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Se decidirá en la semana del 9 de septiembre

Obama pedirá autorización al Congreso de EE UU para intervenir en Siria

Vuelve a culpar a Asad del ataque químico sobre Damasco

El presidente de EE UU, Barack Obama, junto a los miembros de su Gabinete.
El presidente de EE UU, Barack Obama, junto a los miembros de su Gabinete.REUTERS

Nuevo paso para la intervención de los países occidentales en Siria. El presidente de EE UU, Barack Obama, ha asegurado hoy que las informaciones que maneja su Gobierno revelan que Bashar al-Asad es el responsable del ataque con armas químicas sobre la capital Damasco.

En una intervención en la Casa Blanca, Obama indicó que “el Ejército afirma que estamos preparados para intervenir en cuanto lo decida", añadiendo que ya ha tomado la decisión. Obama, no obstante, afirmó que "nuestro poder está basado también en nuestro ejemplo de democracia, por eso pediré autorización al Congreso".

El mandatario indicó que está de acuerdo con los líderes del Congreso que han pedido un voto para expresar su opinión sobre el ataque. No obstante, el presidente estadounidense les pidió que consideren el peligro de no hacer nada. Así, Obama planteó “¿qué mensaje estamos mandando al mundo si un dictador puede gasear a sus ciudadanos sin pagar por ello?”.

En su discurso, pidió a la Cámara de Representantes “que mande un mensaje al resto del mundo en el que se deje claro que no estamos dispuestos a ignorar nuestra responsabilidad”.

El presidente de EE UU indicó que, tras delicadas consideraciones, ha concluido “que Estados Unidos debe intervenir militarmente”, añadiendo que “será un ataque contenido en duración y objetivos".

Acompañado de su vicepresidente, Joe Biden, Obama afirmó que “más de 1.000 personas fueron asesinadas, gaseadas hasta la muerte por su propio Gobierno. Este asalto es un ataque a la dignidad humana y pone en peligro nuestra seguridad y nuestros aliados".

El presidente se refirió de nuevo al cansancio de los estadounidenses tras las guerras en Irak y Afganistán, manifestado en diversas encuestas publicadas por los medios norteamericanos en los últimos días. Obama señaló que “no queremos llevar a nuestros soldados a otro conflicto, pero somos EE UU y no podemos ignorar lo ocurrido en Damasco".

En este sentido, la Cámara de Representantes decidirá sobre la acción militar en Siria en la semana del nueve de septiembre, según indicó su presidente John Boehner y otros líderes republicanos en una declaración, tras la intervención de Obama.

En cualquier caso, los contactos han empezado. De cara a encontrar los apoyos, Obama y diversos miembros de su administración han mantenido una reunión a lo largo de este sábado con miembros del Senado de ambos partidos. Este domingo tendrán otro encuentro con los legisladores del Congreso, a quienes el presidente norteamericano ha mantenido informados durante toda la semana.

Frente a la posición estadounidense, el primer ministro sirio, Wael al Halqi, aseguró hoy que los sirios no se acobardarán ante las fuerzas de combate de EEUU y derrotarán a ese país y sus aliados si lanzan una guerra contra Siria.

“El pueblo sirio no se intimidará con los cazabombarderos de EEUU ni con sus buques de guerra”, dijo Al Halqi, según las declaraciones difundidas en extractos por la televisión siria Al Ijbariya. El jefe de Gobierno también reiteró que su país combate un “terrorismo global en nombre de todos”.

Al Halqi ya hizo unas declaraciones muy beligerantes esta semana, cuando advirtió de que Siria se convertirá en “el cementerio de los invasores y ninguna fuerza del mundo podrá vencerla”.

A su vez, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, pidió a su homólogo estadounidense, Barack Obama, que como Nobel de la Paz piense en las víctimas mortales que causaría un ataque a Siria, y exigió a Washington que presente las presuntas pruebas que demostrarían el uso de armas químicas por el Gobierno sirio.

“Si hay pruebas sobre el uso de armas químicas, estas deben ser presentadas. Si no se presentan es que no existen. Las alusiones a no se sabe qué interceptaciones de no se sabe qué conversaciones que no demuestran nada no pueden servir de fundamento para tomar decisiones tan trascendentes como el uso de la fuerza contra un Estado soberano”, afirmó Putin.

Reaccionó así a las amenazas de una intervención militar contra Siria expresadas ayer por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que alegó pruebas irrefutables de los servicios de inteligencia norteamericanos sobre la autoría del régimen del presidente sirio Bachar Al Asad en el ataque con armas químicas en las afueras de Damasco.

El mandatario ruso reiteró que las pruebas, en caso de que existan, no pueden permanecer en secreto y deben ser “presentadas a los inspectores de la ONU y al Consejo de Seguridad”.

“Las alusiones a que tienen esas pruebas pero que son secretas y no se las pueden presentar a nadie no se sostienen, es sencillamente una falta de respeto hacia sus socios”, dijo Putin.

Para el presidente ruso, “decir que el Gobierno sirio ha empleado armas químicas cuando el Ejercito de Siria avanza” sobre su enemigo “es una tontería inmunda”. De hecho, según el líder del Kremlin, la posible operación militar en el país árabe tiene como objetivo ayudar a los rebeldes en su lucha contra el régimen de Damasco.

De igual forma, los representantes de la ONU dijeron este sábado que no puede establecer una fecha para la conclusión del informe de los inspectores que han investigado el presunto uso de armas químicas el pasado día 21 en las cercanías de Damasco.

“No podemos establecer un calendario”, afirmó el portavoz jefe de Naciones Unidas, Martin Nesirky, tras una reunión entre el secretario general, Ban Ki-moon, y su alta representante para Desarme, Angela Kane.

El equipo de inspectores dejó Siria este sábado y se encuentra ya en Holanda, y a partir de ahora comenzará el análisis en laboratorios de las muestras tomadas sobre el terreno y la traducción y compilación de las entrevistas a testigos y médicos, explicó Nesirky.

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