Vecindad y cultura favorecen un negocio recíproco
'Quid pro quo´. Hace años que la relación entre España y Portugal en materia de turismo es de reciprocidad y colaboración. Los treinta vuelos que conectan diariamente ambos países, entre otros tantos medios de transportes, la vecindad, el precio y la identificación entre ambas culturas, han hecho posible que España sea el principal destino turístico de los portugueses (1,8 millones de turistas, en 2012, según la Secretaría de Estado de Turismo) y que Portugal ponga también ojitos a los destinos españoles.
El sol y playa de zonas como el Algarve; ciudades como Lisboa, Oporto, áreas limítrofes ahora muy potenciadas, como el valle del Tajo; las Beiras y el norte de Portugal; o las exóticas islas, Madeira y las Azores, son algunos de los lugares preferidos para los más de 1,2 millones de huéspedes españoles que eligen este país cada año país para pasar las vacaciones. Un destino donde, reconocen en Turismo de Portugal, los españoles se dejaron en 2012 más de 1.105 millones de euros de ingresos.
Los portugueses tampoco le hacen ascos a los atractivos españolas. Según datos del Banco de Portugal, el gasto de los portugueses en España sigue creciendo, pese a la crisis, alcanzando más de 424 millones de euros en el primer semestre de 2013 (un 2,4% más que en 2012). Destinos de Galicia, Andalucía, Madrid, Cataluña, Castilla León, Baleares, Valencia y Extremadura son los más visitados por los portugueses.
El interés es, claramente, mutuo y de hecho muchos grupos turísticos relevantes de ambas nacionalidades hace tiempo que traspasaron la casi ya inexistente frontera para hacer negocio al otro lado. Potentes cadenas hoteleras como Meliá, que cuenta con 12 hoteles en Portugal y Hotusa, con seis establecimientos; pero también, Riu, NH Hoteles o AC hoteles han apostado por este mercado, donde zonas como Estoril gana adeptos año tras año.
Viajes el Corte Inglés o la agencia online Rumbo también han entrado en el país vecino. Presente en Portugal desde 2007, Rumbo se volcó hace dos años en este mercado para alcanzar el liderazgo entre las agencias online trasladando el modelo español al mercado vecino. Actualmente esta compañía cuenta con más de 120.000 clientes registrados y cinco millones de visitas anuales. Gracias a la introducción de novedosos servicios como el pago fraccionado, entre otros, pero también a la penetración de las aerolíneas low cost, Rumbo ha conseguido posicionarse a la cabeza en la venta de billetes de avión.
En Portugal, el mercado español también ha sido siempre una oportunidad. El Grupo hotelero Pestana ha sido uno de los primeros que ha desembarcado en España comprando recientemente el Hotel Arena de Barcelona (4 estrellas) y su intención es abrir también nuevos establecimientos en Madrid y Mallorca. Por su parte, las agencias Abreu o Portugal Tours y la aerolínea TP Portugal hace años que operan en el mercado español.
430 Km de turismo compartido
“El desarrollo turístico de la Raya hispanolusa es una de las prioridades, dice Víctor del Moral,consejero de Fomento del Gobierno de Extremadura, una región que recibe cada año 1,7 millones de excursionista portugueses. Están en marcha planes conjuntos para impulsar el turismo en el Parque Natural Tajo Internacional, único transfronterizo en Europa y el Embalse de Alqueva, que cuenta con sendos puertos deportivos a ambos lados de la Raya.
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Dos peras en dulce para el negocio agroalimentario
Comprar embutidos, quesos y vinos españoles en los supermercados portugueses y viceversa es desde hace años algo común. Solo demuestra el afianzamiento de los intercambios comerciales de productos agroalimentarios entre España y Portugal desde hace años. De hecho, España es el principal destino de las exportaciones de productos agroalimentarios de Portugal (cereales, hortalizas, fruta y vino, etc) y los productos españoles copan el 40% de las importaciones del país vecino. Según datos de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de Portugal, en 2012, España gastó 1.600 millones de euros frente a los 3.800 millones de Portugal.
Además de los intercambios comerciales, ambos mercados se presentan para las empresas de ambos lados como una perita en dulce para hacer negocio. Basta mirar el desembarco en terreno contrario de una gran cantidad de compañías de ambos países, en los últimos años. Junto al vino, los cereales, la fruta y el corcho, etc., el aceite es uno de los productos estrellas de Portugal y uno de sus estandartes, Sovena, ha apostado fuertemente por el mercado español. Tras la compra de Agribética en Sevilla está ya muy presente en los hipermercados españoles con marcas como Fontoliva o Soleada.
Junto a este ejemplo, en Portugal, donde el sector agrícola representa actualmente el 2,1% del PIB y absorbe casi el 10% del empleo, otras empresas también se han querido hacer un hueco entre los consumidores españoles. Con sus marcas, empresas como Novadelta (café Delta); Lactogal (leche Celta); Iberavi (pollos) en León y Sousacam (champiñones) son también algunas de las más destacadas. Por la parte española, también muchas compañías llevan años vendiendo sus productos en los super portugueses. Bimbo, la cárnica Campofrío, la láctea Danone, Nutrexpa (productos infantiles), Sos Cuétara, Pescanova, la empresa de licores Barcardí, Telepizza, Panrico, El Pozo y la cadena El Corte Inglés son algunas de las más afianzadas.
Los vinos portugueses seducen a los españoles
Vinos del Duoro, del Alentejo (Extremadura), los verdes del Minhno (noroeste), del Dao y los licorosos de Oporto y Madeira son los caldos más célebres que produce Portugal, un país fuertemente vinícola, con presencia en todo el mundo. España es uno de los principales clientes, sobre todo a granel, y los portugueses también se pirran por los caldos españoles. Bodegas de ambos países han sucumbido a la tentación de producir vino en terreno contrario. Sogrape atravesó la línea al comprar LAN (Rioja, Rías Baixas, Rueda y Ribera del Duero) y Sandeman Jerez. En España Bodegas Martúe ha entrado en el país vecino, al otro lado del Douro, para producir vino.