clave para mantener la confianza del mercado”, advierte HSBC.

En línea con el conjunto de las firmas de análisis, HSBC también alaba la mejora en las exportaciones, que dejan a España en una mejor posición que el resto de países periféricos. “Esperamos que la sólida evolución de las exportaciones continúe en los próximos trimestres”, añade. Advierte sin embargo que el gasto público ha sostenido en gran medida la recuperación del crecimiento, un fenómeno que difícilmente puede continuar en un entorno de austeridad. “A_medida que el gasto público se ralentice respecto al segundo trimestre, el crecimiento sufrirá”, concluye.

Barclays: Exportaciones como único motor del crecimiento

Barclays prevé un crecimiento para 2014 del 0,9%, superando las estimaciones del Gobierno y en la banda alta de las previsiones de los expertos. Y señala que ese avance estará sostenido casi únicamente por las exportaciones, que ya han sido el verdadero motor para la salida de la recesión en el tercer trimestre de este año, aunque fuera con un crecimiento de tan solo 0,1%. Las exportaciones han contribuido con 0,4 puntos al PIB del tercer trimestre y Barclays prevé que aporten 1,8 puntos al crecimiento del conjunto del año, frente a una demanda interna que restará en el año 1,3 puntos.

Barclays es otra de las firmas internacionales que advierte del riesgo de que el Gobierno caiga en la complacencia, a la vista de una “suave recuperación, acompañada de los inversores internacionales”, explica el banco británico. De hecho, la inversión extranjera directa alcanzó en agosto los 18.800 millones de euros, un crecimiento cercano al 50% sobre el mismo mes del año anterior, en pleno fragor de la crisis de deuda soberana. “Las reformas estructurales y el proceso de devaluación interna son factores críticos que deberían continuar para asegurar que los inversores internacionales tomen una posición a largo plazo en el país”, avisa la firma británica, que tampoco prevé un camino de rosas. “Evidentemente la crisis no ha acabado y el medio plazo se presenta aún muy desafiante para España. La deuda sobre PIB alcanzará el 99% en 2014 y probablemente suba al 105% en 2016”, añade.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

Archivado En

_
_