“La barra libre de liquidez se mantendrá muchos años”
“La cuestión es saber cuán largo y cuán duro es el dolor que le van a infligir las reformas a la economía española”
Invitado por la Fundación Ramón Areces y la London School of Economics a pronunciar una conferencia en Madrid, Cox habló ante una concurrida audiencia sobre los retos que afronta la economía mundial ante la debilidad de la zona euro, el impulso de las economías emergentes y el difícil panorama político en EEUU. Entre medias, una recuperación económica muy tímida que puede desvanecerse si la zona euro empeora o si los bancos centrales empiezan a retirar sus programas de liquidez.
Pregunta. La mayoría de expertos daban por hecho que la crisis mundial tocaría fondo en 2013. ¿Cree que eso se ha producido?
Respuesta. No hay una sola versión. Lo que sí hay consenso es en que hemos atravesado una muy, muy profunda crisis, primero en EE UU y luego en Europa, particularmente en el sur, al que le va a costar mucho tiempo recuperarse. Dependerá de la evolución de la economía mundial y, sobre todo, de las decisiones políticas. Eso significa si apuestan por la austeridad y el crecimiento. Ahora soy más optimista que el pasado año. EEUUestá empezando a recuperarse lentamente y en China seguiremos viendo tasas de crecimiento anuales del 7%. Los tiempos parecen mejores, pero siguen subsistiendo tres problemas fundamentales.
"Las políticas que está diseñando Angela Merkel están haciendo daño a la solidaridad europea"
P. ¿Cuál es el principal factor que puede provocar una nueva recaída?
R. Una parte muy importante de la recuperación depende de la cantidad de dinero que exista en el mercado, a través de los programas de la Reserva Federal, del BCE, del Banco de Japón o del Reino Unido. La recuperación requiere mucho dinero y barato que proceda de los grandes actores económicos. Si ese dinero desaparece podrían surgir muchas dudas. En mayo de 2013, Bernanke dijo que iba a retirar la política de estímulos y los mercados de todo el mundo cayeron un 10% de media. Dos semanas después dijo que no los retiraría y los mercados reaccionaron en sentido contrario. Aquí se juntan el miedo a una recaída y el miedo de los políticos a no ser reelegidos, por lo que no están dispuestos a promover políticas impopulares. Todo ello me invita a pensar que la barra libre de liquidez se mantendrá muchos años. Los gobiernos están muy temerosos a retirar el dinero fácil.
P. En su conferencia también ha identificado la debilidad de los emergentes y la política de austeridad como otras amenazas...
R. Existe mucha incertidumbre con lo que va a pasar con los mercados emergentes. China está rebalanceando la economía, India tiene grandes problemas con las infraestructuras y Brasil depende de los precios de las materias primas. Las economías emergentes, que han sido las que más crecimiento han aportado durante la crisis, pueden tener un desempeño más lento en los próximos cinco o diez años.
Si persistimos con las políticas de austeridad, algo que todo el mundo y en especial Alemania insiste en que sigamos, podemos acabar por quebrar la unión y la cohesión social en la UE. La división entre países es evidente. ¿Cómo miran los alemanes a los griegos y como miran estos a los alemanes? Estoy más preocupado que nunca. Todo apunta a una división entre norte y sur. Merkel dice que piensa en la Unión Europea, pero siempre piensa primero en Alemania. Las políticas que está diseñando están haciendo daño a la solidaridad europea. No puede perseguir la austeridad eterna en su relación con Grecia o España. Grecia ha perdido el 25% de su PIB y el 60% de los jóvenes en España no pueden encontrar trabajo.
P. ¿Cree que España está en el buen camino para salir de la crisis?
R. Creo que las reformas eran necesarias, en especial la del mercado laboral y la de la mejora de la competitividad. A veces las reformas son dolorosas. La cuestión es saber cuán largo y cuán duro es el dolor que le van a infligir a la economía española esas reformas. Y cuanto van a durar. Pronostico que el dolor va a seguir, que serán necesarias más reformas, pero que solo estas devolverán el crecimiento Si no hay daño, no hay reformas y sin ellas España ni Europa serán competitivas para luchar en un mundo global.
“Los republicanos deben dejar atrás al Tea Party”
La salida de la recesión de la zona euro durante el segundo trimestre de este año se vio eclipsada por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas en EE UU para negociar un nuevo techo de deuda. Las diferencias entre ambos partidos políticos llevaron a paralizar el sector público en EE UU y devolvieron el miedo a los mercados. “El problema real de la economía estadounidense no está en las instituciones, sino en los partidos políticos. Y el principal agujero negro es el partido republicano, que ha sido ocupado en los últimos años por los seguidores del Tea Party”, apunta Cox. “No le gustan los cambios sociales, no está muy contentos con un presidente liberal negro en la casa blanca, no le gusta la reforma sanitaria y cree que América está perdiendo su esencia”. En su opinión, es “incomprensible” desde una óptica europea el rechazo frontal a la reforma sanitaria para que millones de americanos tengan una mínima cobertura.
Cox advierte a los líderes del partido republicano que deben tener mucho cuidado por dos razones. “Si quieren salir elegidos en las elecciones de 2016, saben que no pueden ir a la extrema derecha. Cuanto más atrás dejen al Tea Party, más posibilidades tendrán de llegar a la Casa Blanca y de captar voto de asiáticos, negros, hispanos o gays... Esa es la nueva América que está cambiando, pero los miembros del Tea Party no quieren cambiar”, subraya. “Tampoco creo que quieran cargar con la responsabilidad de ser los causantes de una nueva depresión americana”, remarca.