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Fin de semana decisivo para el futuro de Panrico

Los trabajadores ponen 49 millones para evitar que Donuts cierre

Protestas de trabajadores en la fábrica de Panrico en Santa Perpetua de Mogoda.
Protestas de trabajadores en la fábrica de Panrico en Santa Perpetua de Mogoda.
Fernando Sanz Sánchez de Rojas

Cuarenta y nueve millones de euros, redondos. Es el esfuerzo que el comité de empresa de Panrico ha puesto encima de la mesa de negociación para evitar que Panrico cierre, vaya a concurso y se venda por partes. 

A lo largo de este  fin de semana los distintos centro productivos de la compañía debatirán en asambleas, y luego votarán, el preacuerdo alcanzado entre los sindicatos y la empresa aceptando la propuesta de mediación de la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social. Y hoy hay nervios, tensión, "en dos palabras; mucha intranquilidad", aseguran fuentes sindicales. 

Entre los negociadores ha cuajado la idea a la vista de las últimas posiciones y argumentos esgrimidos por la empresa de que ésta "es la última oportunidad que tenemos para que la situación no se desborde, para que Panrico no vaya a concurso y  pueda seguir operando. "La ultima pieza que sacó la empresa a relucir, la amenaza de no pagar las nóminas de octubre nos hizo ver el enorme riesgo que corremos, Pudo ser un farol, es posible, pero evitamos el envite aceptado un preacuerdo en donde ya no se podía rascar mucho más y logramos a cambio que se nos abonara el 80% de la nómina del mes pasado. Pase lo que pase, eso ya lo tenemos en nuestros bolsillos".

Nadie lo nombra. Pero el caso de Fagor y Edesa planea como un avión de piedra sobre la cabeza de los representantes sindicales. "Veinticuatro horas después de firmar el preacuerdo nos llegan opiniones y reacciones de todo tipo. Algunas nos dan esperanzas, pero otras son tan duras que nos hacen ver la cosas aún muy difíciles". Pero ni un asomo de critica al discrepante, todo lo contrario. "Tras cinco semanas de huelga en la fábrica de Barcelona las posiciones de los compañeros de Santa Perpetua de Mogoda no pueden estar sino radicalizadas. Entendemos que es complicado y se hace muy duro aceptar una acuerdo como el que tenemos encima de la mesa. Pero queremos hacerles comprender que es el mejor acuerdo posible y que nada se acaba aquí. Si hay un voto positivo de las asambleas, el lunes nos sentamos a rellenar de contenido el acuerdo para lograr más garantías y mayores compromisos de la empresa".

Donde no hay ni un milímetro de concesión más es respecto a la empresa. "Todas las medidas, despidos, recorte salarial, y ajuste en los autónomos, han llenado una bolsa de 49 millones de euros. Esa es la cantidad que los trabajadores de Panrico ponen encima de la mesa y le dan a Carlos Gila, consejero delegado de la empresa, y a Oaktree, fondo de capital riesgo propietario de la compañía, para que logre darle la vuelta a la cuenta de resultados en cuatro años".

El esfuerzo no es nada despreciable, es un sacrificio enorme, aseguran las fuentes consultadas, "pero debe servir para que, a través de una nueva gestión de precios de las marcas y de una nueva estructura industrial, nos compremos un futuro entre todos. Todo el mundo tendría que tenerlo claro a la hora de votar este fin de semana y la empresa debería tener claro que con esa bolsa del dinero de todos no se podrá jugar y no le dejaremos especular"

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Sobre la firma

Fernando Sanz Sánchez de Rojas
(Madrid, 1964). Estudió periodismo en Madrid. Comenzó su trayectoria profesional en la revista Aral. En 1991 se incorporó como redactor a la sección de Empresas de Cinco Días. Ha sido redactor jefe de la sección de Empresas, jefe de la sección de Especiales y actualmente redactor jefe de la edición impresa del diario.

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