Este mes tampoco me compro el Lamborghini
Los vehículos de lujo se venden un 30% menos en lo que va de año La crisis y el efecto moda explicarían este descenso
Sólo hay un orgulloso propietario de un Lamborghini Gallardo en 2013. Nada más que un Rolls Royce Phantom ha salido de los concesionarios españoles este año, previo pago de los 500.000 euros que cuesta. Ferrari ha vendido, en lo que va de año, la mitad de modelos que el año pasado. El segmento de los vehículos de lujo en España cae en ventas alrededor de un 30%. En concreto, los todoterrenos grandes se vendieron un 47,2% menos, los de lujo, un 8% menos y salieron a la calle un 34,1% menos de deportivos en septiembre.
En el año, todos los segmentos de alta gama caen, según los datos de la patronal de fabricantes Anfac. Las ventas de deportivos bajaron en lo que va de 2013 un 28,8%, el segmento del lujo pierde un 29,9% (aunque es el único que sube en septiembre, un 22,4%) y los ejecutivos caen un 18,3%. En la parte de todoterrenos, los de lujo acumulan unas caídas del 28,9% y los grandes caen un 37,2%.
Si bien la crisis económica puede explicar parte de estos descensos, no es la única ni la más poderosa razón, según fuentes del sector. "El lujo no entiende de crisis", afirman desde Anfac. De hecho, en 2011 sus ventas subieron un 83%, totalmente ajenas al desplome económico mundial. Los expertos apuntan a un posible efecto moda. "Es posible que los grandes vehículos lujosos de siempre estén pasandose de moda ante los consumidores, que están virando su elección hacia vehículos más eficientes, con menores consumos y menores emisiones", afirman. La falta de renovación de los modelos o que grandes estrellas como Leonardo Di Caprio opten por vehículos más limpios están pesando en las compras.
Así, un informe de Allianz afirma que el automóvil está perdiendo importancia como símbolo de posición social. El cada vez mayor precio de los carburantes, lo incómodo del tráfico en las horas punta y, cómo no, el precio, pesan a la hora de decidir la compra de un vehículo u optar por otras alternativas.
Además, las cuestiones medioambientales pesan en los compradores europeos. Europa plantea un objetivo para la automoción para 2025 de entre 68 y 78 gramos de emisiones de CO2 por kilómetro, casi la mitad que la media actual. Las grandes ciudades, como Munich o Londres ya tienen objetivos de reducción de su contaminación y por tanto, límites al tráfico rodado. Cumplir con estos objetivos implica elegir vehículos más eficientes o eléctricos, lo que deja fuera a los más caros, grandes y por tanto más contaminantes que dejan de estar de moda.
De hecho, tal y como publicaba recientemente Bloomberg, los fabricantes alemanes de coches de alta gama se han dado cuenta de este fenómeno y siguen ganando cuota de mercado con un cambio de estrategia fundamental: disminuyendo el tamaño de sus vehículos para llegar al mercado de los compactos y coches pequeños. Así, en Alemania, BMW y Audi siguen ganando peso mientras sus homólogos en el mercado de masas no tienen tanta suerte. PSA Peugeot Citroën, General Motors o Ford han perdido casi dos puntos porcentuales de cuota en Alemania entre 2007 y 2013, los años de crisis, los mismos puntos que ha crecido Audi en ese periodo, mientras que BMW ganó un punto.
“Los fabricantes de automóviles de lujo han invadido el segmento de los compactos y de coches pequeños, y muchos clientes están dispuestos a pagar un poco más para comprar un coche de lujo”, explicó Peter Fuss, de la consultora Ernst & Young. “Hay una tendencia hacia la compra de coches de lujo más pequeños en lugar de un modelo del mercado de masas entre familias cuyos hijos han dejado el hogar “, especifica Christian Ludwig, analista de Bankhaus Lampe en Düsseldorf, Alemania.