Opción nuclear en Lehman Brothers
Lehman, como podría haber sido... [Lo que sigue es parte de un especial preparado con motivo del quinto aniversario de la caída del banco de inversión de Wall Street. Los autores de Breakingviews imaginan lo que podría haber sucedido si se hubiera actuado antes de la crisis].
Los reguladores estadounidenses sortearon la quiebra de Lehman Brothers el fin de semana utilizando los poderes extraordinarios que les concede la ley para salvar nuestros bancos (SOBA, por sus siglas en inglés). Esto podría haber evitado una crisis financiera de proporciones sistémicas. Liquidar las acciones de Lehman, los títulos de deuda preferentes y subordinados, y convertir parte de la deuda de Lehman en capital, ha infligido un dolor enorme. Pero no es el fin del mundo. El mercado ahora debe prepararse para llevar a cabo actuaciones similares con el fin de limpiar los otros grandes bancos.
Durante meses, Lehman ha tenido problemas para atraer capital suficiente para apaciguar sus homólogos y accionistas o un pretendiente interesado en adquirir el banco. Con el precio de las acciones de la compañía acercándose a cero y los precios de sus CDS al alza, los acreedores que huyen de los reguladores le dejaron dos opciones. Podrían dejar que los tribunales se quedaran al mando o invocar el derecho para forzar un llamado bail-in (recapitalización interna) de la estructura de capital del banco.
Tras unas frenéticas discusiones el sábado y el domingo con la dirección de Lehman y los potenciales pretendientes para hacerse con la totalidad o parte de los valores de la empresa, los reguladores liderados por la Reserva Federal se decantaron por la última opción, citando la resolución que otorga autoridad a los reguladores gracias a la ley SOB aprobada en julio como respuesta al colapso de Bear Stearns a principios de año.
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) empezó a liquidar a los accionistas de Lehman. La agencia señaló una pérdida de 25.000 millones de dólares a causa de Lehman, señalando los activos del banco en el mercado. Ello borró del mapa el valor nominal de la empresa. Para cubrir ese hueco, la responsable de la FDIC, Sheila Bair, obligó a convertir en capital la totalidad de la deuda subordinada y las acciones preferentes de Lehman.
Esta decisión podría haber evitado una crisis financiera de proporciones sistémicas
Para recapitalizar aún más el banco y permirle seguir operando con sus homólogos y en los mercados, el regulador forzó entonces a realizar una quita del 20% a los acreedores senior de Lehman. Esto ha proporcionado al Nuevo Lehman, cerca de 50.000 millones de dólares en capital fresco.
A pesar de la reducción del valor nominal de sus participaciones, los tenedores de bonos deberían alegrarse. Aunque nunca antes había existido una tentativa de quiebra de una gran firma de Wall Street. Los precios de los activos globales habrían entrado en una espiral descendente si se hubiera desencadenado una crisis financiera por el hecho de que Lehman hubiera ocasionado pérdidas de hasta quizá más de 100.000 millones de dólares. En cambio, las inversiones de la empresa han quedado caracterizadas sobre todo por su valor, en comparación con activos similares. Y los acreedores pueden eventualmente ser compensados si sus participaciones en el recientemente recapitalizado Lehman ganan valor.
En cumplimiento de la ley SOB , los reguladores saquearon al presidente ejecutivo Dick Fuld y al resto de su equipo directivo y recuperarán parte toda su remuneración diferida –la parte de acciones, por supuesto , ya no sirve para nada–. Aunque esto es una miseria al lado de las pérdidas de Lehman, el dinero proporcionará algún consuelo a los acreedores furiosos y al nuevo equipo ejecutivo.
Hay pocas dudas de que los inversores se van a librar de más activos cuando los mercados abran el lunes. Pero con el destino de Lehman claro y el de otras entidades que vendrán detrás, esto debería poner un suelo a los precios. La alternativa, una fusión completa y el embargo de los mercados, parece poco probable. Los tenedores de bonos de Lehman deberán que adaptarse al dolor, pero tendrán que ver que han sido tratados de manera justa y más o menos en línea con las reformas financieras bipartidistas impulsadas hace apenas cuatro meses por el presidente George Bush y la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi.