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La UE, del revés

La UE ve brotes verdes pero todavía no saca el champán

Angela Merkel, en Dresde
Angela Merkel, en DresdeReuters

Jörg Asmussen, ejecutivo alemán del Banco Central Europeo, suele romper el hielo en sus comparecencias públicas con bromas tan enrevesadas que apenas provocan otra risa que la suya. Pero el pasado viernes, en Vilna (Lituania), el ambicioso alemán acertó de pleno al describir la actitud de la zona euro y de la UE ante las recientes e incipientes señales de recuperación económica. “Hay brotes verdes, pero no ha llegado el momento de organizar una gran fiesta para celebrarlo”, resumió Asmussen en la primera jornada del Ecofin (consejo de Ministros de Economía de la UE), celebrado el viernes y sábado en la capital de Lituania.

La prudencia rodeó el encuentro de unos ministros satisfechos por los datos de crecimiento del segundo trimestre pero preocupados todavía por la lenta recuperación y por las numerosas incertidumbres que pueden abortarla.

La mayor de las amenazas se encuentra en Italia, donde el Gobierno de Enrico Letta pende del frágil hilo que une su supervivencia al apoyo de Silvio Berlusconi. Il Cavaliere amenaza con cortarlo si sus avatares judiciales no se resuelven a su favor.

“El deterioro económico de Italia es muy rápido y profundo”, se inquietan fuentes de la Comisión Europea. “Y la inestabilidad política solo puede agravarlo”. Bruselas no oculta su temor a que un descalabro transalpino reabra la crisis de la zona euro, con un serio riesgo de contagio a España, Portugal o, incluso, Francia.

Bruselas acoge con cautela las señales de crecimiento

El ministro italiano de Economía, Fabrizio Saccomanni, intentó el viernes tranquilizar a sus colegas europeos. Pero el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y, sobre todo, el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, exigieron a Roma que acelere las reformas y garantice el saneamiento de las cuentas públicas, un proceso que podría quedar estancado si no se resuelve la crisis política. “La estabilidad política es esencial para que Italia consiga los objetivos pactados”, señaló Rehn tras la reunión en la National Gallery of Arts de Vilna, un moderno complejo cultural de 14.000 metros cuadrados que acoge parte de los actos organizados por la presidencia lituana de la UE. El edificio, como casi todo el país, oculta con su nueva estructura el pasado soviético (en forma de Museo de la Revolución en este caso) olvidado tras la independencia del país en 1991.

Los anfitriones lituanos del Ecofin hicieron todo lo posible por dotar de contenido la agenda del encuentro. Pero la cita no pudo eludir el peso de las próximas elecciones alemanas (22 de septiembre) que han condenado a la zona euro y a la UE a un largo stand by político y legislativo a la espera de que la canciller Angela Merkel renueve su mandato o pase el testigo a su sucesor en el improbable caso de que el socialista Peer Steinbrück resultara vencedor.

La cita de Vilna (una ciudad que presume de estar casi pegada al centro geográfico de Europa) sirvió, al menos, para desbloquear la creación del futuro Mecanismo Europeo de Resolución Bancaria, aunque a costa, una vez más, de ceder a la presión del ministro alemán Wolfgang Schäuble, para limitar el alcance del proyecto.

El segundo pilar de la unión bancaria, complementario el Mecanismo Único de Supervisión, será en principio poco más que una red de actuales los fondos de resolución, según el principio de acuerdo alcanzado durante un almuerzo de trabajo de los ministros que alguno de los participantes, describe como “largo y tenso”. Solo en una segunda fase podría llegarse a una verdadera autoridad europea de resolución con su fondo propio.

El ministro español, Luis de Guindos, se mostró partidario de avanzar por la senda de ese compromiso porque para España, explicó, “la prioridad es que el Mecanismo esté en marcha lo antes posible y cumpliendo el calendario previsto”. El objetivo es aprobarlo antes de que concluya esta legislatura europea (mayo de 2014). El departamento de Michael Barnier, comisario europeo también teme que, si no se cumple ese calendario, la propuesta se retrase al menos 18 meses con riesgo, incluso, de que se pierda el impulso político para aprobarla. De modo que el Gobierno de Merkel logra por enésima vez retrasar o reducir una iniciativa de la ComisiónEuropa. La última vez antes de unas elecciones que el próximo domingo, 22-S, parecen llamadas a brindarle un tercer mandato en el que Europa volverá a ser una de las tareas pendientes de Berlín.

Las fusiones bancarias serán transfronterizas

La crisis financiera ha provocado una renacionalización de la ya de por sí poco integrada banca minorista, según constató el sábado con preocupación el Ecofin celebrado en la capital de Lituania. Los ministros de Economía analizaron en Vilna posibles soluciones a ese problema, entre las que incluyen un impulso a las fusiones transfronterizas. El instrumento para lograrlo sería el futuro Mecanismo europeo de resolución, que podría aprovechar la reestructuración de una entidad para colocar sus activos entre entidades de otros países. La integración, según los expertos de Bruegel, ayudará a desvincular las condiciones de crédito de la situación económica de cada país.

La vía catalana se cuela en el ecofin de lituania

La cadena humana en favor de la independencia de los países bálticos en 1989 ha inspirado la llevada a cabo la semana pasada en Cataluña. Y el recuerdo de aquella Vía Báltica ha hecho inevitable que la Catalana tuviera eco durante la reunión de los ministros de Economía de la UE (Ecofin) en Vilna, capital de Lituania. El primer ministro del país señalaba el sábado, a preguntas de la Agencia Catalana de Noticias, que “cada país tiene derecho a la autodeterminación”. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, respondía: “No puede haber dos casos más diferentes que el de los países bálticos y Cataluña”.

Baviera sirve de aperitivo para el 22-S de Alemania

El Estado Libre de Baviera, la región más extensa de Alemania y la más independiente (cuenta con su propia Constitución, incluso), celebró ayer domingo unas elecciones que pueden servir de aperitivo y muestreo a las federales del próximo día 22. “Querida Angela [Merkel], nosotros pondremos el balón en el punto de penalti y solo tienes que golpearlo”, ha bromeado Horst Seehofer, primer ministro bávaro y, al cierre de esta edición, virtual vencedor a la reelección por la CSU, el partido hermano de la CDU de la canciller. Los conservadores gobiernan en el antiguo reino de Baviera desde el final de la II Guerra Mundial. Y los comicios de ayer parecían llamados a perpetuar esa tradición.

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