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Los mercados casi no se alteran ante el riesgo de no elevar el techo de deuda

¿Qué pasa si no hay acuerdo en EE UU para elevar el techo de deuda?

El Capitolio, sede de las dos Cámaras del Congreso de Estados Unidos.
El Capitolio, sede de las dos Cámaras del Congreso de Estados Unidos. Reuters
Nuño Rodrigo Palacios

Sorprendentemente, las Bolsas tiran para arriba cuando faltan pocos días sin que haya acuerdo en el Congreso estadounidense para elevar a tiempo el techo deuda. De no alcanzarse el pacto, las consecuencias serían dramáticas, pero los inversores confían en que los señores congresistas acabarán por apretar el botón apropiado, aunque sea en el último minuto. Y las conversaciones que republicanos y demócratas mantienen en las últimas horas hacen pensar que la situación se resolverá in extremis.

1 ¿Qué es el techo de deuda, y por qué no se aprueba?

Lo que su nombre indica. Una ley que establece un límite nominal (en dólares) a la deuda que puede asumir el Tesoro. Aunque presupuetariamente esté aprobado un déficit que se cubre, necesariamente, con deuda, es necesaria la aprobación del techo de deuda. El partido republicano se ha negado a aprobar el techo de deuda para forzar al Gobierno a retirar la reforma sanitaria;Obama se ha negado a ceder a lo que llama chantaje. La batalla tiene mucho de guerra civil en el partido republicano: el sector más guerrero ha arrastrado a los congresistas moderados, temerosos de enfrentarse a los medios conservadores y a las movilizadas bases del Tea Party en las elecciones legislativas.

2 ¿Y si no se aprobara? ¿Qué plazos hay?

Sin techo de deuda, EEUUno puede emitir más deuda de la que vence y entra en riesgo de impago. El día 17 de octubre el Tesoro habrá superado estos límites, y tendrá que pagar los intereses de la deuda ya emitida y los gastos corrientes con el dinero que le queda en la caja y lo que vaya ingresando. Según Citi, sobre el día 25 podría quedarse sin liquidez y no tendría en ningún caso para el pago de nóminas y servicios del 1 de noviembre. Pero no pagar la pensión a los veteranos de guerra no implica entrar en impago:eso pasaría a mediados de ese mes, cuando toca abonar intereses.

3 Pero, ¿sería tan malo?

No. Sería mucho peor que cualquier cosa que nos imaginemos. Lehman entró en impago y era solo un banco, ni siquiera de los más grandes. Grecia es Grecia. La deuda de EE UU el principal activo de renta fija en las carteras de los inversores de todo el mundo y el más usado como garantía, es decir, cuando un banco pide dinero a otro, suele ofrecer deuda como garantía, y la de EEUU es la más usada. Si deja de valer, el dinero tampoco tendría un sitio más seguro donde refugiarse. Trasladado a la economía real, es como si un día los billetes de euro dejasen de tener validez:colapsaría por completo el sistema financiero incluso antes de suceder, por el pánico de bancos e inversores.

4 ¿Lo está notando el mercado?

Pese a este escenario de Apocalipsis, o precisamente por eso, las Bolsas no lo han notado, y el ejemplo de 2011 (en situación similar, se llegó a un acuerdo y los mercados recuperaron con fuerza) invita a los inversores a no vender y perderse la posible subida. El mercado de renta fija es otra cosa. Las letras a plazos cortos han pasado de no rentar apenas nada a un 0,3%. En algunos plazos han superado en rendimiento al tipo de interés interbancario, lo que sugiere que la gente se fía más de la banca que del Tesoro. Y el seguro de impago de EE UU ha crecido con fuerza. No obstante, el mercado también indica que, como mucho, se teme un problema de liquidez pasajero:a medida que los plazos de la deuda aumentan unas pocas semanas, se relajan. Barclays comenta que, a medida que se aproxime el plazo, estas tensiones (al igual qeu la fuga de fondos del mercado monetario) crecerán, pero desaparecerán cuando se apruebe el nuevo techo de deuda. Ese es, de hecho, el consenso:un acuerdo de última hora, aunque solo contemple una prórroga temporal.

5 Entonces, ¿no hay de qué preocuparse?

La respuesta del mercado no indica pánico, pero sí preocupación, que probablemente crezca si no cristaliza un acuerdo en breve. Como lamentablemente todos conocemos, los episodios de inestabilidad financiera tienden a amplificarse a sí mismos. Los problemas de liquidez a los que apunta Barclays pueden tener dañinos efectos secundarios a medida que persistan. Sin necesidad de llegar al impago, simplemente si se difumina la convicción de que habrá acuerdo de última hora, la situación en los mercados empeoraría mucho. Los efectos sobre la economía real dependerán de en qué medida, por ejemplo, suben los tipos de los créditos, se paralizan pagos del sector público o los bancos tienen problemas de financiación.

6 ¿Qué opciones hay?

La esperada es el acuerdo político. Según la prensa estadounidense, hay un notable número de congresistas republicanos en la Cámara de Representantes (el Senado es demócrata) dispuesto a ceder para evitar unas turbulencias de las que, según las encuestas, el electorado les responsabiliza. El sector moderado (y también más añoso) recuerda también la experiencia de 1995, cuando un cierre federal de 21 días, mucho menos dañino para la economía que un riesgo de impago, conllevó un duro castigo en las urnas para el partido. La opción más probable es un aumento del techo de gasto que dé más tiempo para negociar una salida. Aunque los demócratas no retirarán la reforma sanitaria, son probables concesiones presupuestarias.

7 ¿Y si no hay pacto?

No hay opción buena. El Tesoro podría seguir pagando los intereses de la deuda (y no pagar otras partidas)para evitar el caos del impago, pero tendría fuertes repercusiones en la economía y no evitaría un tsumani de desconfianza. Otra es una venta masiva de activos, quizá con opción de recompra, a la Reserva Federal. Obama también puede saltarse el techo de gasto invocando la enmienda 14 de la Constitución, pero se abriría una difícil batalla legal. Incluso, un vacío normativo permite al Tesoro emitir monedas de platino sin pasar por la Fed:podría crear una “supermoneda” de varios miles de millones y con esta garantía pedir dinero a la Fed. Bernanke, en cualquiera de estos casos, debería intervenir para dar liquidez a la banca de forma masiva.

Sobre la firma

Nuño Rodrigo Palacios
(Barcelona, 1975) es subdirector de Cinco Días. Licenciado en Economía por la UAM, inició su carrera en CincoDías en 1998, especializándose en información financiera. Ha sido responsable de Mercados, de la edición Fin de semana y de la sección Cinco Sentidos. Redactor jefe a partir de 2007, de 2011 a 2021 se ocupó de la edición digital.

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