Lo que Samsung podría copiar
Hay una idea que Samsung podría copiar de forma segura a Apple. Con los casi 40.000 millones de dólares (unos 29.000 millones de euros) de liquidez que forman parte de la capitalización de mercado (221.000 millones de dólares, o 160.250 millones de euros), el gigante surcoreano prácticamente iguala a su archirrival estadounidense. Gracias a su rápida acumulación de reservas, puede darse el lujo de imitar a Apple y dar más a los inversores.
Efectivo neto de Samsung a finales del tercer trimestre fue de más o menos el 17% de su valor de mercado actual –y creciendo–. El fabricante de generará 24.000 millones de dólares (17.402 millones de euros) de flujo de caja libre este año, estima Bernstein. En ese caso, y suponiendo que la conservadora compañía no desarrolle apetito por las mega adquisiciones, tendrá 100.000 millones de dólares (72.512 millones de euros) de efectivo neto en sus cuentas en poco más de dos años.
A Samsung le gusta mantener reservas de liquidez para poder invertir, incluso si la economía se desacelera. Competir en semiconductores y pantallas es caro: en julio, la compañía afirmó que su factura de gastos de capital en el ejercicio en curso sería de 24 billones de wones (16.388 millones de dólares).
A la compañía surcoreana le gusta mantener reservas de liquidez para poder invertir
Pero Samsung está siendo tacaño incluso para sus propios estándares históricos. En 2007, pagó el 40% de sus ingresos netos en concepto de dividendos y recompra de acciones . El año pasado, la proporción fue del 5%.
Devolver más dinero a los inversores impulsaría las acciones de Samsung. Si la empresa entrega el 30% de sus beneficios a través de una combinación de la recompra de acciones y dividendos, los títulos subirían un 50%, según una encuesta de Bernstein realizada a 63 inversores.
Samsung lo ha hecho bien para alcanzar a Apple en el mercado mundial de los smartphones. Las jornada para analistas, prevista el 6 de noviembre, será la segunda en la historia de la compañía, y ofrecerá a Samsung la oportunidad de imitar también las innovaciones financieras de su rival.