“SAP busca socios para impulsar su negocio de pago por uso”
Tras cuatro meses como responsable de SAP en España, João Paulo Da Silva cree que aún es pronto para hacer una radiografía completa de la situación de la filial del gigante alemán del software, pero asegura que ve elementos positivos para hacer crecer el negocio. “Tenemos un equipo de gente con mucha experiencia, porque en el último año y medio se ha renovado parte de la plantilla, y hemos optimizado procesos. Todo ello nos ha ayudado a cerrar el trimestre con un crecimiento de doble dígito. Además, veo señales que indican un cambio de tendencia en la economía: el paro ha bajado, también el déficit y los costes de producción, y esto último hace más competitivas a las empresas que exportan”.
Para Da Silva, en España ya existe una cierta sensación de recuperación. Algo bueno, dice, porque las empresas se empiezan a relajar y empiezan a invertir. “A mí me gusta hablar de los fast runner y los fast follower, las empresas que se mueven rápido y las que siguen rápido, y las primeras ya están retomando las inversiones tecnológicas. Son clientes, como NH Hoteles, que quieren aprovechar la tecnología para hacer cosas distintas e impulsar su expansión”.
El directivo se ha puesto al frente de SAP Iberia justo cuando su propia empresa se está reinventado. Quiere pasar de ser un proveedor de soluciones de gestión empresarial que vivía de vender licencias a diversificar hacia nuevas áreas, como la movilidad, la analítica de datos (big data), la tecnología en memoria y el cloud (pago por uso). “Todas estas innovaciones están provocando la evolución tecnológica más importante de la historia de la tecnología, pues permiten la gestión de la empresa en tiempo real, y esto cambia la forma de hacer negocios”.
Da Silva pone un ejemplo muy gráfico: “Dando una charla ante gente joven, vi que estaban conectados a sus dispositivos móviles y me molestaba porque creía que no me estaban escuchando, hasta que vi que no es así. Simplemente, comentan en tiempo real lo que tú dices en las redes sociales. Es gente en tiempo real y esa gente es la que gestionará el mundo en el futuro”. “El problema”, continúa, “es que todo eso genera una gran cantidad de información que hay que analizar, y por eso son tan importantes estas tecnologías que permiten, por ejemplo, que un hipermercado haga promociones a la medida de cada cliente en tiempo real o que una empresa de turismo estudie qué ofrecer a los turistas que vienen a Madrid por 3 días o por 10, porque sus comportamientos son distintos”.
Según cuenta Da Silva, SAP no ha dudado en comprar empresas como SuccessFactors, Ariba, Sybase o Kxen para reforzarse en todas estas tecnologías clave. Y si algo tienen claro es que quieren ser una empresa cloud. “Ya somos líderes en movilidad y en cloud: en el segundo trimestre de 2013 nuestros ingresos por soporte y suscripciones en la nube crecieron un 171%, hasta los 150 millones, y ya tenemos 30 millones de usuarios cloud y más de 6.000 clientes en el mundo”. El objetivo de la compañía es que su negocio en la nube ascienda a 2.000 millones anuales para 2015, que conecte a dos millones de empresas y automatice un billón de dólares de comercio interempresarial en todo el mundo.
Un negocio donde SAP no es líder, pero dice tener “la mejor tecnología”, es en las bases de datos. “Hemos creado nuestra solución Hana, donde la información está en memoria y no en disco; algo disruptivo, que se traduce en un despliegue más rápido, menos costes de infraestructura y mantenimiento, y permite a las empresas analizar y procesar todo tipo de datos de forma casi instantánea”. Da Silva recuerda cómo su competencia (se refiere a Oracle) le tildó “de tontos” cuando lo anunciaron hace dos años, “pero ahora son ellos los que sacan una base de datos en memoria, pero van con enorme retraso. Además, nuestra base de datos está diseñada de raíz para ser en memoria, mientras la suya es una adaptación”.
El directivo destaca que la plataforma en memoria de SAP va más allá de una base de datos. También han lanzado una versión mucho más rápida de su suite de aplicaciones que se ejecuta en Hana. “Nuestro éxito está en poder combinar la tecnología en memoria, con la movilidad, el cloud y la robustez de nuestras aplicaciones, porque los clientes quieren cada vez más agilidad; no quieren proyectos de dos años, quieren algo plug & play, que si les funciona, lo mantienen, y si no, no, y el cloud les da esa flexibilidad”.
En este escenario en el que SAP se ha volcado a un mundo cloud, interconectado, busca alianzas con clientes que también puedan convertirse en sus socios. “Estamos buscando socios, también en España, que pueden ser bancos o telecos, que nos ayuden a democratizar nuestra tecnología y llegar hasta la microempresa, al emprendedor, con el modelo de pago por uso. Por ejemplo, Portugal Telecom ya ofrece soluciones nuestras como parte de su oferta de servicios en la nube”. El objetivo de SAP es que el 40% de sus ingresos en 2015 venga de forma indirecta, vía socios, y ahora estamos en un 32%.
Da Silva explica que, pese a la fuerte crisis, España ocupa hoy el séptimo puesto para SAP en Europa. La filial bajó en facturación un 1,5% en 2012, aunque ha crecido desde la crisis. “Mi reto es hacer crecer el peso de España en la corporación, pues siempre ha sido visto como un país bueno en innovación.
¿Nokia? “El capital no tiene continentes”
Preguntado por la venta de Nokia a Microsoft y el hecho de que prácticamente solo quede SAP como gran empresa tecnológica europea, João Paulo Da Silva es rotundo: “El capital no tiene continentes en la actualidad”. “El origen de SAP está en Europa, pero a nosotros nos gusta pensar que somos una firma global, ni americana ni europea. Uno de nuestros consejeros delegados es americano y el otro, danés. Es cierto que los estadounidenses y los europeos tenemos formas distintas de ver los negocios: ellos, más enfocados en el negocio en sí y nosotros, en la calidad. Es bueno tener empresas europeas como SAP y Nokia, y es cierto que Europa debe innovar más, en especial en sectores como el de la tecnología, telecos o internet, pero no tenemos que olvidar que al final las empresas ponen los recursos donde hay negocio, y lo importante es que sean empresas bien gestionadas”.
Da Silva insiste en que “el nacionalismo o el europeísmo no es bueno”. Asegura que es crear barreras al negocio. “Lo que hay que exigir es calidad”, subraya. Con todo, el directivo advierte que Europa tiene que crecer y para ello debe ser capaz de generar más gigantes tecnológicos como SAP. “Por eso es necesario que realice una decidida apuesta por la innovación. Es habitual que las olas de innovación comiencen por los consumidores y ahí los americanos ganan la partida, porque son más rápidos en adoptarlas, pero Europa es muy fuerte en tecnología para los negocios. Si se impulsa la innovación y se mejoran las competencias, Europa puede llegar a liderar el sector tecnológico”, concluye.